A Jungkook lo despertó el silencio.
Ese instante fugaz que poseen algunas ciudades, cuando el sonido desaparece y luego en una milésima de segundo apareceréEl azabeche abrió los ojos, cerrandolos automáticamente por la borrosa luz que apareció, ese sentimiento que dice que algo te falta, algo tan familiar que siempre que despertaba en las mañanas. Su mente creó algo borroso el cual tenía cresta altanera, ojos de pinta de dardo y un caminar presumido ¡una gallina! por primera vez en sus diez años un canto de aquella gallina insoportable no lo despertaba.
Se reincorporó, se restregó los ojos con la manga de su suéter y miró a su alrededor, se sorprendió, se encontró sobre una banca de madera que estaba en un parque frente a un gran almacén y no se encontraba en aquella pequeña cama de madera en la habitación que compartía con su madre. El cuerpo le dolía por la posición en la que había dormido, los periódicos con los que se cubría se fueron con el viento y se esparcieron en el lugar
Justo al ver al cielo los recuerdos del día anterior se le colaron por la mente y recordó de golpe que no estaba en casa del campo sino que en esta ciudad desconocida, con la respiración y corazón acelerado recordó como si fuera una película todo lo acontecido desde el momento que había tomado el autobús en el pueblo para ir a la capital junto a su madre para tomar el aeropuerto.
Recordó a su madre besando su frente en modo de despedida tratando de no llorar, le pidió a su hermana que cuidara a su pequeño niño prometiendo que cada mes le enviaría una cantidad de dinero para sobrevivir, luego le dio la última mirada y aquella figura de su madre alejándose igual que su padre había hecho antes de la misma manera que otros adultos hacían en el pueblo.
Luego de mirar a su madre por última vez la tristeza se transformó en rabia profunda y dolorosa que había puesto a mover su cuerpo obligándolo a retroceder del lado de su tía, despacio para que ella no se diera cuenta para luego salir corriendo ciegamente, mientras corría lejos de aeropuerto su propio nombre fue llevado por el viento con la voz angustiada de su tía pero eso no lo detuvo, quería ser el primero en huir antes que su madre lo hiciera en aquellas tierras lejanas con nombres difíciles que creaban una gran admiración a la gente del pueblo.
Cuando Jungkook llegó a la unión de dos avenidas, se detuvo respirando irregularmente por inercia miró hacia atrás, ya había corrido bastante. Las sienes le latían como si su corazón se le hubiera colgado en la cabeza y su estómago le hizo una jugada y se comenzó a sentir mal, se sostuvo en un poste de luz mientras escupía.
Espero a sentirse mejor y se dispuso a cruzar la calle cuando un autobús paso tirándole todo el humo negro en la cara, se sorprendió y quiso retroceder pero se tropezó con el filo de la cera y cayó justo escuchó una risa
— ¡tonto! casi te mata el autobús ¿qué no sabes la canción del semáforo? — era un niño que vestía ropas muy usadas. Llevaba en sus manos una caja de dulces y lo observaba con burla. — ¿ves? ahora está roja, ro-ja — repitió señalando el semáforo —. ro-ja me de-teeen-go, veeer-de pa-so — cantó
Jungkook sintió su rostro arder, incluso más que sus manos la cuales había detenido el golpe, se levantó en silencio, ignorandolo. otro bus se acercó y se detuvo junto a ellos
— vamos — ordenó, jalandolo del brazo — este bus tiene muchas personas. ven, agarrate antes de que salgas disparado — El deseo que tenía Jungkook era huir y en menos de un segundo ya se encontraba subido en la escalera trasera del autobús.
El autobús arrancó acelerando y siguió por una avenida ancha. un policía pitó, el niño castañito le sacó la lengua y miró a Jungkook con una sonrisa inocente sin poder evitarlo el contrario le devolvió la sonrisa, ahora si que se alejaban con rapidez sin importarle a donde eran llevados
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Lágrimas de Ángeles «KOOKTAE»
Narrativa generalealguna vez te has preguntado ¿cómo viven los niños de la calle? ¿que si se pueden enamorar? ¿que peligros corren afuera? ADAPTACIÓN Creditos a Edna Iturralde Agosto 2019