Amor Y Tiempo. [Castiel x Nathaniel]

30.- Celebración.

- Ya está aquí. - El manager habló cuando todos entraron al estudio.

El resto de la banda observó enseguida la herida de Castiel y a su acompañante.

Nathaniel los ignoró y observó el lugar. No solo estaba un estudio de grabación de audio. También un estudio con ya las cámaras listas y una escenografía bastante oscura.

- ¿Qué te pasó? - Preguntó Enric.

- ¿Quieres mi historia o la de Nath?

- Yo quiero saber qué es Nath. - Alejandro sonrió.

- Su novio. - Damián habló serio.

- ¿Novio? - Enric preguntó sorprendido. - No puede ser.

- Lo es.- Castiel sonrío y observó a Nathaniel. - ¿Qué tan incómodo estás?

- Mucho.

- ¡No! - Enric se acercó a Nathaniel. - No tienes por qué sentirte así. Somos como una familia para Castiel. Y tú eres su primera relación seria, debemos llevarnos bien.

Nathaniel lo observó sorprendido.

- No creo que todos piensen igual.

- No, no lo hacemos. - Damián habló.

Enric observó a su amigo serio.

- No le hagas caso, Damián es un amargado. ¡Ahora eres familia!

Abrazó a Nathaniel.

El rubio solo observó a Castiel extrañado.

- Debí advertirte de Enric...

- Demasiado tarde. - Alejandro sonrió. - Bueno ¿Empezamos?

- Por favor. - El manager se alejó para preparar todo.

Damián observó a Castiel, el pelirrojo se acercó.

- Se que no crees que sea bueno... Pero dale una oportunidad. - Habló bajo para que no lo escuchara nadie más.

- Te pone en riesgo, pone en riesgo la banda.

- Solo una oportunidad.

Damián se alejó rápidamente.

Nathaniel observó a Damián y ladeó la cabeza.

- Sí molesto puedo irme.

- Claro que no molestas. - Enric le sonrió.

- Nos gusta tener público. - Alejandro le siguió.

El rubio observó a Damián, el cual estaba afinando su guitarra.

- Está bien... Debemos conocerte mejor.

Castiel sonrío.

- Vamos.

- ¿Podrás hacer tus tomas? - Diego observó el pie.

Castiel se paró bien y probó.

- Sí. Solo uno que otro descanso.

- Empecemos.

Nathaniel se sentó alado del manager y todos empezaron su trabajo.

Castiel enseguida entró en su papel y realizó su trabajo de forma impecable.

Nathaniel lo observó todo el tiempo embobado. No le importaban las tomas sexis con las modelos, por que Castiel se veía tan bien que no podía pensar en nada más.

Ver cómo Castiel disfrutaba tanto lo que hacía y cuánto empeño le ponía. Dejó a Nathaniel mucho más encantado de lo que pensaba estar.

- ¡Y fin! - El manager sonrió.