El intrepido mosquetero

El baile del rey

Antes de la fiesta, el rey se estaba entreteniendo cazando con Jaken, el enano fiel, en las cercanías de la ciudad capital, junto con el general Fred y el ministro en compañía de Byakuya.

El rey caza montado a caballo y en compañía de sabuesos que persiguen a la presa escogida, mientras que algunos de los músicos decoran el ambiente con sus melodías. Al ver a la presa, Sesshomaru demuestra sus habilidades para cazar cuando se lanza hacia ella y no la deja ir.

Cuando están acorralando a la presa, Naraku participa en la caza junto con Incognito y en compañía de algunos guardias que se encargaban de llevar algunas presas cazadas.

En ese momento, Sesshomaru con espada en mano, le da muerte en un instante a la presa, que es un jabalí enorme; satisfecho, ordena que recojan las presas cazadas, incluyendo a su premio de cacería:

-Muy buena caza, majestad-Dice Naraku.

-La próxima quiero verle cazar una presa así, pero sin la ayuda de sus guardias-Respondió Sesshomaru e hizo que el ministro borre la sonrisa.

Cuando el monarca se dirigía con Jaken a algunos de sus sirvientes, Naraku lo miraba con el ceño fruncido e Incognito le dijo:

-Si quiere, entrenamos bien para cazar.

-Te ayudo en eso-Dijo Byakuya.

-No, pero se los agradezco-Responde el ministro.

Cuando terminan de cazar, el rey ordena volver al palacio y en el camino hablan sobre los pactos y alianzas con los reinos vecinos para preservar la paz.

Al llegar a su residencia, el monarca ordena carnear sus presas para la cocina, mientras que él se pasea cerca de sus obras de arte en el jardín para observarlas, y es ahí donde Arcano le avisa para ir preparándose:

-Ahí voy, prepárenme mi baño y mis ropas-Responde el rey.

-Ahí le ordeno a los sirvientes que se hagan cargo.

Mientras el monarca se baña, en el jardín, Naraku piensa en estudiar a los que socialicen con el rey, ya que era un poco celoso que el rey busque gente influente y que lo reemplace a el:

-Sea como sea, debo acercarme más al monarca y hacer que haga lo que yo diga-Murmuraba.

Cuando se va con Byakuya para asearse y cambiarse las vestimentas, los sirvientes se encargan de terminar de hacer los arreglos en el palacio; mientras que los cocineros se preparan para preparar el banquete.

Al caer el crepúsculo de la noche, todos los empleados del palacio daban inicio a la fiesta real. Y ahí, Inu y sus compañeros vigilan mientras los invitados descienden de sus carruajes; pero desde otro lugar, estaban los guardias del ministro, donde estaban Luke y Jan, y el segundo hacía gestos ofensivos a los mosqueteros del rey, aunque el muchacho de cabello platinado trataban de ignorar más que tolerar.

Al estar todos los invitados en frente del palacio, suenan las trompetas y Arcano junto con Naraku anuncian la presencia del monarca.

Cuando las trompetas vuelven a sonar, aparece el rey que se presenta ante todos con una procesión junto con la reina madre Irasue, y al estar frente de los invitados, hace un gesto y ordena que entren.

Una vez adentro, y acomodado en su trono con Irasue, recibe a todos y a emisarios de reinos vecinos. Los invitados se presentan ante el monarca y ahí Sesshomaru conoce a Rin, una muchacha alegre que era hija de un matrimonio de condes, y el padre había luchado en las batallas junto al rey.

En ese momento, Sesshomaru sintió algo extraño al ver a Rin, y su madre Irasue lo noto diciendo:

-Igual que su padre.

También asisten genios que les muestran sus experimentos y sus ideas ante el rey, del en otra ocasión va tomarse el tiempo de verlos con calma, ya que no era el momento propicio para estos.

Después de un breve tiempo, el monarca invita a los invitados a sentarse en la mesa, mientras los sirvientes traen la comida en bandejas de lujo. El banquete real era suntuoso, con toda clase de exquisiteces, del cual es el agrado de la mayoría; aunque Naraku y sus secuaces ven cada movimiento que hace el rey.

Después de comer y de hablar un poco con los invitados, se ordena a los sirvientes que retiren los platos y las sobras de comida. Minutos después, todas las parejas se levantan y se ponen a bailar al son de la melódica orquesta.

En el baile, muchas doncellas y damas bailan con el monarca, del cual quedan dichosas al danzar con el apuesto soberano; y es ahí donde Sesshomaru invita a la alegre muchacha que se acerque, y así aprovecha a danzar con Rin, del cual no duda en expresarles sus afectos mientras todos los invitados los miran, sobre todos sus padres que quedan complacidos.

A la muchacha, le pareció encantador danzar con el soberano, y Sesshomaru le dijo:

-Cuando quieres, puedes visitar el palacio, tú y tus padres serán bienvenidos.

-Con mucho gusto, majestad-Respondió Rin sonriendo.

Al volver a su trono con Irasue, los padres de Rin se le acercan a él y a su madre, y como fidelidad juran serle fiel y ocupar un buen cargo en el gobierno, del cual el monarca piensa en que sería un buen ministro.

Pero Naraku, Byakuya e Incognito ven con malos ojos esa fidelidad de los nobles con el rey y el consejero le dice:

-Parece que ahora tienes un rival.

-Ya me encargare de ellos, tal como me he encargado de muchos.

-Solo haga lo que ordene, señor-Dice Incognito.

-Ya será el momento, pero por ahora no.

Poco después, Sesshomaru ordena para con la música y reúne a los cortesanos para anunciar nuevas reformas y de una nueva noticia:

-Cuando decida contraer nupcias, hare que esas reformas se cumplan, del cual serán de mucho beneficio para el reino.

-¡Larga vida al rey!-Dice Fred.

-¡¡Larga vida al rey!!-Dicen todos.