Vampiresa

Vampiresa Millac

Era el siglo IX, platicaban unos conocidos de Millac, las chicas insistían que ella necesitaba un esposo, les parecía extraño que no aceptara ni a los pretendientes. La molestaban con Dave y él seguía la corriente al igual que los otros chicos.

Sí, un caballero como yo siempre la protegerá, debería casarse conmigo. Ya se lo propuse y se negó —las chicas envidiaban a Millac porque era bella y tenía a Dave a sus pies. No comprendían que no haya aceptado inmediatamente casarse con el joven; siendo un millonario de buen estatus social y muy apuesto.

Aagh, ya les dije. Yo quiero leer los libros que pueda, hacer lo que quiera, viajar y aprender más cosas del mundo; no me interesa casarme —replica Millac, ofendiendo a todos

Yo le puedo dar eso si lo desea, y más —dijo Dave

Es algo que quiero conseguir sola, no necesito casarme con usted —expresa

Bueno, bueno, algún día sé que aceptará mi propuesta, seré paciente  —finaliza sin modestia

—Millac levanta los ojos con indignación, le molesta que Dave se crea la gran cosa y más detesta su insistencia —Okay, no me siento muy bien, un gusto volver a verlos —dijo con cinismo. Se retira al carruaje para que la lleven directo a su casa

Al llegar a su habitación, coge un libro y se dispone a leer. Molesta porque su madre la engañó diciendo que iría a casa de Dave solo a entregar unos documentos para don Ramírez, el padre del susodicho, imaginaba que tramaba algo pero solo con el joven, no con todos

En el pueblo hablaban de Millac, la rara chica que aprendió a leer y escribir y que a pesar de su edad no le interesaba casarse.

Aaaagh mi madre me estresa, qué importa si me caso o no. Dave no me gusta. Si tan solo fuera su hermana la que quisiera casarse..., ¿qué digo? Dejó muy claro aquella noche que es una cobarde. ¿Es raro que sintamos atracción?, en cambio fue a contarle a su hermano. Si tan solo yo no hubiese intentado nada... Me pregunto si en el futuro sería posible... —pensaba triste sabiendo que no sería en un futuro próximo

Hija, ¡el sastre te hará un nuevo vestido para tu cumpleaños! —emocionada decía la mamá

Okay madre, no te pediré que no me hagas fiestas porque nunca escuchas lo que te digo, pero no me agradan esos chicos. Y pensé que don Ramírez me había tomado en cuenta... No vuelvas a hacer eso —furiosa

Pero si son de familia acomodada, mira a Dave, ese chico te ama; incluso lleva 3 años esperándote y él se puede encargar de la empresa—replica

No, él solo quiere estatus y es un manipulador, no lo tolero. Deberías apoyar a tu propia hija, la vez que padre se encontraba mal, yo dirigí el negocio sin que se dieran cuenta los demás, gracias a las enseñanzas que él me dio, yo puedo con eso y más —explica la joven

¡Por culpa de él eres así! ¡y mira nos dejó solas hace un año!, si no hubiese muerto... —expresa molesta y dolida

Hija, acepta que es un chico correcto. Y llegará a la fiesta así que debes verte aún más preciosa —finaliza

¡¿Por qué te preocupas más por lo que él pueda pensar y no por lo que yo pienso y siento?!. Me retiro donde el sastre —le enfurecía y entristecía que su madre fuera de esa manera con ella

Ansiaba el futuro, creía que con el tiempo habrían más mujeres como ella, y más libertad

El día de su fiesta de 18 años, Dave le ofrece un trago a Millac, la madre los observa con poco disimulo así que Millac lo acepta y toma un poco

Harta de la multitud, decide salir, así que se escapó de Dave y luego de unos minutos de falsas sonrisas y pláticas con los demás, sale al jardín trasero. Se adentra más, ese bosque era inmenso, ansiaba perderse y vivir en la naturaleza, al menos así no tendría que preocuparse por la sociedad en la que vivía