revenge

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Johnny estaba reunido con los altos cargos dentro del grupo para tratar un tema delicado. Taeyong, el segundo al mando, y Doyoung, asesor personal, habían sido citados en el despacho del jefe.

Tan grande fue la sorpresa de Taeyong al ver entrar a Kun, Ten y Jaehyun, estos se encargaban principalmente del comercio exterior con China, Tailandia y Estados Unidos respectivamente pero también eran los que tenían más contactos a los que acudir ante un problema.

Johnny entró en el despacho con su acostabrada tranquilidad y se sentó en su silla, indicándole al resto que hicieran lo mismo.

- Ya sé quiénes atacaron a Mark - dijo sin rodeos.

- ¿Hace falta buscarlos? Puedo movilizar gente en cuestión de minutos - aseguró Jaehyun.

- No, están aquí, en Corea. Es más, creo que me he equivocado al citaros aquí - el jefe se llevó una mano a la barbilla en un gesto pensativo.

- ¿Perdón? - Ten elevó una ceja con un toque indignado en la voz.

- Voy a enviar a los Jinetes - decidido, Johnny se levantó y se dispuso a salir de la sala -. Ahora, si me disculpáis.

- Es un error - Taeyong lo frenó con sus palabras.

- Sé lo que hago - respondió ligeramente enfadado antes de cerrar la puerta tras salir.

[...]

De noche ya empezaba a refrescar y se notaba como en Seúl ya necesitaban algo más que una camiseta para salir a la calle.

En mitad de un descampado los siete hombres intentaban cargar toda la mercancia mientras su jefe les gritaba desde el interior del furgón.

- ¡Hey! - un grito hizo que los trabajadores pararan para mirar a un castañito apoyado en los barandales junto al muelle.

- Niño, vete a casa - gritó de vuelta uno mientras dejaba la caja que cargaba en el suelo.

- Tengo que ganar una apuesta antes - el joven hacía oídos sordos a lo que le decían.

- Como te acerques, te vas a llevar una paliza - amenazo otro al ver al muchacho acercarse con paso despreocupado.

- Jeno dice que puedo con dos personas en una pelea pero estoy bastante seguro que puedo con tres, ¿vosotros que pensáis?

- ¿Este niñato habla en serio? - los trabajadores habían dejado todos el cargamento en el suelo, sacando sus armas para librarse de esa molestia.

- No, no, no - otro muchacho, esta vez pelinegro con una mandíbula marcada salió de los barandales -. La apuesta es que todo el mundo fuera desarmado.

- Ya habéis oído - el castañito hizo un gesto a los hombres de que se deshicieran de las pistolas.

- Mira, niño, esta es la última oportunidad que tenéis para iros antes de que te meta un balazo entre ceja y ceja - avisó el hombre moviendo la pistola con insistencia frente a su cara.

Donghyuck ni pestañeó ante esta acción. Dio un paso al frente para encararlo aún más, dejando que el arma reposara en su frente.

- Me gustaría verte intentándolo - sonrió cuando el otro alzó las cejas, pillado desprevenido ante tal amenaza.

- ¡Eres una puta...

El resto de las palabras se las comió el aire, en menos de lo que dura un pestañeo una bala atravesó el aire y perforó la pierna del hombre. Gritos resonaron por todo el descampado

- Nadie - una voz habló desde las sombras - y repito, nadie, va a llamar puta a Hae nunca más. O me ocuparé de que no podáis volver a hablar en vuestras vidas.

black [hyuckmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora