A verse

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Algo muy cierto me invade de tristeza cada vez que te veo sonreír con alguien más.

Soy feliz por qué eres feliz sin embargo no puedo evitar cierta envidia que se resbala como veneno sobre mi sangre. Entonces me parece que toda primavera tras tu sonría se congela y me hiere el pecho cuando pienso que no tengo, ni tendré la oportunidad de hacerte feliz.
No puedo evitar pensarte y compárame con todos esos quizá que me alejan de ti.

Quizá si mi temperamento no fuera tan similar al tuyo y yo no fuera tan pasional como mis letras rotas, quizá si yo no fuera tan melancólica y mis pupilas no se indudaran de recuerdos, si no me sintiera tan triste, si mi corazón no doliera tanto, si no tuviera miedo a quedarme, si mi cuerpo no estuviese tan muerto, seco y desgastado, si mi piel fuera más blanca, menos imperfecta, si tuviera la sonrisa de ella, si tuviera su audacia y su porte, su talento en la escritura...

Te has buscado alguien que ha mejorado lo único en lo que se supone soy buena. ¿Cómo no ibas a sonreír a su lado? Me gustaría ser la cuarta parte de ella, sonreír como si no doliera, vivir como si nunca me hubiese sentido muerta, escribir como si las letras respiraran a través de mi.

Ella es tan pura mientras que mi alma se desangra a raudales.

Ella es tan pura... mientras yo me hundo en estos versos, mientras yo... escribo estos versos.

Piel de porcelanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora