Viaje

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SILVIA

Nunca me había sentido tan feliz y tan llena de amor como ahora, estoy acostada y Oigo a mi pequeña llamarme, Will duerme profundamente y no se mueve, voy en busca de su voz y cuando llego mis ojos no pueden creer lo que ven, Erick está sentado a su lado y no sonríe, parece enfadado y viene hasta donde estoy. Me recrimina la separación y va en busca de Will, el que duerme y no se despierta. Erick tiene un cuchillo en su mano, me mira con desprecio, intento llegar para quitar el cuchillo de su mano pero lo veo clavarle el arma a Will en su abdomen, éste se despierta agonizando, Erick sale corriendo a la habitación de Ángela, la coge en brazos y se la lleva, yo estoy taponando la herida de Will y sólo se escucha mi voz llamando a Frank. Mis ojos humedecidos por las lágrimas.

- ¡Frank, Frank!

- Preciosa, que te ocurre.

- ¿Donde está Ángela?

- Estoy aquí mamá, Frank me trajo una silla y mira que bonita es. Mamá ¿Porqué tienes lágrimas en los ojos.

- Estoy bien, ya sido un mal sueño.

Intento calmarme, pero fracaso en el intento. Wil me trae un vaso con alguna infusión. Me da una pastilla y me dice que me calme y le cuente.

- Debemos irnos, no podemos confiar en nadie, Erick no puede saber dónde estamos.

- ¿Erick?, ¿Que ha hecho Erick?.

- Te quiere muerto. No dejaré que se acerque a ti.

- ¿Porque llamabas A Frank?

- El se llevaba a mi niña, y yo.....

Ya vuelven las lágrimas y el deja de hacerme preguntas. Se sienta a mi lado y me abraza.

- Bueno, pero en quien si podemos confiar es en Frank. ¿Verdad?.

Se me caen los párpados y me vuelvo a dormir.

WILLIAM

Me preocupa mucho ese sueño, ese hombre debe ser más peligroso de lo que yo esperaba. El la conoce desde hace mucho tiempo, y sabe el corazón tan grande que tiene. Su punto débil es su hija y el puede llegar a hacer daño quitándole lo que ella más ama. Me voy del dormitorio donde está durmiendo y hago varias llamadas, conozco a gente en homicidios. Fred es un gran amigo mío y me ha sacado en más de una ocasión de algún que otro problema y Samuel es un abogado amigo que estudió en la universidad conmigo. El supo amortizar bien el dinero que se gastó sus padres.

Cuando terminó la conversación con ellos vuelvo a su lado, está muy relajada,

me siento en el borde de la cama y paso mis dedos por su mejilla, ella abre los ojos y sonríe

me siento en el borde de la cama y paso mis dedos por su mejilla, ella abre los ojos y sonríe

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Inalcanzable Y BelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora