La figura enfundada en una sudadera negra parece encogerse ante el frío que hace, ha estado nevando desde las primeras horas del día, de modo que se ha acumulado en el patio externo del edificio de los dormitorios. No es un clima agradable para todos. Bakugo tiembla incluso con la ropa térmica especial para brindarle más calor, lleva pantalones de cargo y botas, las manos enfundadas en guantes verde oscuro. Tiene las mejillas adorablemente tintadas de rosa, pero sus fieros ojos carmín bullen en su rostro.
Todoroki enciende sus llamas y regula su temperatura. Lleva pantalones de chándal y una chamarra ligera.
A los pies de Bakugo se acumulan montoncitos de nieve que el rubio ha ido apilando con sus botas. En el brazo derecho lleva una granada como la de su traje de héroe aunque más pequeña. Ha sido diseñada por Hatsume y su función es la de lanzar proyectiles a gran velocidad, no se basa en las explosiones fieras del blondo, sino en una serie de dispositivos que le recuerdan a las balas de pintura del paint ball.
La idea es mejorar sus reflejos, Bakugo ha dicho con su usual humor que él parece tener los reflejos de un gato... muerto. Considera que no es tan malo, con sus quirks que pueden usarse de barreras para evitar los ataques en realidad no necesita demasiado. Sin embargo Todoroki sabe que no es del todo cierto la conjetura de Bakugo. Sin bien el hielo y fuego pueden utilizarse de pantallas para eliminar o limitar ataques, también es cierto que requiere de lugares amplios y preferentemente trabajar solo. Recuerda el ataque conjunto de los chicos de Seijin, donde pudieron controlar la situación momentáneamente, de manera que pudo derrotarlos solo por su estrategia. Pero ellos no eran TetsuTetsu, un oponente contra el que el hielo no servía puesto que la fuerza física del chico del grupo B era grande, y el fuego tampoco lo hizo retroceder. Aunque no fue derrotado tampoco ganó. Sabe que contra oponentes fuertes como Midoriya el hielo no haría gran diferencia, y el fuego es susceptible al viento. Oponentes rápidos como Bakugo podrían aplacarlo. Y su fuego no es el más poderoso, recuerda las llamas azules del villano del campamento y su enfado crece.
Necesita un tiempo de reacción como Bakugo. Y quizás clases sobre su manejo del fuego con su padre. Para variar le gustaría ver a Endeavor pelear. En su batalla contra el nomu de élite su padre demostró un poder abrasador con sus llamas, fuerza física, estrategia y reflejos.
Supone que compararse con el héroe número uno es idiota. Pero si hay algo que desea con la misma intensidad que quiere a Bakugo es sobrepasar a su progenitor.
Todoroki no es un hombre ambicioso ni de muchas metas. Tiene objetivos establecidos que piensa cumplir.
Mientras contempla a Bakugo organizar su granada se dice que no puede ser débil. Debería tener confianza en sí mismo. A Bakugo no parecen gustarle las personas cobardes y él no piensa serlo de nuevo.
—Las reglas son fáciles, bastardo — dice Bakugo, la mano libre la tiene en la cadera y una sonrisa burlona cruza su rostro, como si vaticinara alguna clase de dolor para Todoroki y eso le complaciera —. Voy a atacarte y tu misión es esquivar. No contraatacar.
La sonrisa de Bakugo se extiende por su rostro y dota la expresión de pura maldad.
Todoroki asiente, listo para la rafaga de proyectiles sin embargo lo recibe una pequeña tormenta de nieve producida por Bakugo que ha hecho explotar los montoncitos de nieve que juntó. Nublando su vista. Se lleva las manos a los ojos en un intento por evitar que la nieve entre en ellos pero todo lo que ve es un manto blanco a su alrededor y un cielo plomizo donde no brilla el sol puesto que es tarde. Agudiza el oído en espera del siguiente movimiento de Bakugo. La nieve crepita bajo las botas del blondo y luego hay otra explosión a su derecha. No obstante el primer proyectil le llega del lado izquierdo, le roza el hombro y Todoroki da un brinco hacia su derecha.
La cortina de nieve empieza a bajar cuando una lluvia de proyectiles le es disparada desde arriba. No escuchó ninguna explosión y todavía no puede ver la figura de Bakugo. Salta hacia atrás cuando impacta contra el brazo de Bakugo que lo golpea hacia el frente mientras impulsado por su propia fuerza el blondo retrocede dejando un espacio entre ambos de metro y medio. Levanta el brazo con la granada y vuelve a disparar. Todoroki sabe que si utilizara alguno de sus quirks estaría bien, conjura sus llamas tan pronto como la idea cruza su mente, pero los proyectiles no se detienen. Se expanden con el calor y explotan en su cara liberando un polvo rosa. Cae sobre la nieve con un golpe seco que le saca el aire. Bakugo se carcajea antes de volver a la carga.
—Vamos bastardo. ¿Qué mierda crees que haces? Esto es patético.
Todoroki quiere responderle pero entonces nota su cuerpo paralizado. Así que se mantiene quieto cuando Bakugo prácticamente aterriza sobre su regazo. El blondo ni siquiera está sudando, pero la distancia es tan poca que por primera vez Todoroki nota los dispositivos que conectan sus guantes con la piel del blondo. Una especie de silenciadores.
Bakugo le mira desde su posición sobre la cadera de Todoroki, frunce el ceño como si estuviera contrariado. O como si tuviera un gran debate interno. Lo cierto es que mientras más se acentúa su molestia va dejando menos distancia entre sus rostros al inclinarse.
Cuando Todoroki quiere preguntarle qué es lo que está haciendo es que Bakugo cubre su rostro rojo justo antes de besarle.
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Espero que este capítulo les guste.
Gracias a quienes leen, votan y comentan.
Al fin sé el final de esta historia solo que me he explayado demasiado. Espero que les gusten las historias largas.
¿Se esperaban un beso así?
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Delicado
FanficTodoroki no se da cuenta, de hecho Bakugo tampoco lo hace, sin embargo están ahí; juntos. De una manera que no llega a ser íntima, mas han avanzado tanto que, por otra parte, no pueden llamarse simplemente compañeros de clase. -Bakugo es delicado. ...