Phantom Stardust | ShuAnn

[Cap 19] Fin de semana

— 6/11/17 - Sábado —

Después de la montaña rusa que fue la condena de Akechi hacia los Phantom Thieves y lidiar con Makoto, habían optado por celebrar el cambio de corazón de Madarame. Igualmente la bienvenida oficia de Yusuke dentro del grupo. Todo sonaba bien para Ren excepto por un pequeño detalle.

Tenía que ser en Leblanc.

Traerlos a todos a donde él se quedaría el año entero no era exactamente su idea de un buen rato. Sojiro sólo aguantaba moderadamente su presencia, y no parecía ser del tipo que disfrutara de un grupo de adolescentes pasando el rato. Además, no quería que se supiera exactamente de que vivía en el ático. Los mendigos no podían hacer elecciones, pero era un poco vergonzoso pensarlo. El líder de los Phantom Thieves irrumpiendo en la cafetería de un hombre mayor en busca comida y calidez.

Pero eran insistentes en ver dónde vivía. Y Morgana era bastante persistente en dejar que Yusuke se quedara a pasar la noche. Sojiro le estaba enseñado el arte de hacer café y hacer un poco de charla aquí y allá, pero de ninguna manera estaban en la posición de negociar para rentar el lugar. Definitivamente estaba jugando con su suerte. Ren no podía forzarlo a que se quedara en la calle, y de ninguna manera iba a presionar a Ann en dejarle quedarse en su casa. No existía la suficiente cantidad de dulces capaces de convencer a la rubia de eso. Aunque Ren tenía que admirar la técnica de Yusuke.

Superado en número de cuatro contra uno, Leblanc sería a donde irían.

Ann, Ryuji, y Yusuke se adentraron en la acogedora atmósfera de la cafetería mientras Sojiro organizaba sus contenedores de granos de café. El hombre siempre encontraba una manera de mantenerse ocupado. Tenía qué si dirigía un restaurante en su tiempo de descanso. Ren se paró por la puerta, nervioso mientras los observaba. Preferiría mil veces más lidiar con Akechi o Makoto o hasta un Palacio que con esto. Demasiado cercano a casa para su comfort. Literalmente. Estaban dentro de su casa.

—Qué buen olor, —Ann arrulló mientras se dejaba llevar. La rubia era débil ante una buena cafetería; café, dulces, era la manera más fácil para llegar a su corazón. Su disfrute de la atmósfera traía un poco de calma a Ren.

—Este lugar se ve pasado de moda, —Ryuji admitió, disipando el pequeño comfort que Ann le había traído a Ren. —Pero no puedo decir que lo odio, de todos modos. —El joven de pelos alborotados le disparó con la mirada antes de voltearse hacia el dueño de la tienda, parado justo detrás de la barra. Tenían que convencerlo de dos cosas, y este estaba criticando la decoración mientras se paraba justo frente a él.

—La gente se refiere a esto como "retro", me parece, —Yusuke comentó. Estaba agradecido de que al menos Yusuke tuviera una apreciación por lo estético. Un poco obvio, siendo el artista del grupo y todo eso. Claro, no era el lugar más a la moda como otras marcas y cosas así. Pero Leblanc tenía su toque, y Ren no sólo creía en eso sólo porque estaba contractualmente obligado a vivir dentro de esas paredes.

—¿Hmm? —Sojiro por fin despertó de cualquiera que fuera el sueño en el que estuviera perdido y se giró para ver a los tres. Los adolescentes normalmente no miraban dos veces a Leblanc. Siempre era la gente de mayor edad, y rara vez eran más que dos. A decir verdad, el viejo estaba perplejo. —¿Quiénes son? —demandó. No bruscamente, pero si un poco de su lado gruñón, causando que el estómago de Ren se hundiera.

—¡Hola! —Ann habló. Sojiro se giró hacia la chica rubia que lo saludaba con un toque de energía en su caminar y azúcar en su sonrisa. Miraba entre ella y Ren, parpadeando. Esto había logrado atraparlo incluso más con la guardia baja.

—¿Una chica también? —Sus viejos instintos de sabueso regresaron mientras los inspeccionaba. Se veían bien conservados y relativamente bien portados. Aunque el chico rubio se veía un poco denso para él.