Capítulo 22 La noticia

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Después de dos horas sentada frente al televisor sentí como la puerta se abrió y la silueta de un hombre entraba, yo encendí las luces pues lo único que alumbraba la casa era la luz del televisor el cual apagué, me puse de pie y caminé hacia Daniel quien ahora era más visible.

-No tenías que esperarme despierta mi amor- dijo el mientras me abrazaba y me daba un corto besó en los labios.

-Lo se pero lo hice porque tengo que enseñarte algo-

-¿Ah sí?  ¿Que es?-

-Te compré un regalo-

- Uuhh déjame adivinar, lencería color rojo-

-No - reí y ambos caminamos a la habitación.

- Bueno dime qué es -

-No te diré, más bien tú lo verás, esta en tu oficina, en el escritorio-

-¿Y porque no lo aguardaste aquí? -

- Porque cuando vayas a buscarlo tendré tiempo para esconderme y no ver tu reacción-

-¿Que? No entiendo nada, ¿Que cosa es?-

- Ve a buscarlo-

Daniel me miró extraño pero se fue corriendo hacia su oficina, yo estoy tan nerviosa que no se dónde escabullirme, por lo que me acuesto en la cama y me cubro completa con las sábanas.

- Aqui está la bolsa- dice Daniel.

- Ya los viste -

- No, amor deja de ser tan exagerada y dime qué hay en la bolsa-

-Tu solo abrela-

-Bien-

Daniel comenzó abrir la bolsa y sacó de ella los dos zapatitos, yo me senté en la cama junto a él y no me quedó de otra que esperar a que el lo analizara todo.

- ¿Porque me regalas zapatos de bebés?-

- Daniel yo... Lo siento pero... Estoy embarazada-

-¿Es en serio?- dijo ¿Sonriendo?

Daniel se puso de pie y comenzó a dar pequeños saltitos de alegría.

-¿No estás molesto?- dije.

-Molesto porque, esta es la mejor noticia que he recibido en mi vida, estoy tan feliz mi amor-

Daniel me abrazó y comenzó a besar mi estómago.

- Pensé que no querrías tener un hijo tan pronto y que te enojarías conmigo por no cuidarme bien-

- Tu y esté niño son mi familia ahora, el que estés embarazada me hace realmente feliz princesa -

- Ahh que bueno, estaba tan asustada mi amor -

- Puedes estar tranquila Sabrina, yo los amo a los dos con toda mi alma -

Lo abracé con todas mis fuerzas y lo besé, esta será la mejor etapa de mi vida.

- Esto hay que celebrarlo, iré por unas copas de vino- dice Daniel.

-¿Amor?-

-¡Si!- Daniel se gira hacia mí otra vez.

- Jugo para mi -

- ahh si cierto -

Daniel salió de la habitación dando saltitos, parece un niño pequeño que le acaban de regalar un juguete nuevo.

Tome mi celular, entre a mi watshapp y le escribí a Melissa.

-¡Prima!!! Hoy fui al hospital a chequearme y pues... ESTOY EMBARAZADA... Dile a las chicas, mañana iré a casa de la abuela a decirle, no se lo vallas a decir tu primero pendeja, te quiero.

Envié el mensaje y deje el celular en la mesita de noche.

- Ya volví - Daniel entro a la habitación con una copa de vino y un vaso de jugo y unas galletas - veamos una película- propuso.

Tomé el control del televisor que tenemos en la habitación y la encendí.

- Dani, ¿Sabías que es media noche y que mañana tienes que trabajar verdad? Es mejor que descanses - apagué el televisor.

- No tengo que trabajar-

-¿Porque?-

- Me tomaré unos días, mi asistente se encargará de todo-

-¿Pero no es mucho trabajo?-

- No, ya resolví algunas cosas y la empresa se está manejando de forma normal, nuestra empresa mejor dicho -

-¿Nuestra?- reí.

- princesa, la empresa es más tuya que mía y lo sabes-

-¿Saberlo? ¿Saber que?-

-Amor, la razón por la cual se unieron nuestras empresas en una sola fue porque yo, el dueño legítimo de las empresas Miller se casó con Sabrina Lawrence, la dueña legítima de las empresas Lawrence-

- Nooo, se supone que el acuerdo de las empresas fue porque mi abuela así lo quiso, la dueña legítima es mi madre ya que es la hija mayor de mi abuela-

-Tu madre a declinado su herencia, al igual que tus tíos y tías, todos los hijos de la abuela Lawrence le han dejado legalmente su herencia, por lo cual la hija, de la hija más grande es la que sigue con el legado de las empresas, osea tú-

- ¿pero y mis primas?-

- Ellas ya heredaron, lo que les tocó lo pidieron en efectivo-

- Entonces, mientras todos disfrutan de su dinero yo tengo que hacerme cargo de la empresa familiar-

-tu no mi amor, yo si, para eso fue el trato de casarnos, para que yo te ayudará con la empresa y así salvar la mía que estaba en la ruina-

- y porque no me lo dijeron de esa forma, siempre creí que ese trato que hice con mi abuela de casarme con quién ella quisiera era porque ella me encontraría el amor y no por tantas complicaciones-

-¿Y no lo hizo? ¿No te encontró el amor?-

- Sabes que si pero...- Daniel me callo con su dedo índice.

- Ya dijiste mucho-

Daniel se paró, tomó su copa y salió de la habitación.

¡Ay por Dios que hice!

Me paré de la cama y fui en busca de Daniel, el cual lo encontré sentado frente al televisor.

-¿Dani?-

El no me miró, solo se tomó otro trago de su vino. Me acerqué a él y tome el control del televisor y lo apagué.

-¿Porque hiciste eso?- dijo.

- Mirame- dije tomando su rostro con mis manos.

- Eso hago -

- Yo te amo Daniel Miller, TE AMO, y no me arrepiento de ser tu esposa, comprendes-

Nos miramos fijamente, la mirada de Daniel era sería hasta que... Sonrió.

El Novio PrometidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora