La mirada de Taehyung era intensa y penetrante, Jungkook quedó embobado al ver ese rostro.
Habían pasado ya 13 años desde que Jungkook dejó la ciudad. Taehyung (nombre que se le otorgó al encontrar una nueva familia que cuidase de él) ya tenía 22 años y trabajaba en Gucci, la gran empresa de modelaje, tal y como él había soñado.
Jungkook dobló la revista y la colocó bajo su brazo mientras tomaba su maleta y caminaba hacia la puerta que yacía abierta y esperando por sus pasajeros.
Al subir le esperaba su asiento, así que no dudo en ir a posicionarse. Sería un no tan largo viaje a la ciudad.
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—¿¡COMO QUE ÉL VENDRÁ!? — un grito casi ahogado pegó Taehyung al enterarse que Jungkook le iría a visitar a la ciudad, se encontraba con pantuflas y en pijama, agregando la mascarilla facial que tenía y el pequeño moñito en su cabello. —Nora ¿por qué no me avisaste? —
La empleada sólo se encogió de hombros, mientras él enloquecía y se quitaba todo lo que estaba en su cuerpo. Rápidamente se metió en la ducha, al salir,se colocó una de sus mejores prendas. Rápidamente se secó el cabello y se aplicó perfume y un poquito solo poquito de bálsamo color rojito.
Salió de su casa con su carro, en busca de Jungkook.
Taehyung y Jungkook siempre habían mantenido contacto durante los 13 años que habían estado separados, Jungkook se había puesto demasiado contento cuando en las cartas que Taehyung le enviaba, le decía que sería adoptado y que su nombre dejaría de ser "V" y ahora sería "Kim Taehyung". Todo se facilitó más cuando a ambos les habían dado su teléfono celular.
Jungkook le había comentado a Taehyung que en algunos de esos días le iria a visitar y que le avisaría cuando lo haría, pero nunca mencionó que ese día sería hoy.
Sus manos sudaban, y su corazón palpitaba. No había visto a Jungkook hace mucho tiempo. Fue a los 14 años donde les comento a sus padres lo que le sucedía respecto a Jungkook, y estos le comprendieron.
Lo que sentía por Jungkook era verdadero y puro, por más que pasarán los años esos sentimientos no cambiaban ni disminuían, solo esperaba que Jungkook le correspondiera, pero si no podía se conformaría con su amistad.Sus pensamientos fueron interrumpidos al persuadir el aeropuerto asomándose, su corazón nuevamente comenzó a latir.
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Había cometido un error, lo sabía ¿cómo se olvidó de avisarle a Taehyung que llegaría hoy, debió haberlo dicho antes porque así el mayor se podía organizar en su trabajo y así no interrumpirle.
Ya había bajado del avión, y ahora estaba en las sillas de recepción, sabía que Taehyung tardaría en venir porque le había avisado una media hora antes de aterrizar.
Si teléfono sonó, marcando en la pantalla el nombre de "Taehyungie" así que rápidamente contesto
—¿diga? —
—Señorito — le llamó —sal, estoy aqui a fuera — Jungkook afirmó y colgó para luego salir, pero no le encontró en ningún lado así que decidió llamarle.
—¿Tae? — el otro hizo un sonido que le escuchaba —¿donde estas?
—gira y ahí me encontrarás, señorito — se oyó una pequeña risa al otro lado del teléfono. Hizo lo que Taehyung le dijo y ahí se encontraba su castañito, no importaba aquella ropa de marca o aquella apariencia niño rico.
Su castañito tenía aquella sonrisa encantadora que le identificaba. Sonrió por inercia al verle.
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Lágrimas de Ángeles «KOOKTAE»
Narrativa generalealguna vez te has preguntado ¿cómo viven los niños de la calle? ¿que si se pueden enamorar? ¿que peligros corren afuera? ADAPTACIÓN Creditos a Edna Iturralde Agosto 2019