— 5/14/17 - Sábado —
Tres días.
Tres días completos de despiadados exámenes sin una pizca de piedad. Shujin era una de las escuelas más estimadas en Japón, y los exámenes estaban diseñados para ser de esa manera. Ren no era un extraño hacia los exámenes, pero nunca había tomado unos tan duros en su vida. Preferiría combatir contra la sombra de Kamoshida una vez más que abrir otro libro de texto. Ryuji y Ann tampoco estaban en la mejor condición, estando demasiado cansados como para pasar el rato después de clases. Por fortuna, este era el último día. Y como adicional, podrían pasar el domingo haciendo nada. Incluso Ren podría dormirse el día entero. Eso si es que Ann no lo invitaba a hacer algo. El chico sonreía para si mismo mientras se paraba en la estación del metro, esperando a que Ryuji regresara del baño. Realmente estaba embobado, y ni siquiera estaban saliendo.
—Qué sueño... —el rubio bostezó mientras avanzaba pesadamente hacia Ren. Su usual desastroso y energético yo se había marchado desde la mañana. Ryuji no era una persona madrugadora para empezar, pero incluso tan temprano en el día era notable. —¿Cómo crees que te fue?
—Todavía no acaban, —Ren aclaró, quitándose los restos de lagaña en los ojos. Odiaba ese sentimiento a primera hora de la mañana; ojos crujientes y dientes borrosos. Le había tomado todo su esfuerzo el no sumergir la cabeza en el fregadero en el que Sojiro estaba lavando los platos cuando se levantó. No era exactamente un obsesivo de la limpieza, pero la higiene personal era importante para el chico. —Espero al menos sacar una C promedio. Si puedo hacer eso, quizás me lleve menos mierda de los profesores. —Sería lindo no ser visto como un chico problemas en la escuela.
—Igual, bro. Terminé desvelándome toda la noche una vez me di cuenta que hoy era el último día de exámenes. —Tal declaración trajo una risa entretenida por dentro de la mochila de Ren.
—¿Tú? —Morgana se mofó con incredulidad. —¿Desvelarte estudiando? —Por mucho que Ryuji quiso replicar, no tuvo mucho de donde agarrarse. Y estaba demasiado cansado.
—...Nah. Me rendí. Estaba jugando videojuegos, y antes de que lo supiera, ya era de mañana. —Ren agitó la cabeza y suspiró resignado. No había esperado mucho de él, pero eso no hacía su decepción menos palpable.
—Eres una inspiración para todos nosotros, ¿lo sabías? —el chico dijo secamente. Su atención pronto se desvió a un suave bostezo por detrás.
—Buenos días... —La joven Ann se les unió, tallándose los ojos. En igual forma que ellos, parecía ser. Ren sentía que su ánimo crecía un poco más. No era una persona madrugadora ni en lo más mínimo, pero una parte del encanto natural de la chica disipaba ese sueño.
—Hey, mira quien más está bostezando, —Ryuji la provocó. La rubia carecía de la fuerza suficiente para darle la razón. Todos se sentían como si hubieran pasado por nueve rounds contra las sombras en Mementos.
—Casi se acaban los exámenes, así que pensé que daría un último esfuerzo. —Ren sacó una pequeña sonrisa, bajando la cabeza irremediablemente. Más que nada porque estaba exhausto. La chica estaba definitivamente comprometida a construir su fuerza interior.
—Impresionante, Lady Ann. Eres bastante diferente de cierto mono estúpido que conozco. —Se tiró la última gota que derramó el vaso, Ren sacando un cansado suspiro mientras el dúo de siempre descendía a la discusión.
—Aquí vamos... —exclamó por debajo de su aliento. Ren deseaba que Morgana no fuera una persona madrugadora. O gato, en este caso. Haría mucho más llevaderos sus pasatiempos favoritos, como apreciar discretamente a Ann o molestar a Ryuji.
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Phantom Stardust | ShuAnn
FanfictionRen Amamiya. Ann Takamaki. Dos jóvenes estudiantes de preparatoria se convirtieron en atrevidos Phantom Thieves, robando la malicia fuera de los corazones de los corruptos para proteger su inocencia. Joker y Panther pelean contra la oscuridad, con s...