La canguro, ya sin la criatura a cuestas, el bota-pepa y negro Kim se acercaron y pusieron sus manos sobre el calor del fuego.
—¿hay algo de comida? — preguntó la canguro sentadose y extendiendo los pies descalzos hacia el calor.
— si, pero es la que nos regalo doña Eubin, está en un tarro, en el "sin llantas" — contestó V, refiriéndose a uno de los viejos buses que no tenía neumáticos.
Jungkook le miró sorprendido, tenía la impresión de que no había más comida
—ah, entonces, mejor no como nada. Total, no tengo "tanta" hambre — repuso la Canguro y los otros dos niños afirmaron con la cabeza, completamente de acuerdo.
Al ver la mirada interrogante de Jungkook. El castañito explico: — esa es una comida que a veces nos manda la señora que conoce al calzón tierno, pero hemos encontrado cosas bien horribles metidas ahí
— si, como cucarachas — se quejó la canguro
—tapas de botellas, corchos... — agregó el negro Kim
El bota-pepa se tapo la nariz en señal de que la comida olía mal
— bueno... esas cosas no me importan tanto; yo por lo menos no soy tan exigente, pero las cucarachas si que me dan asco — interrumpió V haciendo una mueca con los labios.
Todos guardaron silencio concentrados en sus propios pensamientos. El pan quemado yacía completamente dormido, tirado en el suelo como muerto, con la boca abierta.
— bueno, ya es hora de dormir —bostezo el castañito — parece qur va a llover nuevamente — giró su cabeza al cielo el cual estaba lleno nubes que contrastar con lo oscuro que era la noche
Les pidió que ayudaran a llevar al pan quemado dentro del bus que aún tenias neumáticos. Jungkook también ayudó y entre todos cargaron al niño por los brazos y las piernas, guiados por V. El pan quemado se despertó a medias, agresivo y lanzando golpes al aire. Un puñetazo le llegó de lleno en la nariz de la canguro haciéndola sangrar, pero ella no se inmutó y, como la cosa más normal del mundo, solo limpió la sangre en el suéter sin queja alguna.
Una vez ya acomodado el pan quemado, la canguro y los otros niños se acostaron en el bus, cada uno en su propio asiento, tapados con sacos de tela y periódicos.
El castañito se subió al otro bus y Jungkook le siguió.
Se preguntaba donde iba a dormir y con qué se cubriría, cuando de pronto V le dio una cobija de la algodón y le contó que la había tomado prestada del albergue para niños de la calle, donde alguna vez le habían recibido; lo llamó la "cárcel de las curitas". Entonces, el niño le preguntó porque le decía así. El castañito le respondió que allí no le dejaban hacer nada, ni salir a ningún lugar, y que encima de todo, le obligaban a estudiar.— sientate, señorito — ordenó V, señalando uno de los asientos delanteros del bus —. Aquí vivo yo, sólita, sin nadie más —explicó — me toca por ser el unico que queda de los que vivían aquí. Y eso me da derecho de antigüedad, como lo dice el calzón tierno. Así que nadie más puede dormir aquí... hasta que vengan nuevos niños. Te invito a quedarte mientras platicamos, pero luego te vas al otro bus con los demas. Espero que estes agradecido, porque este refugio es de lujo —añadió sonriendo
El castañito se quito los zapatos viejos y, a la luz del farol de la calle, se puso a limpiar con un palito el lodo pegado a los dedos de sus pies
—¿y que pasó con los otros que dormían aquí? — preguntó Jungkook
—ah, se fueron. Les mando la tía Heeson a hacer otro trabajo. Esto pasa por temporadas — dijo sin mirarle —éramos muchos más, en el otro bus también, pero se han ido.
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Lágrimas de Ángeles «KOOKTAE»
Narrativa generalealguna vez te has preguntado ¿cómo viven los niños de la calle? ¿que si se pueden enamorar? ¿que peligros corren afuera? ADAPTACIÓN Creditos a Edna Iturralde Agosto 2019