III

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Algunas veces ocurre que persona posee poderes desde su nacimiento. Algo inusual pero muy probable.

- Hermana - dijo Anna

Veía a Elsa entrenar diariamente, en el jardín del palacio de Arendelle, y este día no sería la excepción.

- Hola Anna - saludo Elsa deteniendo lo que estaba haciendo.

- Elsa no puedes seguir así - comenzó a reprochar a su hermana mayor - la vida no termina con él

- Anna - bajo la mirada la futura heredera al trono de Arendelle - ni siquiera a comenzado

- Sabes que es imposible - aclaró el tema la chica pelirroja - necesita tener calma

- Eso es lo que hago - respondió algo molesta y dolida.

La verdad duele

- Maltratar te así - señaló lo que ella hacía.

Siempre Elsa entrenaba como una guerrera, preparada para cualquier batalla, su poder era inmmeso y por tantos años pasó desgracias por ello, su hermana agradecía que ya pudiera controlarlos - ¿es tu manera de calmar te? - alzó la voz su hermana menor, con sus ojos azules marcaba un alto. No quería ver su hermana de esta forma

- Sabes el orgullo que tengo - respondió - sabes lo sincera que soy contigo, pero no tienes derecho a decidir como debo vivir

- Elsa, trato de abrirte los ojos - cruzada de brazos respondió la menor de los Snow - por favor, trata de entender

- ¡Entender que! Anna - dijo alterada - ¿porque todo tiene una diferencia?

- Hay reglas y leyes, Elsa - calmo su voz antes de responder a su hermana - recuerda, debes cumplirlas

Anna Snow marchó de lugar donde su hermana entrenaba con su poder, dejándole un gran mensaje o un recordatorio.

« ojos azules, celestes. También hay verdes »

Hace más de un año conocí a quien llegó a enamorarme. Hiccup Haddock, príncipe de Berk y con un imperio de bestia a su control.

Sí, suena temeroso tener que conocer lo

Si no hubieran esas leyes que te marca y excluyen. ¿Abría una oportunidad para mí?

Nunca lo sabre, pero no dejaré de verlo solo por tener que lidiar con persona inferiores a mí, personas de la realeza que escogen por mí.

« Encontraré la manera de destruir todo ese egoísmo »

- Elsa - llamó la atención la peculiar voz que pronunciaba su nombre.

- Mérida - sonrió al ver a su amiga frente a ella - cuanto tiempo, ¿como estas?

- Dejemos esa charla para después - dijo la chica de cabellos alborotados color rojizo mientras tomaba su mano - ahora visitemos la frontera

Elsa entendió al instante que se encontraría con él

...

- ¡Jack! - reclamo la chica rubia de ojos azules al ver que el chico no la dejaba en paz

- Te alteras muy rápido - hablo parando su risa que fastidiaba aún más a la joven - necesitas relajarte

- Jack necesito concentrarme - refutó la joven - sabes como reacciono cuando no me dejan en paz - susurro mientras cargaba el hacha

Legendary loversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora