alguna vez te has preguntado
¿cómo viven los niños de la calle?
¿que si se pueden enamorar?
¿que peligros corren afuera?
ADAPTACIÓN
Creditos a Edna Iturralde
Agosto 2019
-no sé, no sé. A ratos este plan me parece peligroso. ¿Qué pasa si actúa mal? - preguntó el profesor, moviendo la cabeza dudoso.
Era bastante clara la entrada la noche y los dos se hallaban discutiendo en la oficina del nuevo trabajo que encargaría a Jungkook. Los negocios en el bajo mundo del hampa marchaba de maravilla y la tía Heeson se encontraba de buen humor
-no se preocupe, profesor. Justamente el chico no va a "actuar", sino que va a portarse con normalidad, porque él no va a saber nada... hasta después - sonrió irónica la tía Heeson
-¿usted llama actuar con normalidad a que un niño se esconda dentro de un armario, luego salga y apague la alarma para que nuestra gente entre a hacer el trabajo previsto?
-¡ay, profesor!, estaríamos más tranquilos si me dejara pensar solamente en mi y usted no se preocupara tanto. A lo que yo me refiero es que cuando ese niño entre a la casa como hijo de la empleada que va a dar ayudar extra, nadie va a desconfiar. El chico no se sentira nervioso porque no sospechara nada, más bien creerá que lo que hace es parte de una broma, y la gente que lo mire tampoco sospechara de él al ver ese aspecto inocentón que tiene.
-a propósito de su aspecto, ya tengo listo el uniforme del colegio con el que lo vestiremos. Pero según me han informado, hay que darle un buen baño y cortaré el cabello para asegurarnos de que luzca bien - insistió el viejo
-muy bien, profesor. Usted siempre tan organizado - le alagó la mujer
-en realidad, tengo la información precisa. Sé la clave de la alarma y donde se encuentra. Está previsto en el armario, que casi siempre está ocupado con vasos y copas, estará vacío para el día que el niño pueda introducirse... pero si resulta que no quiere hacerlo o le da vergüenza, o yo que se... ¿Cómo vamos a forzarlo que lo haga?
La tía Heeson se rió con una risa desagradable, -pues es cosa de amores, profesor, ¿recuerda a aquel peladito que trajo al niño a la oficina?
- ¿V?, si, por supuesto - el profesor se encogió de hombros.
-me dice que el chico está muy apegado a V. Lo que quiere decir que hará lo que él le pida porque confía en el niño. V lo convence, usted irá a ver, porque nosotros nos encargamos de ofrecerle dinero y una oportunidad de trabajar en algo que... en fin, diremos que eso le hará famoso y luego se convertirá en un... actor de cine o en algún modelo... ya me he enterado de que el muy ingenuo sueña con ser modelo de grande.
-¡aja, muy bien planeado! -exclamó el viejo don estusiasmo -. Pero... luego ¿cómo vamos a evitar que el chico nos acuse? ¿Hay alguna manera de chantajearlo?
-profesor, profesor. Usted me subestima. Tengo todo planeado. Después vendrá el chantaje, como usted dice. Una vez que él haga el trabajo, le diremos que si no se queda callado V va a sufrir las consecuencias y que de él depende que V regreso o no.
- Regrese , ¿de donde ?
-ah, me olvidaba mencionarlo - la mujer se relamio los labios desfrutando de la conversación - pues, precisamente, le enviaremos a trabajar en algo interesante, algo que he estado planeando desde hace poco tiempo, pero que creo que nos va a dejar muchas utilidades. No le permitiremos volver a vender dulces en la calle, pero el chico no sabe esto y le esperará todo el tiempo que nosotros consideremos oportuno y sea necesario para nuestros propósitos
-¿y como vamos a lograr que él acepte el trabajo y que no escape?
-ay, profesor, que ingenuo es usted. Lo haremos con engaños. La vida misma es un solo engaño. Cuando este niño se de cuenta de lo que pasa, ya será demasiado tarde. Eso le sucede a todos. Luego no tienen ni la oportunidad ni las agallas para escapar como lo... - al viejo le pareció que la tía Heeson iba a decir "lo hice yo".
La mujer se detuvo en seco y prefirió sacar el lápiz labial y un pequeño espejo de su bolso para mirarse el rostro con coquetería. Cuidadosamente se pintó los labios.
El profesor la miró detenidamente, con interés. Nadie sabía en realidad quién era ni de donde venía la tía Heeson, tampoco su historia, aunque existían varias versiones. Decían que era sobreviviente de un catástrofe familiar, que su familia había muerto en un incendio y que ella habia quedado huérfana de muy niña Que su infancia había transcurrido en las calles y que allí aprendió los tejes y manejes del hampa. También había quienes juraba - los de mentalidad más simple y directa - que la tía Heeson era una bruja de verdad.
Siguiendo el hilo de sus pensamientos, el profesor sonrió con sarcasmo. ¡Una bruja verdadera! ¡Claro que si! Él estaba dispuesto a jurar que la tía Heeson era una bruja a quien solo le faltaba la escoba y el caldero, con una olla llena de sapos y culebras. Porque lo mantenía embrujado, de eso estaba seguro, si a veces se sentía enamorado de ella. Pero una verdad conocída era el hecho de que alguien poderoso, que se ocultaba en el anonimato la protegía, si no, el profesor no podía comprender como la mujer manejaba tantos negocios sucios sin que nadie la detuviera. Diez veces había estado a punto de ir a parar en la cárcel, otras doce veces habia salido libre por falta de pruebas, las mismas que desaparecían misteriosamente apenas llegaban a manos de cualquier autoridad leal del pais
Era socios desde hacía varios años. Ella lo había contratado porque necesitaba la firma de un profesor que falsificada unos títulos universitarios; luego le amenazó con contar la verdad y así lo chnatajeo para que continuará prestando sus servicios. Era por eso que jamás se atrevería a ser el objeto de la ira o la venganza de es mujer. Aunque de una manera u otra, él se había quedado al lado de la tía Heeson, porque le gustaba demasiado el dinero fácil. Además, si algún día ella fue a parar a la prisión quizás él se haría cargo de todos los negocios. Al fin y al cabo, los conocia muy bien, aunque debía admitirlo; era más conveniente que ella hiciera los arreglos, en especial de los negocios en el extranjero... le dijo escalofrío pensarlo. Tenía que admitir que prefería solo recibir dinero, aunque no fuera la misma proporción que ella.
-¿en que piensas, profesor - preguntó la tía Heeson
El viejo aclaró su garganta -pues nada, Heeson hermosa, además me alegro que los negocios van bien
-no se si creerle, profesor.Te vi en la cara una expresión que expresaba de todo menos de alegría - El viejo disimulo con una sonrisa que se volvió tos - más bien parecía que soñaba con un futuro sin más a mi lado. Ah, profesor, profesor, usted nunca podrá tener secreto para mí.
El profesor le vio asombrado ¿bruja? Había dicho ¡seguro que si!
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Hampa: Conjunto de personas que viven de forma marginal cometiendo acciones delictivas de manera habitual.
Ya vamos a empezar con todo el drama, ay estoy emocionada
