— 4/13/17 - Miércoles —
Ann recargaba su mano en su frente mientras caminaba por los atascados pasillos. Los últimos días habían sido cada vez más estresantes para la joven rubia. Kamoshida sobre había vuelto más insistente con ella. Su historia sobre su apendicitis había logrado disuadirlo un poco, pero no tardaría mucho en continuar su avance. Ella estaba realmente feliz de que podría irse a casa más temprano.
El rally de volleyball había sido propuesto como una manera de elevar el espíritu de la escuela. Ann pudo ver justo adentro de la charada de Kamoshida, siendo no más que otra manera de elevar su ego en frente de toda la escuela. Ver "accidentalmente" golpeado a Mishima en la cara le hacía hervir la sangre. Si Shiho realmente hubiera jugado, no estaría tan irritada. Había estado completamente callada todo el tiempo, especialmente después del día de ayer. Y sus respuestas probaban ser increíblemente vagas.
Todo estaba bien.
La misma cosa que había repetido una y otra y otra vez a sus padres y a Baba. Lo más que Shiho revelaría era que Kamoshida le estaba dando lecciones extra. La rubia no estaba convencida. Ann apenas y podía dormir por toda la preocupación que sentía, esperando que no se comenzaran a formar bolsas debajo de sus ojos por el estrés. La última cosa que quería era otro obstáculo con el cual lidiar, potencialmente perdiendo su trabajo de modelaje. Al menos no tenía que trabajar el día de hoy. Algo bastante bueno tras la repentina suspensión de clases. Pero Shiho no estaría compartiendo ese tiempo libre con ella, ya que el equipo todavía tenía entrenamiento que hacer, independientemente si eso le gustara a Ann o no.
Tomó sus coletas para poder dar un sorbo del bebedero. La fría agua era más que terapéutico para su seca garganta. Todo este estrés deshidratándola, y eso estaba teniendo un efecto en sus nervios. Las cosas pequeñas comenzaban a preocuparle más de lo que debería; la gente caminando demasiado lento en el pasillo, Mishima golpeando su lápiz en una manera muy irregular, el silencio muerto del chico detrás suya.
Ren Amamiya, ese era su nombre. Lo había recordado tras pasar los papeles al frente de la clase, logrando echar un vistazo al del chico. Su letra era completamente atroz para alguien que se veía tan limpio en su uniforme escolar. Patas de gallo es lo que la señorita Kawakami había descrito. Pero ella supuso que todo el mundo tenía sus puntos débiles. Eso combinado con su pelo alborotado, le hacía verse menos distante. Más accesible. No es como si tuviera planes para acercársele algún día de estos. Sabiendo el mucho gusto que Kamoshida tenía sobre ella, le hacía sentir vacilante sobre hacer amigos del género opuesto, para no darles un mal rato por una confusión territorial de un supuesto macho.
—Pero qué maldito imbécil... —habló entre dientes para si misma, limpiando las pequeñas gotas de agua de su boca. Su desbordante seguridad, y una lasciva mueca que se acomodaba encima de su extensa barbilla. Le volvía loca lo tan egoísta que llegaba a ser, cómo no le importaban los demás. Lo que daría por tomarlo de su asqueroso afro y desquitarse por absolutamente todo.
—¡Hey, Shiho! —la cabeza de Ann se giró con fuerza tras ver a dos chicos en sus uniformes de volleyball acercándose a Shiho al final del pasillo. Otros dos chicos, uno de primer año, y unas cuantas chicas también se encontraban ahí. Parecía que estaban teniendo una pequeña reunión antes de la práctica.
—¿Sakamoto también habló contigo?
¿¡Sakamoto!? Ann pensó para si misma. Recordó haberlo visto en el rally junto con Ren al otro lado del gimnasio. Mantenía su pelo teñido. Era demasiado brillante para su gusto, pero no podía verlo con el pelo negro ahora, ya no parecía ser su color.
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Phantom Stardust | ShuAnn
FanfictionRen Amamiya. Ann Takamaki. Dos jóvenes estudiantes de preparatoria se convirtieron en atrevidos Phantom Thieves, robando la malicia fuera de los corazones de los corruptos para proteger su inocencia. Joker y Panther pelean contra la oscuridad, con s...