Capitulo 17

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Cuando Harry se marcha a trabajar, finjo estar dormida, ya que no hay modo de que pueda manejar una conversación con él. Lo escuché ir a la habitación de Lily antes de irse, me giré para mirar el monitor de video y lo atrapé mientras se inclinaba sobre la barandilla y dejaba un beso en su frente, de la misma forma que lo hizo conmigo más temprano. Mi corazón se rompe en un millón de pedazos, pero es mi única opción. Es la única forma en la que puedo asegurarme de mantenerlos a salvo a Lily y a Harry. Espero el sonido del coche al dejar la calzada y salgo de la cama. Voy al armario, agarro mis bolsos y comienzo a arrojar mis pertenencias allí. En el baño, agarro mis productos para el cabello, maquillaje y el cepillo de dientes; puedo reemplazar todo lo demás. Una vez que estoy satisfecha porque he cubierto las necesidades principales, voy a la habitación de Lily y hago lo mismo, tomando solo lo necesario.
Bajo los bolsos por las escaleras, luego rápidamente alimento y cambio a Lily a ropa cálida antes de llevarla abajo. La dejo en el corral y me apresuro hasta la cocina para agarrar un bolígrafo y papel.
Simplemente no puedo marcharme sin al menos dejar una nota para hacerle saber a Harry que me voy. Estoy a punto de comenzar a escribir cuando suena el timbre de la puerta. El sonido me sorprende, haciendo que se me caiga el bolígrafo. Ni siquiera necesito observar por la mirilla para saber quién se encuentra al otro lado de la puerta. Tenía la esperanza de evitar una confrontación fea con mis padres, pero claramente no se suponía que fuera así. Ahora mi única esperanza es sacarlos de aquí tan rápido como sea posible y, de algún modo, asegurarme de que no me sigan cuando me marche.
Abro la puerta y me enfrento a mis padres; las expresiones en sus rostros son terriblemente glaciales. La altura de mi padre es intimidante, mide al menos un metro ochenta y cinco, en comparación al metro cincuenta y siete de mi madre, que es mucho más baja. Mi madre se ve impresionante, perfectamente calmada en pantalones oscuros y un abrigo blanco de gabardina. Mientras que mi padre siempre el hombre de negocios, viste un traje. Detrás de ellos se halla su abogada Felicia; evidentemente no han desperdiciado tiempo en tratar de alejarme de Lily.
—¿Qué hacen aquí? ¿Qué quieren? —pregunto fríamente, mi tono a juego con sus expresiones.
Mi madre me mira antes de hablar. —Mia. ¿Qué forma es esa de recibir a tus padres?
—Tienes razón, qué grosera. Melinda, Michael, ¿qué mierda hacen aquí? — espeto. Me sorprende lo poco que me afecta su presencia. Lo que me hace darme cuenta de que estoy mejor sin ellos.
—Es suficiente, jovencita —me regaña mi padre—. Hemos venido para verte y lo menos que puedes hacer es invitarnos a entrar.
Dudo por un momento, pero decido que hacerlos entrar y salir rápidamente es mi mejor opción para una salida despejada. Abro más la puerta y me echo a un lado, permitiéndoles entrar. Cierro la puerta detrás de ellos y los adelanto rápido para cargar a Lily. No quiero que ninguno la toque.
—¿Esta es nuestra nieta? —pregunta mi mamá, con muy poca emoción.
—No, madre, me deshice de ella hace mucho tiempo. Este es un bebé que recogí en el camino —digo, atacándola con sarcasmo al responder su pregunta tan estúpida.
—Mia —advierte mi padre.
—¿Por qué trajiste a tu abogada a un simple viaje para visitar a tu hija?
—Porque esto se ha prolongado demasiado tiempo, jovencita. Es tiempo de que hagas lo correcto. Entrega el bebé a los padres adoptivos que se la prometiste y ven a casa con nosotros.
—No se la prometí a nadie, ese fuiste tú. Tomé mi decisión cuando me fui y no hay nada que puedas decir o hacer para hacerme abandonar a mi bebé o regresar con ustedes.
—Harás lo que decimos —dice, enfrentándome.
Retrocedo y pongo algo de distancia entre nosotros.
—Firmarás los papeles, le darás la bebé a Felicia, y se asegurará de que llegue a donde es debido. Entonces te montarás en un avión de regreso a casa con nosotros.
—Sobre mi cadáver. —El alivio me invade ante el sonido de su voz. Miro sobre mi hombro para ver a Harry de pie en la puerta, su rostro duro como piedra
No tengo ni idea de qué hace aquí, pero lo agradezco. No sé por qué pensé que podría manejar sola a mis padres.
Mi padre se gira para enfrentarlo. —Mantente fuera de esto, Harry.
¿Harry? ¿Cómo mi padre sabe su nombre? ¿Ellos...? —¿Se conocen?
Mi madre se para a mi lado. —Harry nos hizo una visita hace un par de semanas. ¿No lo sabías? —pregunta mi madre, restregando mi inconsciencia en mi cara.
Mis ojos se amplían con ira. —¿Hiciste qué?
—Hablaremos de eso más tarde. Solos —dice, y sé que debo dejarlo pasar. Tenemos que concentrarnos en deshacernos de mis padres—. Vi un coche con ventanas tintadas aparcado en la calle y tuve un presentimiento, así que aparqué en la esquina y esperé. Cuando regresé, vi el coche en la calzada y sumé dos más dos.
Se acerca a mí y a Lily y coloca un brazo sobre mi hombro.
—No puedes estar hablando en serio, Mia —declara mi madre con el ceño fruncido—. ¿Desafiarás a tus padres por este hombre?
—Este hombre ha sido nada menos que maravilloso para Lily y para mí. No sé dónde estaríamos sin él, pero para responder a tu pregunta, madre, no. No estoy desafiándolos debido a Harry. Lo estoy haciendo por Lily, porque merece tener a su madre con ella, te guste o no. Esta no es tu decisión, es mía. Solo regresa a casa, llévate a tu equipo contigo y déjame en paz.
Harry aprieta mi brazo. —Mia y Lily no van a ningún lado con ustedes. Dijo lo que pensaba, vinieron, lo vieron y ahora pueden irse.
—¡Esto no ha terminado, jovencita! —gruñe mi padre.
Harry se mueve para ponerse de pie delante de mí, colocándonos detrás de su espalda. —No. Ha terminado. Ha terminado porque si aparecen aquí otra vez, los arrestaré por violación de propiedad y conseguiremos una orden de restricción contra ustedes.
—No tienes idea de lo que haces.
—Sí la tengo, porque a diferencia de ustedes, yo de verdad amo a su hija y a su nieta y haré cualquiera mierda que sea necesaria para protegerlas. Si eso significa que tengo que enfrentarme a ustedes, que así sea, y estoy bastante seguro de que su abogadita les dirá que la ley se encuentra de nuestro lado
Se miran entre sí, intercambiando miradas y deliberando en conversaciones silenciosas con sus ojos. Parece como si pensaran que por ahora han terminado. Mi madre se acerca a nosotros y se mueve para tocar a Lily, pero me retiro rápido, dando un paso atrás y niego con la cabeza.
—Mia, para que conste, queremos lo mejor para ti —dice estoicamente.
—No, nunca les ha importado una mierda lo que es mejor para mí, madre.
No dice nada en defensa propia y simplemente asiente. —Estamos en el hotel en First Street. Estaremos allí hasta mañana en la tarde, en caso de que cambies de opinión.
—No lo haré. Tengan un buen viaje —digo al tiempo que los acompaño a la puerta principal.
Harry los sigue para asegurarse de que se vayan.
Tomo una profunda y tranquilizadora respiración, y regreso a Lilly al corral.
Harry fue a verlos, me mintió, confié y me mintió. Ni siquiera sé qué hacer con esta información. ¿Por qué iría a verlos? ¿Quería que vinieran a llevarme? Eso no tiene sentido, no me habría defendido ahora si eso era lo que quería.
—¿Ibas a algún lugar? —pregunta, mirando mis bolsos en el piso cuando regresa dentro.
Lo miro por un minuto, sin estar segura de qué problema manejar primero. —Esa semana cuando te fuiste y dijiste que ibas a entrenar. ¿En realidad fuiste a ver a mis padres, cierto?
—Sí.
—No puedo creerlo. ¿Cómo pudiste hacerme eso, Harry? Confié en ti.
—No quiero discutir contigo, Mia. No era algún plan malévolo para herirte o mentirte. Acababas de decirme que estuviste pensando en tu madre. Dijiste que no existía la posibilidad de una reconciliación, pero quería estar seguro. Necesitaba ir allí y verlo yo mismo. Pensé que tal vez te equivocabas, tal vez había esperanza y podría reunirte de nuevo con tu familia.
—Bueno, hiciste un gran trabajo, ¿no es cierto? Los trajiste hasta mí.
—No. Nunca les dije dónde te encontrabas o como localizarte. Después de reunirme con ellos, sabía que tenías razón y que no les importaba una mierda hacer las paces. Me fui enseguida y no te lo dije porque no quería empeorarlo, ya que estabas muy molesta por ello. Nunca quise herirte ni traicionar tu confianza
Le creo. Lo conozco. Conozco su corazón, y está claro para mí que me dice la verdad. Quiero discutir, decirle que estoy enojada, que no puedo perdonarlo, pero después de la escena que acaba de desarrollarse en esta sala de estar, no soy capaz. Es la única persona que siempre ha estado ahí para mí. ¿Estoy dispuesta a arrojar eso a un lado por una mala decisión de juicio?
—Te creo, pero eso no explica cómo me encontraron —digo.
—No lo sé, pero veré si puedo descubrir algo. —Baja la mirada al suelo de nuevo, donde se hallan mis pertenencias—. ¿Por qué los bolsos, Mia?
—Harry... Yo...
—¿Planeabas dejarme? —prueba. Se inclina contra la pared con sus brazos cruzados sobre el pecho.
Bajo la mirada hacia mis pies, incapaz de responderle. Dios, esto es difícil. Por esto es que quería escabullirme, es por esto que no quería decir adiós.
—Ibas a hacerlo, ¿no es así? Ibas a dejarme, sin una palabra. Simplemente ibas a huir y llevarte a Lily.
Lo miro con lágrimas en mis ojos y sigo sin poder encontrar las palabras.
—¿Por qué? —pregunta, y el dolor es evidente en sus ojos—. Oh, guau. — retira de la pared y da un par de pasos hacia mí—. Anoche cuando hicimos amor, sabías que ibas a hacer eso, ¿cierto?
—Sí. Lo sabía —digo con la voz quebrada; las lágrimas se derraman por mi rostro.
—¿Cómo pudiste hacer eso?
—No tenía opción.
—Siempre tienes una opción a menos que... lo sabías, ¿no es así? — pregunta, comprendiendo el hecho de que había prevenido los eventos de esta mañana.
—¿Sabía qué?
—Que vendrían tus padres. Dijiste que no tenías contacto con nadie en casa,
entonces, ¿cómo podías saberlo? —No importa.
—Sí importa.
—No puedo, Harry. Por favor, por favor déjalo estar. —Da un paso hacia adelante al tiempo que retrocedo otro; necesitando mantener mi distancia y luchando con la urgencia de correr hacia él y decirle todo.
—No puedo hacer eso.
—¿Crees que quiero esto? ¿Piensas que quiero dejarte? ¿Qué quiero estar lejos del hombre que amo, alejar a Lily de un buen hogar? Es la única manera de mantenerla a salvo.
—¡Yo puedo protegerla! —grita, extendiendo los brazos con frustración. —No puedes. Van a seguir viniendo. Harry, esto no va a terminar nunca.Tengo que tomar a Lily y marcharme.
Se acerca a mí.
—No te irás. No te dejaré ir.
—No puedes retenerme —digo, elevándome en las puntas de mis dedos, de modo que estoy cerca de su rostro—. No soy tu prisionera.
—Tienes razón. Dios, Mia, tienes razón y te amo. Odiaría dejarte ir, pero si eso es lo que quieres hacer con tu vida, bien. Anda. Pero no te vas a llevar a Lily contigo.
Mis ojos se amplían y tengo que controlar la urgencia repentina de golpe algo.
—¿Qué? Estás malditamente loco si crees que voy a irme sin mi hija.
—Eso es exactamente lo que creo. Si te vas, te vas sola.
Doy un paso hacia adelante, utilizando las manos para empujarlo tan fuerte como puedo. —No es tu hija.
—¡Te equivocas! Es tan mía como tuya. Amo a esa pequeñita y ella me ama. Me necesita para protegerla, incluso si tengo que hacerlo de ti.
—Hijo de perra. Me voy con Lily.
Agarra mi brazo y me sostiene en mi lugar, haciendo que centre mis ojos en él.
—No vas a ningún lugar, con o sin Lily.
—Eso no es lo que dijiste hace un minuto —digo, furiosa.
—Sí, sé lo que dije, estaba fingiendo. —Me suelta, y se acerca a mi equipaje y encuentra el que contiene todo mi dinero e identificación—. Esta es la única forma en la que puedes sobrevivir por tu cuenta —dice, sosteniéndolo en el aire—. Así que voy a llevármelo. Problema resuelto.
—Harry... por favor, no puedes hacer esto. ¡No me hagas esto! —¿Quién te advirtió que tus padres iban a venir?

—El papá de Lily.
—¿El padre de Lily? —Se encuentra sorprendido, impactado, y tal vez un poco herido.
—¿Estás en contacto con su padre?
—No, normalmente no. Es la primera vez que he hablado con él desde antes que naciera.
—¿Cómo sabría algo de lo que hacían tus padres?
—Eso es todo, Harry. He dicho demasiado. Tienes que escucharme. Es más seguro para todos si simplemente tomo a Lily y me marcho.
—¿Volverás con él?
—¿Qué? No —digo, negando con la cabeza—. No, Harry. Te amo. Te quiero y ese no es el problema.
—Entonces, háblame. Dime lo que sucede para poder ayudarte, cariño.
Sus palabras me golpean con fuerza.
Quiero decirle. Quiero aceptar su ayuda, pero eso sería ponerlo en peligro y nunca podría vivir conmigo misma si algo le sucediera por mi culpa.
—No puedo —digo con tristeza. Detesto herirlo, ver la mirada de decepción en sus ojos.
Asiente y arroja mi bolso lleno de dinero sobre su espalda.
—Tengo que ir a trabajar. Mantén la puerta con llave y no le respondas a nadie. Llámame de inmediato si regresan tus padres. ¿Comprendes?
—Sí —respondo dócilmente. No tengo elección, se ha llevado mi única opción. Estoy atrapada aquí y, ahora Harry y Lily se encuentran en la línea de fuego.

Strong |HS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora