Cosmos

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Han pasado dos días desde su varonil competencia y Todoroki aun resiente todos sus músculos. Y ni siquiera está seguro de que aquello haya sido benéfico. Si quisiera un cuerpo musculoso como el de Kirishima o el de Bakugo tendría que realizar esa clase de ejercicio más tiempo. Sinceramente no está por la labor. Se conforma con saber defenderse en una pelea cuerpo a cuerpo.

Pero sigue tan devastado que sus prácticas con Bakugo se han suspendido por tres días.

Sin embargo le hace feliz el recuerdo de haberse aferrado al cuerpo de Bakugo. Haber sentido su calor. Aspirado su aroma.

El recuerdo de haberlo tenido en su habitación dejándolo en su futón con cierta delicadeza hace que se le acelere el corazón. A veces se encienden sus llamas y tiene que recordarse que es peligroso.

Pero Bakugo no se ha acercado a él desde entonces. Sigue yendo al gimnasio con sus amigos, con el brazo de Kirishima siempre sobre sus hombros y la cantarina voz de Kaminari opacando los gritos del rubio mayor.

Por las tardes lo ve irse junto a Midoriya. Su semblante dista del que pone junto a sus amigos de la U.A. Es más expresivo. Va más allá de la molestia, irritación o frustración. A veces Bakugo mira a Midoriya — su Deku — y su rostro adquiere una fuerza luminosa que es igualada por la expresión resuelta del más bajito.

Son como dos estrellas gemelas.

Y él se siente como todo ser humano que comprende que es una mota de polvo en el vasto universo.

Siente su pequeño acercamiento insignificante. Y a Bakugo más distante que nunca. Inalcanzable.

Así que se sorprende cuando ve a Bakugo acercarse a él al finalizar las clases. Lleva la mochila colgando de un hombro y la expresión desdeñosa que hace que las chicas de otros cursos suspiren por él. Porque viene a ser el estereotipo de chico rudo y pendenciero.

—Bastardo — le saluda —, ve esta tarde a donde siempre.

Sin más se aleja. No espera una respuesta, Bakugo es así. Confiado. Sabe que los demás van a seguirle. O cree que lo harán. Hasta el momento esa creencia no lo ha defraudado. Kirishima va tras él sin que el blondo se lo pida; su equipo para la clase entre el grupo A y B también lo siguió sin dudar. Midoriya fue tras él cuando lo secuestraron.

Incluso él mismo aceptó proteger a Bakugo en el campamento. Obedeció su orden de dejar que Fumikage destrozara al villano antes de tranquilizarlo. Y peleó por él hasta que se lo arrebataron de las manos. Fue a su rescate.

Si se pone a pensar con detenimiento siempre le ha ido persiguiendo.

Quiere confiar en Bakugo y que este confíe en él.

Quizás él no pueda asegurar que sería seguido por los demás como si de un líder nato se tratase. Pero si Bakugo le siguiera no necesitaría más.

A su alrededor sus compañeros reanudan sus actividades al ver a Bakugo y Kirishima partir.

Kaminari se les une después, va jalando a Sero mientras comenta alegre que esa tarde irá por Hitoshi.

Si Midoriya y Bakugo son estrellas. Bakugo es para sus amigos un planeta alrededor del cual orbitar.

Todoroki se pregunta si él es un agujero negro y por tanto carece de luz. Si es imposible de ver (o casi). Pero ¿no debería ser suficiente su fuerza de atracción para llamar a su lado a Bakugo?

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