IV

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¿De quién están hablando?

...

- ¡Estamos en la frontera! ¿Porque, Patapez?

El joven príncipe mostraba su enojo con solo una mirada, no le agrada la idea de que su amigo de toda la vida le halla engañado para traerlo hasta acá

La frontera entre Arrendelle y Berk

- Hiccup debes tranquilizarte - exigía su amigo, sabiendo que él estaba al tope de las emociones negativas en ese momento

- ¡tranquilizarme! - hablo Hiccup con expresión poco amigable - nos vamos

Camino hasta estar cerca de su dragón quien ya esperaba recibirlo en su lomo

- Hiccup espera - detuvo a su amigo. Patapez se acercó hasta él para calmarlo un poco - Te traje aquí necesitas verlas

...

- ¡Hola! - exclamó la chica de cabello alborotado y color rojizo

Se podía ver a la distancia que estaba acompañada, ambos montando a caballo se acercaron tranquilas mientras el príncipe de Berk junto a su amigo esperaban - cuanto tiempo sin vernos

- Y debería ser así - dijo con amargura y firmeza Hiccup

La alegría de la joven se desvaneció

- Aún estas con esa actitud de seguir las reglas - dijo Elsa ante el silencio de Mérida - pensé que con este tiempo que te hemos dado, cambiarías en ese aspecto

- No lo haré, Elsa - decreto Hiccup ante la mirada fija que le tenía a la joven

- por favor, dime que te hizo así - dijo algo alterada la joven de cabellos claros

- Elsa, basta por favor - dijo la princesa Mérida al ver el tal enojo de la joven

- Desde que te conocí, has sido así, pero se que nunca fuiste de esta manera - hablo fuerte y claro la futura reina de Arendelle - ¿que te ocurrió?

Patapez se sintió algo incomodo, esa pregunta le traería recuerdos a su amigo y eso le preocupaba. En cambio Mérida obto por bajar la mirada y esperar a que esto termine

- Aprendí que obedecer las reglas son lo mejor para uno - respondí frío y serio Hiccup ante la duda de Elsa - y lo aprendí de la peor manera

- Sé que estuviste apoyando a que todo esto de las diferencias entre nosotros, los fríos y cálidos se disuelvan - respondió tan rápido como Hiccup le dio la espalda

El joven vikingo apretó sus manos y su cabeza comenzó a recordar aquello que aun le dolía

- Fue un error, creer que tenemos algo en común - dijo entre susurro

«Fue un error tener esperanza»

- Hiccup, estamos aquí para verte. Tu amiga y yo arriesgamos todo para ver a un viejo conocido - dijo algo tranquila, Elsa Snow

- Pierden su tiempo, no las recibiré con los brazos abiertos

Hiccup camino hasta su dragón. Un furia nocturna que había tenía su historia con él, se monto y estaba decidido ha irse

- ¡Chicos!

Exclamó a lo lejos alguien montado en un dragón, pesadilla voladora

- ¿Ese es....... ¡Patan!? - dijo Mérida al identificar al jinete - ¡esta montado en un dragón!

«por todo los dioses»

- Afirmativo - dijo Patapez algo relajado y feliz de ver que aún no se a perdido la costumbre

Legendary loversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora