i'm gonna be

él.

Entramos al café, el dicidió ir a ordenar y yo me fui a sentar en una mesa para dos.

Pero lo que yo no sabia era que la persona que estaba sentada a la par mia provocaría  un enojo en mi.

-em, Frankie. ¿te acuerdas de mi?-giré mi cabeza a la izquierda y.-

-¿Mark?

-Hola, mi viejo amigo. Gusto de verte.-dijo tomandome de los brazos provocando que me levantara.-

-Eres tan descarado eh, me engañaste con tu mejor amigo y todavía vienes acá y me dices 'viejo amigo, gusto de verte'. Pero bueno yo ya te he perdonado.

-Perdona, no sabia que te lo tomarias así

-descuida, es el pasado. Yo ya lo olvide.

Claro que no era cierto, el era la persona que más amaba que mi vida y me traicionó por otra persona y si, había pasado hace más de un año pero yo soy una persona muy rencorosa.

-Frank, toma.-dijo Gerard entregandome un café mientras hacia un  sonido aclarando la garganta para llamar atención.-

-ah, Gerard el es Mark, Mark el es Gerard.- ellos se dieron un aprenton de manos y sonrieron.-

-¿El es tu nuevo novio, Frank?-dijo Mark tocandose la cabeza.-

-eh, no.-hablamos los dos a la vez.-

-Bueno entonces, llamame. Adiós guapo.-

Me tocó mi mejilla y pasó a mi par.-

-ah, adiós Jin, John,como sea.-

-Gerard, imbecil.-sonrió hipocritamente y se sentó.-

 

Pasamos 10 minutos sin decir ninguna palabra, me sentia enojado tanto que era posible que mis ojos salieran de mi.

-¿Estas bien Frankie? Te noto muy distraido y tienes un color rojo en tu cara.-

-Si,  solo que me siento mal. Podriamos irnos?-le dije tomando su mano inconcientemente.-

-Perdón. Si claro, vamos.-

Salimos del lugar y nos dirigimos hacia su camioneta, el me abrió la puerta y la cerró también, que caballeroso, no?

-Frank, ya tienes cita para el baile de otoño?

-Si creo que ire con una amiga, ¿tu?

-No lo sé tal ves escoga alguna de las chicas.- sonrio y me volvió a ver.-

No dije nada, en menos de 2 minutos estabamos al pie de mi casa, di gracias y me despedí de él.

Entre a mi casa, deje mi mochila en un sofá de la sala principal y era raro, mi madre estaba en la cocina haciendo pasta y esto nunca pasaba en la casa de los Iero.

-¿Quién viene a cenar Mamá?.-pregunté.-

-Nadie, cena para dos. Tu y yo en nuestra mesa. ¿qué te parece, eh?

-Me encataría acompañarte, deja que me vaya a cambiar y bajo en seguida.-la deje y subi las escaleras.-

Me cambié y bajé, me dirigí al comedor mirando a mi madre, ella estaba comenzado ha comer un poco de su deliciosa pasta.

Cuando eramos una familia con mi padre ella solia cocinar la cena todas las noches y era delicioso todo lo que prepara. Pero con la muerte de mi padre las cosas habian cambiado de dirección.

Me senté y sin decir nada empecé a comer.

-¿Qué te parece mi amor?-me miró con mucho cariño.-

-Deliciosa mamá.-metí el tenedor en mi boca.-

-y bien hijo, ¿hay una chica en tu vida?

-Algo asi madre, pero el es 'heterosexual' y nunca querreria estar conmigo.

-Si el es el correcto, no te alejes cariño.-tomó mi plato y se dirigió a la cocina.-

La cena terminó y yo me fui hacia mi habitación, tome una ducha y sin pensarlo dos veces me quedé  conmigo.