Amantes Legendarios

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—¿Esta bien?
Dijo la chica del norte reposando su cabeza en el hombro derecho del chico de ojos verdes.
Hiccup tomó su mano, tenía un sentimiento tan cálido que hacía entender que él aceptaba el por venir.
Era claro lo que pasaba, la pareja estaba a tan solo unos metros de los demas. Quienes con atención al sabio se sentaron alrededor como niños esperando un cuento de terror, solo faltaba la fogata y el cielo nocturno
—Las cosas que hice para evitar esto fallaron —dirigió su mirada hacia la joven —todo el esfuerzo fue en vano y no lo digo con disgusto —bajo su mirada —sólo espero que el desenlace sea justo y provechoso para todos
—Entonces tus ojos dicen lo que pensé —contestó Astrid muy concentrada en su mirada a los demás —aceptaste todas las consecuencias, te rendiste ante tu orgullo y terquedad de negar y ocultar todo lo que descubrimos juntos en el pasado
—Sabes por qué lo hice —dijo Hiccup encontrándose con su mirada —la verdad es... si te enfocas bien en el pasado el motivo era tan obvio
—Mi supuesta muerte y el dolor causante no tenía nada de vínculo en el destino de ambos — se separó un poco de su compañero mientras aún tenía la mirada puesta en él
—No seas mentirosa —habló Hiccup ante lo dicho por la joven —sabíamos perfectamente que podía pasar si nos descubrían... Recuerdas la promesa que nos hicimos
—Queras decir el acuerdo —aclaró la princesa
—Como sea —dijo el joven de Berk —el punto fue que si esto resultaba triste para ambos lo mejor sería retomar el curso dictado por nuestros padres... Tú por un lado seguirías en Bhelsay olvidando te de todo vinculado conmigo y aceptarías el compromiso con el príncipe de Dark
—Sí eso fue lo que dijiste —comentó Astrid reflexionando aquel momento donde estaban sentado alrededor de una fogata —y yo dije que te apartaras de mí y me olvidarás y con sinceridad aceptaras casarte con la princesa de Corona..
—Que todo de mi le perteneciera a ella—agregó el príncipe con mirada desafiante. La joven callo en signo de molestia y disgusto —¿que?... Así dijiste —reclamo el chico —y lo hice muy bien

La princesa veía como él tenía el sarcasmo controlado y su afán de reír eso le aclaró muchas cosas en ese instante, su esencia habia estado ahí, enterrado con muchos de sus problemas
—Volví Hiccup —dijo deteniendo sus ojos en ella —y no me pienso ir a ningún lado
Fue más que suficiente para que ambos se abrazaran y lejos de estar en desacuerdo

En más de tres metros ya estaban los otros esperando el cuento de terror narrador por el anciano
—Astrid y Hiccup son descendientes del sol —comenzó el hombre —no se asombre ni se burlen por que lo eh comprobado con el paso de los años solo que ambos lo ocultan muy bien. El pasado fue escrito por algunas personas y oculto de muchas, esta leyenda que les voy a contar a pasado de generaciones y dispersado por muchas aunque ya manchadas por lucro y tragedias, más la vanidad esos fueron los ingredientes del porque hoy la gente está tan confundida
—Osea nos está diciendo que hay una buena razón del porqué esos dos se amén demasiado —hablo Mérida señalando los
—Así es. Escuchen atentos.. Hace siglos el mundo estaba en acuerdos, nadie era la diferencia pero creció el asesinato, la violencia y la maldad en conjunto, la absurdes más grande del humano fue culpar por el color de sus ojos, los llamados sureños o cálidos fueron acusados de asesinatos contra los fríos y así mutuamente fueron ambos,... llegando así la separación, divididos por el color de sus ojos, el sur llevaba la delantera eso es obvio hay una gran variedad de colores para la oscuridad ¿sabían?... Verdes, negros, marrones...
Los fríos fueron más tranquilos y se creían mejor, eso los dejo a su criterio —miró a quienes provenían de ahí.—en fin... Cosas demasiado detestable pasaron y fueron ocultados para las generaciones actuales, en ese entonces los dioses más poderosos fueron los que alumbraban el día y la noche... Para algunos aún lo siguen siendo hoy, el sol y la luna fueron la base para la leyenda de hoy, sus hijos o descendientes venidos en par a esta tierra tendrían los poderes y palabras para gobernar esta zona en paz y unión, en estos tiempos se llamarían pergaminos de unión eterna pero en el siglo pasado fueron llamados amantes legendarios
La credibilidad y astucia reinó entre quienes les intereso la historia, no se creían tontos pero querían creer
—así que —pronunció palabra la chica pensada, Mérida miró a sus compañeros y luego a la pareja distante que miraba con total atención —. Ustedes son esos amantes legendarios
—que absurdes—libero comentario El príncipe de Dark
—Exacto Jack—arremetió impulsivo y con casi un salto se levantó y fue pasivo hacia él. Hiccup trataba de ser lo más directo pero esa decisión y acción había explicado lo contrario. —Astrid es descendiente del sol al igual que yo
La mirada de Jack era penetrante y frío, su ira era evidente para aquello que miraban
—Muchachos, no deben dejar que sus emociones se apoderen de ustedes —habló el anciano mirando a la princesa de Bhelsay al ver que su nombre daba giros entre los dos jovenes—la verdadera desgracia debe estar esperando esos sentimientos en sus rostros, denle ese gusto aunque sea
—¿de que esta hablando? —dijo Jack apenas entendiendo que llamó a la calma el sabio
—Descendientes del sol —comentó Anna— así se hacen llamar... Verdad.
Ambos a sintieron con modestia mientras Anna tomaba un respiro —entonces ¿quienes son los descendientes de la luna?
—Anna basta —hablo Elsa aun con las palabras pasadas del anciano rondando en su cabeza
—Por favor Elsa, no quieres saber quienes faltan —hablo eufórica y molesta —... Estoy cansada —agregó tras escuchar su cansancio —no me tomen el pelo de tonta, dejen las historias fantasiosas para después. Si lo que el anciano dice de nuestros padres es real, debemos detenerlos
—Solo los detendremos con esa creencia. —dijo Astrid al ver a Anna como tomó las cosas —te voy a demostrar que eso es real
—Astrid...
Sin pronunciar más Hiccup y los demás vieron como ella había hecho lo impensable, fuego recorriendo como serpiente amigable por la cintura de la frágil mujer
—tiene el control —habló Heather después de observar detenidamente aquello admirable y bello, pero a la vez sentía miedo y un deseo de respuestas a sus preguntas —¿como?...
—Esa es su prueba y señal—hablo el anciano —de que la historia que les conté es real
—Ya deja de jugar —Dijo Hiccup con severa orden y mirada amenazante a la chica que tenía al frente y era la culpable de tantos asombros a su alrededor
—Las cosas no se hacen cuando tu quieras Hiccup —respondió admirando su obra maestra. El fuego que recorría su cuerpo sin dañarla se extendió hacia el aire con sólo un movimiento de su mano dejando casi desenvolver todos sus deseos de demostrar cuán maravilloso es el don que comparte con él pero paro y la llama se convirtió en ceniza flotante sin control alguno —ya regresaste,... —susurro
El chico entendió bien su mensaje y sonrió por modestia ante eso —entonces quieres saber quiénes son los restantes verdad —dio pasos agrandados de ego y astucia hacia la princesa Anna. Como si tuviera toda la confianza del mundo se acercó, preparándose para la noticia —los descendientes de la luna —pasó mirada tras ver los ojos con infinita atención que la contemplaban —Elsa y Jack
Apenas pronunció sus nombres todos dejaron caer su astucia y creyeron ciegamente —... Ustedes tiene la señal que buscabamos
—Astrid no estamos seguros —Aclaró Hiccup, tocando la del hombro para llamar su atención
—Yo se lo que vi —dijo dirigiendo primero su mirada a Elsa, quien la desviaba, luego al sabio — se que estoy en lo correcto... Verdad
—Claro que si —dijo el anciano
Hubo una extensa discusión del porqué o cómo se enteraron. Astrid contó lo esperado, habló de lo ocurrió encerrada con la heredera al trono de Arendelle, que ella poseía todas las cualidades que en ese momento no sabía que buscaba y le contó de su compañía antes de ella. Jack solo quedó callado y desviando mirada se hizo la idea de la posibilidad
—Posees ese poder, Elsa —dijo Anna apenas con el alma en el cuerpo
Ella solo atinó a responder con la cabeza, mientras las demás chicas tomaban respiro —entonces eres una descendiente...
—No lo digas —susurro mientras tomaba compostura —no crean que yo soy tan inocente —miro a Hiccup al ver como le prestaba atención —los amantes legendarios que dicen ustedes hace referencia a que se aman... Yo y el príncipe de Dark no tenemos ese sentimiento. Jamás vi en el otra cosa que mi boleto de entrada al sur
—¿Porque querías entrar al sur? —preguntó Heather algo que a la chica no respondió
—Recuerdo tu propuesta —dijo Astrid —tu querías unir norte y sur. Venias hablar con Hiccup verdad
En ese momento Jack interfiriendo dando la afirmación esperada, cosa que Elsa debatió e imploro que callara con la mirada —son motivos suficientes para saber que eres tú la elegida —contestó

—callate —dijo Elsa dejando que sus ojos la guiarán a cualquier sitio pero sólo tropezó con la mirada del chico pensado en su mente y se sintió tan débil al querer admitir la posibilidad de amarlo —¿que tienes que decir a esto? príncipe de Dark
El chico se tomó su tiempo
—La verdad quiero salir de aquí, la verdad siento que soy especial —atinó a reírse —la verdad... No creo ninguna palabra, pero puedo afirmar que Astrid tiene ese magnífico don que hace anhelar mas irme con ella a Bhelsay y alejarla de quien le está haciendo daño
La espada fue sacada de su lugar y Jack tenía el control mientras Hiccup hacia lo mismo y entre las miradas perdidas y Astrid del lado de domador fue como se debatía la inseguridad del joven Darkiano —volvamos al norte, ¡dejemos esto aquí! Vámonos a casa
—Jack —principio su nombre —mírame —dijo la chica que acto seguido la obedeció. Astrid daba pasos acercándose a él, sólo para rozar su mano con la mejilla del joven, Jack sintió la cálida sensación dada por ella, mientras de lejos Hiccup observaba con seriedad y disgusto interno. Eso dio la señal a que bajaran sus armas. La mujer le dejó claro que ya no le pertenecía, que dejara esta finta de valiente príncipe y aceptará esta decisión.
—Ellos necesitan tiempo para aceptar su porvenir a este mundo —hablo el sabio
—Y tiempo es lo que temo que falte —habló Hiccup mirando al cielo y sintiendo cómo en su interior las cosas no estaban nada bien —¡debemos irnos ahora!... Ya tardamos mucho aquí
—Están en la frontera... Si los dioses nos ayudan podremos llegar a tiempo antes de que Pich logre sacar su nefastas ramas de la línea que separa estos dos mundos —hablo Heather subiendo a su dragón
—¡Vayan con cuidado!

Así fue la despedida de ese lugar con su alerta gritada al aire. La retirada de todos montados en sus dragones y la velocidad en la que iban. No tardarían mucho en llegar a su destino, la frontera estaba hecha para escena de desastres, así lo tenía planeado Pich, se alegraba por dentro de tener la satisfacción del control entre los grandes líderes del sur y al otro lado a los confundidos y enojados líderes del norte sin saber lo que les espera. Pero también se sentí frustrado por no saber el paradero de quien tenía en la cabeza, aún su plan no estaba completo, y eso lo enojaba aún más.

22 de mayo, 2020

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