Amor Y Tiempo. [Castiel x Nathaniel]

28.- Verdad.

Nathaniel salió del hotel y suspiró al sacar su móvil.

Pensó en llamar a Castiel, pero no quería molestarlo, seguro estaba ocupado con lo del vídeo.

Siguió bajando en sus contactos y marcó el número de Jason.

- ¿Si? - Jason contestó alegre.

- Tenemos que hablar... Bien, solo tú y yo.

- ¿Eso qué quiere decir?

- Sin tus matones... Y en un lugar... Medio público.

- Eso duele. Sabes que no te haré daño.

- Prefiero no arriesgarme.

Jason pensó unos segundos.

- Está bien. Tengo un restaurante... Hay un restaurante.

- Si es tuyo es lo mismo a qué llevaras matones. - Nathaniel se quejó.

- Pero ahí nunca va la policía ¿No querías que no te vieran conmigo?

El rubio suspiró.

- Está bien.

- Te mando la ubicación y te veo en una hora.

Nathaniel colgó.

Otra vez pensó en marcarle a Castiel pero descartó la idea enseguida.

- Tengo que arreglarlo solo.

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Jason entró a paso seguro al restaurante y enseguida la señorita que estaba recibiendo se acercó.

- Buenas tardes. Su acompañante ya lo está esperando en su mesa.

- Bien.

Entró y sonrió al ver a Nathaniel. Estaba nervioso, se notaba a metros. Daba toquecitos en la mesa con sus dedos y movía el pie rápidamente.

Se acercó y enseguida se sentó en la mesa.

- Hola Nath...

El rubio suspiró.

- Jason...

- ¡Primero ordenemos!

- No, no quiero comer, quiero hablar.

- Podemos hacer las dos.

Hizo señas a una mesera.

Nathaniel volcó los ojos lo mejor era no hacerlo enojar.

- Bien.

- Tráeme dos de lo de siempre y la mejor champagne.

- Enseguida. - La chica apuntó y se alejó.

Nathaniel suspiró.

- Estás equivocado, no hay nada que celebrar.

- ¿No? Pensé que tu retirada del negocio era algo que tú querrías celebrar.

- ¿Qué? - lo observó sorprendido.

- ¿Me crees tan estúpido como para no saber qué solo querías verme para rogarme que te dejara?

- No pensé que fueras a aceptar tan fácil... - El rubio lo siguió observando sin creerselo.

- A veces hay que ceder un poco.- Sonrió - ¿Cómo has estado?

-Uh...

Nathaniel observó a los lados y Jason rió.

- Vamos Nath, no hay trampa. Lo prometo.