Sentimientos.

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SILVIA

Tenía ese cuerpo aprisionando mi pecho y me tenía en un mar de confusión.

- Se supone que es una entrevista de trabajo, no un cacheo.

Su sonrisa de medio lado y después sus ojos mirándome con lujuria, creí que no saldría de allí sin tener su impregnación sobre todo mi cuerpo. No se como lo hice pero me solté de su agarre y me compuse la ropa y los cabellos.

- ¿Porque me huye, no me la voy a comer?, al menos no hoy.
- No soy una prostituta señor, y como veo que no me va a hacer la entrevista, me voy. Conseguiré empleo en otro sitio donde se respeten a las personas.

- ¿Que está insinuando?, No me acuesto con todas las mujeres que vienen, solo las que me gustan. Y usted me gusta.

- Olvídese de mí, no soy una niña tonta que no tiene responsabilidades.

- ¿Seguro que tiene 45 años?.

-No suelo mentir, eso no va conmigo.

- Los acaba de cumplir, pues no los representa. Parece más joven
¿Que responsabilidades tiene usted, si puede saber?

- Creo que mis respuestas son solo para uso profesional, no personal.

Cogí mi bolso y me dispuse a salir de allí, cuando su mano tocó la mía y se la llevó a su pecho.

- ¿Que se supone que está usted haciendo?.
- Sienta mi corazón, sólo eso.
Intenté hacer caso omiso, pero no pude evitar sentir ese corazón latiendo tan deprisa y ese calor que desprendía. Pasó una de sus manos por mi espalda y sentir decaer a sus encantos. Se posó encima de su escritorio y sus labios tocar los míos, ya era suya. Su lengua bailaba dentro de mí boca junto con mi lengua. Iba muy despacio, una de sus manos fue a parar hasta mi culo y lo amasaba con ternura. Estaba en un sueño y de pronto el teléfono suena. El no se altera y soltando un poco su boca de la mía, contesta.

- Camila, no quiero más entrevistas. Ya tenemos secretaria.

- Está bien, señor Tarner.

- Camila, no me pase llamadas y no me moleste más. Ok?

- Señor Tarner, ¿pero y la reunión de las doce?.

- ¿Está sorda?.
- Será como usted diga.

- William, quizás debería irme. Tu secretaria me tendrá entre ojos.
- Ella no es mi secretaria, es de mi madre. Sólo que hasta que no te integres a tu trabajo la tendré de lastre. No sirve para nada.
- ¿Estás diciendo que tengo el trabajo?.
-Te estoy diciendo que desde que te conocí no he podido pensar en otra cosa que tenerte cerca de mi.

-William, soy mayor que tu.

- Eres mi deseo y te quiero aquí conmigo.

-No es justo, seguro que hay chicas mejor preparadas y más jóvenes que yo.

Me pone sus labios en los míos y me hace callar.

-Ven, te invito a almorzar.
-Antes tengo que hacer una llamada.
-Mientras yo voy a estar planeando mis reuniones.

Me doy la vuelta y llamo a Erick.

- Dime que te han dado el puesto.

- Si pero necesito que me hagas un favor. Recoge a Ángela del cole a las tres. Tengo un almuerzo con mí jefe.

-Vale, no te preocupes. Recogeré a mí ángel del colegio, seguro le dará mucha alegría verme.

-Muchas gracias por todo, eres un encanto.

Inalcanzable Y BelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora