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—Hola a todos —entré a la oficina, dejando mi bolso en mi escritorio ante la atenta mirada de todos, parecían sorprendidos.

DongHyuck, quien estaba a mi lado se reincorporó de su silla con asombro.

—Sunbae, ¿puede venir así? —preguntó.

—Sí... Sí puedo. ¿Investigaste a la gente cercana a Kim TaeYeon?

—Sí, lo hice, pero al parecer sus amigos cercanos e incluso compañeros de trabajo recibieron un mensaje de texto de ella diciendo que se iba a tomar unas largas vacaciones con el dinero que había estado ahorrando desde hace años —dijo.

—Ella no diría algo así...

—¡Oye tú! —la exclamación de JiWon me sorprendió, le vi entrar a la oficina por la otra puerta seguido de Mark, quien también se veía asombrado—. Deberías estar en el hospital guardando reposo, ¿qué haces aquí? ¿te sientes bien?

—Sí~. Por cierto, sunbae, estuvo en la oficina de Kim TaeYeon, ¿cierto? ¿encontró algo?

Él dejó caer en su escritorio una carpeta sin ganas.

—Joder, ni lo menciones.

—¿No pudo encontrar nada?

—¿Quién crees que soy? Me las arregle para tomar un cabello de su cepillo. Le pedí a Jaehyun que viera si coincidía con el ADN del arete que le diste antes.

—Buen trabajo.

—¿Alguna noticia sobre su auto? —le pregunté esta vez a Mark, quien se ajustó sus lentes y se acomodó de mejor manera en su escritorio.

—Bueno, solo he descubierto la hora en la que se fue, usando más cámaras de seguridad ubicadas en el estacionamiento de su edificio —contestó.

—Ah sí, busque en los registros de viajes, pero el nombre de Kim TaeYeon no fue encontrado en ningún sitio —dijo DongHyuck.

—Sí ella no tomó un viaje rumbo hacia el extranjero, tuvo que tomar un autobús o un tren, o mínimo irse en su auto. Pero justo ahora, el auto no es encontrado —comentó JiWon.

—Alguien debió haber movido todo. ¿Qué hay de sus registro de llamadas? —le pregunté a DongHyuck.

Él tomó unas hojas ubicadas a un costado de su teclado y comenzó a hojear conforme leía.

—Aquí está. Identifique a todas las personas de las llamadas, pero la mayoría eran del CEO Jung y de gente del trabajo. Ella realmente tiene una vida aburrida —dijo DongHyuck.

—¿Teléfonos desechables?

—Mire las frecuencias telefónicas, pero no, no hay nada —DongHyuck y JiWon chistaron a la vez, hasta que el menor volvió a hablar—. Cierto, ¿conoce a la persona que nos llamó cuando fue lastimada?

Al instante se me vino a la mente YukHei.

Asentí. —Sí.

—¿Qué estaba haciendo él allí? —preguntó Mark al frente de mí—, digo, es un lugar lejano y es... Raro.

—Él solo estaba... Rescatando a un animal callejero —respondí.

—¿Qué? —dijeron al unísono.

—Él es dueño de la clínica veterinaria del piso de abajo del edificio en donde vivo —aclaré.

—Oh, ya veo —contestó JiWon.

—¿Fue investigado como testigo por la policía local? —preguntó esta vez DongHyuck.

—Lo llamaron justo cuando estábamos juntos.

For You ➸ LucasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora