Piel de porcelana

brilliance in the midst of this horrible affliction.

De dónde yo vengo, uno siempre crece con la idea de linaje y orgullo.

En mi casa, uno no importa realmente hasta que eres alguien en esta vida.... y es que, toda mi maldita vida no he sido suficiente para esta familia.

No importa que tan lejos llegue, uno siempre puede llegar aún más lejos. Uno siempre puede ser más que eso, uno debe ser más que eso...

Pero para gente como nosotros: esa, que ha luchado por un lugar en el mundo, una que carga con expectativas en las espaldas, una que se aferra a que no la metan en el mismo bote que a todas, una que está cansada de toda esta fatiga, que nos hemos arriesgado a deshacer el nudo de la venda y nos hemos atrevido mirar a los ojos como ventanas del alma... sabemos la verdad.

No somos fáciles de impresionar.

Quizá por qué toda nuestra vida hemos sido obligados a deslumbrar a otros... quizá por eso, somos casi inmunes a la fanfarronería.

Por qué, cuando me miras sé de qué está hecha tu alma.

El mundo se pude quedar con toda esa absurda banalidad. El mundo entero puede quedarse impresionada con los aires de grandeza y sus títulos universitarios, se puede quedar boca abierta por el linaje y el vocabulario, se pueden quedar prendados de la educación y sus estupideces de futuros extraordinarios...

Se pueden quedar con todo eso, mientras me quedes tú.

Por qué te prefiero completo como eres, por que estoy atrapada, impresionada por cómo tienes bien puesto los pantalones sobre quién eres y de dónde vienes, por la lucidez de tu alma, por la amabilidad de tu corazón.

Por cómo te esfuerzas en reglarle a todo mundo una sonrisa gentil, por cómo tratas desesperadamente de que alguien se sienta mejor, de cómo eres de los pocos que se queda y como sabes que con sólo sostener una mano en tiempos difíciles cura la vida, por ese entusiasmo cada vez que hablas de esperanza, por esa sabiduría que no deberías tener a tu edad, por ser el brillo entre la bruma de esta terrible aflicción.