Capítulo 26

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Nos encontrábamos ya todos reunidos, mis tías hermanas de mi mamá así como mi tío, personas desconocidas al parecer familiares de Alan que sin duda desde ahora serian mi familia, en mi estomago se instala de vez en cuando un nudo al pensar en eso.
Ver a mamá en aquella mesa de centro y junto a ella un hombre, el hombre que desde ahora le dará vida a la figura de padre en nuestra casa.
De fondo solo se escucha la voz del juez que ya se dispuso con el protocolo de boda civil, al lado mio esta Harold con el ceño relajado y con gran concentración escuchando, su mano no se ha despegado de la mía desde que inició todo esto.
El juez esta mencionando algunos artículos y uno en particular me llama la atención.

- En este articulo; Los esposos se deben mutuamente fidelidad, comunicación y alimentos.

Siento un apretón por parte de mi novio en nuestro agarre de manos, volteo a verlo y él me observa en silencio con una sonrisa, sabía que quería que los dos pasaramos por esto algún día y yo también lo anhelaba, aunque un día un tanto lejano, creo. Mientras, lo único que puedo hacer es devolverle la sonrisa y acercarme a sus labios para depositar un tierno beso en ellos.
La pequeña ceremonia termina cuando los casados aceptan y firman algunas hojas de papel, después de esto todo mundo inunda el salón en fuertes aplausos.
Me acerco a mis padres y los felicito, primero le doy un abrazo fuerte a mamá por ser la mujer mas fuerte que conozco, donde soportó la perdida de papá hace unos años y continuó luchando para sacarme adelante a mi y a ella, una mujer digna de admirar y la amo como no tiene idea. No puedo evitar que algunas lágrimas salgan de mis ojos.

- Cielo, esta todo bien no te pongas así -seca con sus manos suaves algunas lágrimas de mis mejillas.

- Estoy feliz por ti, en serio.

Después detrás de mi se acercan mis amigas, Kimberly y Lucía para felicitarlos así como también Harold felicita a sus suegros, me llena de ternura verlo abrazarlos. Era por supuesto un momento demasiado emotivo.

La fiesta continua, era momento de la cena así que todos están sentados en las elegantes mesas adornadas, mamá y yo decidimos que en una mesa nos sentiríamos mi novio y yo con nuestros amigos, así que nos encontrábamos Lucía, Kimberly y junto a ella Gustavo, después yo y a mi lado Harold.

- Que hermoso vestido el de la novia -habla Kim que no para de decir emocionada que le encanta ir a bodas y cosas así- imaginen cuando sea yo, tiene que ser el vestido mas elegante y largo -todos nos reímos.

- Adivino, lo quieres de color rosa ¿no? -le digo divertida.

- Ugh Abigail, un vestido de novia tiene que ser blanco -rueda los ojos- pero la temática me gustaría de color rosita o no Gus.

Todos volteamos en dirección de Evans y noto que se ha puesto algo rojo, vamos ellos apenas y tenían un par de salidas juntos y Kim ya quería que mañana se casaran.

- Abi y yo podemos ser las damas -habla Lucía con un poco de emoción.

- Pueden.. tal vez, dejen pensarlo antes he -se mira las uñas con entretenimiento.

- Pero primero nos queremos casar Abigail y yo -un poco de comida siento que se queda estancada en mi garganta y empiezo a toser.

- Que lindo seria que su historia termine como en mis libros donde los protagonistas terminan casados y con un montón de hijos -sonríe.

- Lucí sabes que no quiero hijos -digo rápidamente.

- Vamos Abi quiero ser tía -dice Kimberly.

- Y yo papá -volteo a ver a mi novio junto a mi, trato de evitar mi sonrojo pero es imposible así que me pongo de pie.

- Voy al baño, ya vuelvo.

No pude aguantar mas esa plática, era inevitable ponerme roja como tomate.
Decido ir por un trago para poder calmarme y relajar mi rostro ahora rojo.
Evans llega a mi lado con una copa y la llena para después darle un sorbo.

- Y pensar que imaginaba casarme contigo antes -digo riendo un poco.

- Willson reconozco que fui un tonto, si solo te hubiera encontrado antes que..

- Si, pero nada paso -lo interrumpió y después me tomo todo el contenido de mi copa.

- Y en serio ahora que estas con Harold sabes que te deseo lo mejor, hoy y siempre amiga.

- Yo solo espero encuentres la indicada Evans -le sonrío para después apartarme he ir hasta la mesa solitaria donde esta mi novio sentado.

La musica ya empezaba a sonar a todo volumen y algunas parejas ya se encontraban bailando, parecía una disco con todas esas luces iluminando el lugar, por supuesto que los recién casados ya se encontraban al centro de la pista invitando a mas gente a unirse al baile. Vi que mis dos amigas ya andaban entre la multitud bailando.
Me acerqué hasta mi novio y me invitó a sentarme sobre sus piernas.

- ¿Quieres bailar? -le digo aunque sé que a él no le agrada mucho.

- Mejor quedate así sobre mi para tenerte cerca -me besa un poco el cuello y después la mejilla.

- Que aburrido -lo molesto y el levanta una ceja.

- ¿Y si mejor hacemos algo mas entretenido? -me habla al oído mientras acaricia con sus dedos mi espalda descubierta por el diseño del vestido y creo logro entender a que se refiere.

- Pues si quieres -le digo con una media risa.

- ¿Y que tu no quieres? -siento arder mi rostro.

No respondo nada solo me pongo de pie y él también lo hace, entrelazamos nuestras manos y caminamos ignorando a las personas alrededor de nosotros, todos estaban muy ocupados bailando así que no notarían nuestra ausencia por un rato un largo rato, espero.
Una bola de nervios se instalaron en mi estomago, era claro que nosotros dos nunca habíamos tenido nada mas que solo caricias y besos en ropa interior pero solo eso, no habíamos cruzado la linea mas allá.
Hoy estábamos de suerte porque con la fiesta en el salón mis padres habían rentado un montón de habitaciones en el hotel que quedaba justo a un lado para los invitados que se quedarían hasta tarde.
Llegamos y Harold sólo pidió a la recepcionista una de las llaves alegando que solo eramos invitados que querían descansar un rato de la fiesta, tuve que aguantar una risa que se empezaba a formar desde mi garganta.
Caminamos tomados de la mano subiendo las escaleras, yo por delante.

- Que buena vista tengo desde aquí atrás -solté una risa escandalosa, no le quedaba para nada ese intento de chico malo. Me causaba gracia.

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Hey lectores! que tal este capitulo, espero que estén ansiosos por el siguiente.
Saludos

Mientras Me EnamorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora