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No contesté la pregunta al aire lanzada por Lucas. Eso no me tenía preocupada, ahora sentía el corazón sobre mi garganta, mientras trataba de sacar información por parte de SiHyeon, pero todo era nulo, lágrimas caían por sus mejillas, yo amenazaba por hacerlo. Me odié por ser débil, mamá siempre decía que los débiles no superaban sus miedos.

—No lo sé —respondió, y luego amenazó con caminar hasta donde estaba YukHei, pero volví a insistir.

—¿Por qué me lo ocultas? Ese día tú y yo nos conocimos...

Las imagenes de ese día volaron a mi mente como si acabase de ocurrir, yo estaba en el suelo, viendo con la mirada borrosa a aquella niña de nombre SiHyeon, que no podía estar más que en shock, yo podría estar igual.

—Porque usted seguía insistiendo —soltó entre dientes.

La volví a tomar del brazo cuando amenazó por irse a su habitación.

—Por favor... Solo necesito que me digas que fue lo que pasó —volví a insistir—. Espere demasiado tiempo para poder hablar contigo... Por favor —volví a insistir.

Pero SiHyeon me dio una mirada fría, cargada de odio, y se soltó bruscamente de mi agarre, luego con unos pasos seguros, camino hasta su habitación.

No, no, no, necesitaba hablar con ella ahora mismo. Y eso iba a hacer. Antes de siquiera poder ir tras ella, YukHei puso su largo brazo frente a mí; impidiendome caminar.

—Quítate —solté.

—Deberías hablar con ella después —soltó; sereno.

Como si esto fuera algo tan insignificante. Como si nada de esto importara.

—No, necesito hablar ahora mismo con ella.

Pero él me lo volvió a impedir.

—Dale un poco de tiempo.

Ahora él era quien tomaba de mi brazo, me giré a verlo, y ahora era yo la que le miraba de forma dura y totalmente fría, me liberé con fuerza de su agarre y con el poco orgullo que me quedaba, me fui de ahí.

Salí del edificio, rumbo hacia mi auto, entre y lo encendí, saliendo de ahí lo más rápido que pude.

En pocos minutos, ya había llegado al lugar en donde las cenizas de JooHyuk reposaban junto a más.

Llegué y al instante, la nostalgia me invadió. Comencé a ver todas esas fotos que había en el pequeño espacio, una foto de él... Su nombre, su título... Una foto de ambos, en donde los dos salíamos con unas enormes sonrisas, ese día fue cuando me gradué de la academia de policía y él llegó con un enorme ramo de flores, alegrando todo aún más.

De pronto sentí como alguien más entraba a la pequeña habitación.

—Te adelantaste —mencionó la tranquila voz de JiWon, situándose a un lado de mí.

—Encontré a la testigo del caso de Kim MinHyun —solté, aún sin despegar la mirada de aquella foto.

—¿Qué? —JiWon sonó sorprendido.

—Curiosamente... Apareció en el cumpleaños de JooHyuk —una sonrisa amarga quizo surcar mis labios.

—¿Y averiguaste algo? —preguntó.

Negué. En ese instante, una sensación de enojo atravesó todo mi ser y quizo nublarme la mente.

—Dijo que no recuerda nada.

—Puede que sea mentira, pero enfrentar la muerte de su abuelo y la de JooHyuk casi al mismo tiempo es traumante, lo aprendí de HanBin, ya sabes, él paso por algo similar. Sé que esperaste demasiado tiempo para que este momento llegara, pero no debemos de ser tan apresurados —soltó y odié admitir que tenía razón.

For You ➸ LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora