character

263 24 3
                                    

A diferencia de lo que la gente pensaba, la dinámica de Jaemin de Donghyuck cambiaba con cruzar la puerta de su dormitorio.

Jaemin era muy pegajoso, cariñoso, necesitaba de contacto físico constante. Como pasaba muchas horas entrenando o en situaciones de esfuerzo físico, en cuanto tenía un rato libre lo dedicaba a dormir o cualquier otra cosa que requiriera poco esfuerzo.

Donghyuck, por el contrario, era una bola de energía que no podía mantenerse quieto durante mucho rato. A eso se le sumaba que entrenaba de forma obsesiva para intentar a igualar al pelirrosa. Se tiraba horas y horas en la sala de tiro hasta el cansancio.

Por eso en cuanto el castaño caía derrotado, Jaemin aprovechaba para abrazarlo (más para que no se escapara que para darle cariño) y lo llenaba de besos mientras se acurrucaban en la cama.

Esta parecía una de esas ocasiones.

El castaño había entrado al dormitorio casi sin ser persona; sus musculos agarrotados y demasiado cansado para preocuparse por lo mal que debía oler.

- Cama - pidió exhausto.

Mark y él habían entrenado hasta la madrugada y luego había estado en la piscina nadando dos horas más, para rematar, había acompañado a Jeno a correr durante una hora. Todo sin parar más de cinco minutos seguidos.

- Ducha - lo corrigió Jaemin desde una esquina de la cama.

Hyuck suspiró aún con la cara contra el colchón, su voz cómicamente amortiguada. El pelirrosa, impasible, le dio un toque con el pie para que fuera a lavarse que pareció efectivo ya que se levantó lentamente.

Por la cara del mayor, Jaemin supo que estaba a unos minutos de llorar. No creía haberlo visto nunca tan cansado pero decidió darle su espacio en caso de que se molestara si lo ayudara como si fuera un bebé.

Lo vio entrar al baño a tropizones y cerrar la puerta tras suya. Intentó despreocuparse mirando la televisión pero cinco minutos habían pasado y no escuchaba el característico ruido de la ducha encendida.

Se levantó para ir a ayudarlo, preparándose por si lo esperaba un reguero de quejas sin sentido, pero a cambio encontró al castaño sentado en el suelo mirando al techo muy fijamente.

- Me tiemblan las piernas y si me inclino a quitarme los zapatos puede que vomite - informó sin apartar la vista del techo.

El pelirrosa suspiró pero un pensamiento cruzó su mente a la velocidad de la luz.

- ¿Cuánto llevas sin comer?

Haechan apartó la vista del techo que sus ojos tardaron unos segundos en enfocar. Tras los orbes oscuros Jaemin divisaba una chispa de vergüenza tras lo que parecía sorpresa.

- Las cuatro, de ayer - admitió sorprendido por su propia respuesta.

Jaemin lo miró preocupado, creían que ya habían superado la fase de no comer.

- Sol - suspiró cansado.

- Fue sin querer, lo juro. Empecé a notar hambre entrenando pero no creía que hubiera pasado tanto tiempo - intentó explicar mientras ponía sus mejores ojos de cachorro.

- ¿Cena romántica mientras nos mimamos? - trató de resolver el pelirrosa con una sonrisa.

- ¿Y una peli?

- Y una peli - Jaemin dejó un beso en la cabellera castaña -. Ahora vamos a por esa ducha, hueles a perro mojado.

Hyuck protestó no más alto que un susurro, su cansancio notándose en sus movimientos cada vez más lentos. La ducha no duró mucho, lo suficrpara hacerle sentir renovado y limpio. El pelirrosa cargó al mayor hasta la cama donde le puso una sudadera con unos pantalones anchos.

black [hyuckmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora