Amor Y Tiempo. [Castiel x Nathaniel]

40.- ¿Final de la guerra?

Jason observó furioso a Nathaniel mientras sus empleados lo dejaban caer frente a él.

A pesar de los golpes que se le veían por toda la cara al rubio, seguía manteniéndose erguido, aunque no podía más que estar de rodillas.

- ¿Ahora si me matarás? - Habló serio.

- Eso quisieras.

Se acercó a él y lo tomó del cabello. Lo observó serio y suspiró — Nathaniel... A pesar de todo soy un optimista, estos días nos hemos llevado muy bien... — Se acercó y le dejo un beso en la comisura de sus labios.

Nathaniel hizo una mueca.

— Llevado bien... estar atrapado a la fuerza contigo, diría yo.

— Ah, hoy vienes con valor ¿Acaso viste a algún teñido que te subió las esperanzas?

— No.

— No... ¿Crees que soy estúpido? — Lo soltó y lo lanzó al suelo. —Todo iba bien, pero tenías que salirte y meterte en su cama.

— Jason... así no son las cosas— Nathaniel intentó abogar, más que por él, por Castiel, no quería meterlo en problemas.

— Me estás desesperando. — Jason dio la orden para que todos sus matones salieran.

Ya que estaban solos, Jason caminó a servirse un trago y suspiró bebiendo.

— Jason — Nathaniel suspiró. El policía le había dicho, una semana, algunos días, no sabía cuánto tiempo necesitaba, pero necesitaba un poco más para que todo esto acabara. — Por favor.

— ¿Y el valor de hace un momento? — sonrió burlón— Vamos, sigue con el valor y dime en la puta cara que vienes de acostarte con Castiel. Dilo.

— Jason... ya te dije que no son así las cosas...

El pelirrojo le lanzó el vaso a Nathaniel, quien solo pudo cubrirse con los antebrazos.

— ¡Fuiste muchas cosas Nathaniel, pero no un mentiroso!

— ¡DESDE QUE TE CONOZCO NO HE HECHO MÁS QUE MENTIR!

— ¡¿Y FUE MI CULPA?!— Se acercó enojado— ¿YO TE METÍ EN MI VIDA Y EN MI NEGOCIO?

— ¡SI!

Jason rió harto.

— Por favor Nathaniel, tú buscabas desesperado algo en la vida para sujetarte, yo solo te tendí una mano. Tú sabías lo que era y aún así entraste ¿para ayudarme? Tal vez, pero sin duda lo disfrutaste en su momento. Deja las excusas de niño bueno para el famosillo.

Tiró a Nathaniel de lado con una patada y lo observó.

Sus empleados si que le habían pegado una buena paliza, con ese empuje el rubio se había quedado en el suelo respirando forzadamente.

Sonrió ligeramente. El rubio había intentado fingir fortaleza, pero seguía siendo el nerd idiota que se había enamorado de él.

— Averigüemos unas cosas —Se inclinó cerca de Nathaniel y le sacó su celular.

No se tardó nada en desbloquearlo, se sabía su clave desde hace años.

Marcó y puso el alta voz.

— ¿Nath? — La alarmada voz de Castiel resonó por la habitación— ¿Estás bien? ¿Llegaste bien? ¿Te dijo algo?

— Tal vez si estés muerto, Nathaniel. — Jason observó molesto a su ex.

— ¿Jason? — Castiel preguntó — ¡Le haces algo y te mato!

— Después me encargaré de ti, músico barato— Colgó la llamada y lanzó el celular lejos.