For You ➸ Lucas

●13●

La noche de nueva cuenta había caído. Todos en la estación se habían ido, excluyendome.

Tenía que terminar el reporte sobre el caso de Matthew, necesitaba salir de ese apuro.

Mis dedos ya estaban algo cansados de tanto teclear, podía escuchar a la perfección las gotas de lluvia que comenzaban a caer, dí un rápido vistazo hacia afuera, confirmando de que comenzaba a llover.

El silencio era tentador, todas las luces se encontraban apagadas, dándole a la estación ese aspecto terrorífico que tanto me gustaba. La única luz que iluminaba el lugar, era la de mi laptop.

Sentía como el sueño me iba ganando, sin embargo me mentalice y tomé en cuenta de que necesitaba terminar el informe lo antes posible.

Con esta ya serían dos noches que pasaría en la estación y tres días, podía jurar que al salir, la luz me cegaria. En cuanto a mi ropa... Mark se había encargado de buscar algo de ropa en mi departamento. Se ofreció a traerla por mí, ese ahora ya no era un problema.

Dejé de teclear, para levemente, estirar mis musculos contraídos, un bostezo salió a causa de eso.

Dejé a un lado la laptop y me concentre en terminar ese dibujo que había comenzado a hacer la noche anterior, donde retractaba el rostro de ese chico... o bueno, la poca parte que alcancé a ver de él.

No supe en que momento el sueño fue demasiado, que caí en un profundo sueño.

——●☆●——

Sentí como colocaban algo sobre mi espalda, era algo acogedor y caliente. Supuse que sería mi gabardina debido al olor de mi perfume de vainilla.

Me reincorporé, encontrándome con HaeChan, dejando mi gabardina sobre mi espalda.

—Oh, ¿La desperté? —dijo separándose—. ¿Volvió a quedarse aquí?

—Para nada. Estaba despierta ya.

—Por un momento me la creí —habló, quitándose su chaqueta y dejandola en el respaldo de la silla giratoria.

—Un asesino mató a Matthew. Fue el mismo del vídeo. Ese chico que técnicamente me salvo de que una bala de Matthew me atravesara la cabeza —dije, cruzando mis brazos cuán niña pequeña haciendo un berrinche.

—Oh sí..., espera, ¿Qué? ¿Cómo es que sabe eso? —cuestionó, acercándose demasiado a mí.

—Instinto.

——●☆●——

Necesitaba un cambio de ropa, también una ducha y posiblemente comer algo que no fuera extraído de la maquina exprendedora de la estación.

Bajé de mi auto, encontrándome a Lucas afuera del edificio, terminando de dejarle comida a ese perrito que a su estatura y en la manera en la que camina, deducí que acababa de nacer. Moriría de ternura al ver esa escena.

—Ellos tienen suerte de tenerte —dije. Pude jurar que esa sonrisa que una vez apareció al ver al perrito, se esfumó al escucharme.

Empezaba a creer que no le agradaba a YukHei.

Giré mi vista, encontrándome a la abuela. No era mi abuela, sino que era una señora mayor de edad que vendía sus cosechas cerca del edificio.

Como cada tarde que estaba aquí, le invitaba un café de la máquina que había justo al frente, esta vez no sería la excepción. Aunque ya estuviera algo sobrecargada de café, no me haría mal.