Capitulo 20

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Salto cuando escucho sonar el teléfono de Harry. Debo haberme dormido en el sofá de alguna manera después de pasar la mayor parte del día paseando por la casa y llorando. Mandy y Chris se detuvieron para ofrecer su apoyo. Carol y Steven se han ido a comprar comida, la cual, puedo garantizar que no seré capaz de tocar. Mis padres han mantenido una presencia constante en la casa, pero sorprendentemente se han quedado fuera de mi camino.
―Ha sido visto dirigiéndose al sur, en Park Avenue. Voy a ir a ver qué puedo averiguar ―dice Harry
―Voy contigo.
―No. No te quiero cerca de esa área. Ni siquiera se supone que esté allí. Mantén tu teléfono contigo y te llamaré. ―Pone un rápido beso en mi frente y antes de que pueda discutir, se ha ido, dejándome atrás. Miro a mi alrededor, a esta casa que se ha convertido en mi hogar. Miro alrededor, preguntándome cómo sería vivir sin las dos personas que la hacen precisamente eso, un hogar. Harry y Lily son mi hogar y sin ellos no quiero estar en esta casa. No puedo sentarme aquí ni un segundo más esperando noticias de mi hija, esperando a ver si Harr volverá indemne. Ni un segundo más de hacerme la víctima.
Agarro mis llaves y hago una carrera hacia la puerta, lista para abrirme paso a través de cualquiera que trate de detenerme. Puedo oír a mis padres llamándome pero sigo adelante, sin detenerme, sin mirar atrás, porque la verdad de las cosas es que, sin Harry y Lily no tengo nada. Y si hay siquiera una posibilidad de que mi presencia pueda hacer una diferencia en lo que está a punto de pasar, tengo que estar allí. Tengo que tratar de traer a mi familia intacta; no podría vivir conmigo misma si solo me sentara atrás y no hiciera nada.
Salto en mi coche y arranco de la calzada en dirección a Park Avenue, no está tan lejos, a diez minutos en auto, a lo sumo. Acelero por la ciudad, rezando para llegar a tiempo, para que Nick no le haya hecho daño a Lily
Llego, pero no hay rastro de ellos y la calle está inquietantemente tranquila, aparco a un lado de la carretera y contemplo llamar a Harry, pero nunca me dirá en dónde está, no si sabe que estoy buscándolos. ¿A dónde irían? ¿Cuál sería la siguiente dirección lógica a seguir? De repente me doy cuenta. Desde este punto, solo hay una manera de salir de la ciudad, una forma de escapar, y es cruzando el Puente Bay Street.
Pongo el coche en marcha y manejo. Miro por el espejo retrovisor y veo que el coche de mis padres me ha alcanzado, pero no puedo frenar ni detenerme. Todo lo que me importa es llegar a mi familia, mi verdadera familia. No padres a los que nunca les importé, que nunca vieron, escucharon ni se preocuparon por mis sentimientos. En lo que a mí respecta, pueden seguir conduciendo por siempre.
Es entonces cuando llego a la entrada del puente, y luego veo la dramática escena desarrollándose ante de mis ojos. Conduzco tan lejos como puedo sobre el puente y hago un alto chirriante.
Nick está de pie junto a la cornisa del puente, con una mano, apuntando con un arma a Harry y con la otra, sosteniendo a Lily sobre el borde. Está rodeado por un sinnúmero de agentes de policía con armas en la mano y apuntándolo.
Mi corazón se detiene y todo mi mundo es una bruma, una serie de acontecimientos que condujeron a este momento en el tiempo, donde toda mi vida está en una encrucijada. Donde un hombre tiene el poder de decidir la forma en que irá mi destino.
Salgo del coche y corro lo más rápido que puedo hacia donde se encuentra Nick a un lado del puente. Antes de que pueda acercarme demasiado, un par de brazos rodean mi cintura, conteniéndome. Lucho contra el oficial e intento liberarme, pero su agarre es demasiado apretado, y sé que no sirve de nada. No hay nada que hacer ahora, no queda más que suplicar.
―¡Nick! ―grito, desesperada por obtener su atención.
Es como si el sonido de mi voz presionara el botón de pausa en un DVD. Nadie hace ningún movimiento, todos se congelan, se desvanecen en el fondo y desaparecen, y solo somos nosotros dos. Nick y yo.
―Mia, te lo dije. ¿No te lo dije? ¿No te advertí que te deshicieras de esta niña?
―Lo hiciste. Me advertiste, pero es mía, Nick. Solo mía. No tienes que hacer esto.
―Tuvimos algo bueno y jodiste todo. Pequeña perra estúpida, ¿por qué no te hiciste el aborto cuando te dije? Entonces todavía podríamos estar juntos
Me estremezco con el pensamiento, la idea de soportar más abusos de los que ya tuve a manos de este hombre.
―No estás enojado con Lily, sino conmigo, Nick. Solo conmigo. Así que, ¿por qué no le das la niña a Harry? Extiéndela hacia él y puedes tomarme en su lugar. No voy a pelear. Voy a ir contigo y podremos estar juntos.
―¡Mia! ―grita Harry, pero no lo miro, no puedo. Estoy desesperada y decidida a poner a Lily a salvo, y no me importa lo que cueste.
―Nick, escúchame. Dásela a Harry, y tú y yo podemos irnos. Iremos a cualquier lugar que desees. Puedes hacer lo que quieras conmigo.
―Es demasiado tarde, nena. Ahora lo saben, nos seguirán a todas partes, nunca nos dejarán en paz y todo es culpa de esta mocosa ―dice, sacudiendo el asiento de bebé.
Jadeo, encontrando cada vez más difícil respirar al verlo sostener a mi hija como una palanca. Empujo con fuerza, rompo el agarre del oficial que me retiene y poco a poco me dirijo al círculo interior, al punto en que estamos rodeados de armas.
―Déjala ir.
―Lo haré. La voy a dejar ir por este maldito puente. ―Cambia la dirección de la pistola y la apunta hacia mí―. No te acerques más, Mia. Sé una buena chica y escúchame.
Me detengo en seco y levanto las manos en señal de rendición. ―Por favor. Por favor ponla en el suelo, por favor. Dispárame. Dispárame ya, maldita sea. No me importa, solo no lastimes a la bebé.
Levanta el asiento del coche de Lily un poco más alto. ―¡Te voy a disparar! Voy a jodidamente matarte, pero primero, quiero que me veas matarla a ella. Amas a esta mocosa más de lo que me amas a mí y ahora voy a quitarte lo que más amas.
Mi latido golpea en mis oídos. Mi cuerpo empieza a sudar y un pánico casi doloroso se establece dentro de mí.
Desliza el asiento del coche más allá y lo bambolea para que se cierna sobre el puente.
Observo con horror, con los ojos fijos en su mano, sus dedos agarrando el mango. Puedo verlos contraerse, verlos moverse ligeramente, verlo aflojando poco a poco su agarre mientras pierdo la poca cordura y control que tengo. Grito, chillo y lloro de horror; el sonido penetra a través de la noche y se transporta sobre el puente al tiempo que comienzan a ceder mis rodillas, comienza a desaparecer el mundo. El dolor explota cuando siento mi cuerpo golpear repentinamente con fuerza, mientras conecta al hormigón con un ruido sordo, y luego no hay nada. Solo oscuridad

Strong |HS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora