Viaje Al Paraíso.

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WILLIAM

El doctor se me acerca en cuanto me ve correr hacía él, pero éste me hace señal con la mano calmandome, solo que me cuesta sabiendo donde estamos.

- ¿Es usted familiar de la señorita Mendoza?. ¿Sobrino o hermano pequeño?

- Soy su novio.

- Bueno, calma, la señorita ha perdido mucha sangre, tenía una herida en la cabeza y otra en el costado. Estamos haciendo lo que podemos, pero ha entrado en estado de coma, sólo podemos esperar a que reaccione, nosotros hicimos todo lo que pudimos.

- No puede ser, ahora no puede pasar esto. Todo por culpa de esa loca.

Una enfermera me acompaña hasta la habitación donde se encuentra mi preciosa diosa, se ve tan bella y no puedo contener la rabia y la tristeza de no poder ver esos ojos verdes de noche y azules cuando le Dan los rayos del sol, dios mío no puedes dejarme con las manos vacías, cuando encuentro la primera persona que mueve mi corazón, la que le da sentido a mi vida. Le cojo su mano y la acerco a mis labios para poder darle un beso. Mi móvil suena y salgo de la habitación. Es Vincent y lo cojo de inmediato.

- Vincent necesito que vengas con todos y haber si hay alguno que tenga la sangre de tipo O positivo.

- Señor, la policía se ha llevado a la señorita Winston y a su hombre.

Pongales una denuncia por intento de homicidio en la persona de Silvia Mendoza. Que vengan al hospital y los pongo al día de todo. Esa loca no saldrá de la cárcel.

Me devuelvo de nuevo a la habitación y me siento en una silla que la enfermera puso. Me pongo a su lado.

- Preciosa mía, no me iré hasta que estés despierta. No lo he dicho nunca, pero eres lo mejor que me ha pasado en la vida. No puedes abandonar este solitario corazón. Este late por ti, no lo olvides nunca. No puedes dejar sola a tu pequeña, ella te ama tanto como yo.

- Señor, necesitamos sangre del tipo O positivo. Eso la ayudará a que reaccione antes, si tiene bastante fuerza.

- Llamaré a mi personal para que vengan. Yo soy B negativo. Doctor, ¿Puedo verla?.

- Pase usted solo. Haga las llamadas oportunas antes, y después puede quedarse con ella.

Cuando llego a la habitación y la veo tan frágil, me siento culpable de todo lo que le pasó. No pararé hasta hundir a esa loca.

- Señor, ¿puede salir un momento?

- ¿Que hora es,?

- Señor es de noche, lleva horas dormido. Debe de comer algo, se Le ve muy pálido.

- No tengo hambre, la niña. ¿Donde está?.

- Señor la llevé a su casa y llamé a la muchacha canguro que contrató.

- Gracias Frank, me leíste la mente.

- Vaya usted a comer y a darse una ducha. Yo me quedaré con la señorita Mendoza.

- No tengo ganas, me quedo con ella.

- Vuelvo en dos horas.

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DOS SEMANAS DESPUÉS

WILLIAM

Está igual de bella, resultó que Jhon tenía el mismo tipo de sangre y le estoy tremendamente agradecido, le vino muy bien y tiene mejor color. Ángela ha venido a visitar a su mamá y cada vez que se va se entristece. Erick se enteró y vino a reclamarme por lo sucedido, no voy a casa desde hace dos semanas, Frank me trae ropa y lo necesario para ducharme. La barba me crece y no me la cortaré hasta que despierte. Los monitores empiezan a sonar y ella está moviendo las manos agitada y sus ojos se empiezan a abrir, llamo de inmediato a una enfermera y ésta corre en mi auxilio. Agarro su mano intentando así llamar su atención, me mira extrañada. Casi no puede hablar.

- No hables, preciosa. Ya tendrás tiempo para poder.

Cuando escucha mi voz la noto más calmada, parece que me conoció. Mira a su alrededor y la calmo diciendo que Ángela está bien. Que está en casa con la canguro. Su mano se va hasta mi cara y me toca la barba. El médico entra por la puerta y me dice que salga para hacerle una revisión. Ella me coge de la mano con fuerza y niega con la cabeza.

- Silvia, soy el Doctor Travis y tranquila por tu novio. Te esperará fuera de la habitación.

- ¡ No!, Will.

- Doctor,¿ puedo quedarme hasta que esté más calmada?.
- Haremos una excepción, pero debe de estar quieto y callado mientras le hago las pruebas.

El doctor le empieza a hacer una serie de pruebas, le mira si tiene sensibilidad en sus pies y manos, mira sus ojos y su presión. Todo bien, pero el habla le ha cogido un poco. Escucha perfectamente y entiende todo, pero su voz irá más aletargada. Hay que tener paciencia y no deben de atosigarla. Ella necesita calma.

El doctor es lo que dice, y yo le planteo que si puedo llevarla a la playa para que pueda estar tranquila y sosegada.

- Me parece bien, también está un poco asustada y seguro que habrá momentos en los que tendrá algún tipo de problemas con su trauma.

- Gracias Doctor.

Al día siguiente nos dan el alta y yo le dije a Frank que preparara a la niña y a la canguro para un viaje, nos vamos a la playa en Miami. Que preparen el jet y a dos de nuestros hombres.

Mi madre no ha venido desde que ingresó y no me ha llamado. Debe de estar molesta porque no aparecí por la empresa. Me afeite la barba y Silvia está muy contenta de ver mi cara otra vez. Parece que no le gusta la barba en los hombres.

Una vocecita hace eco en el pasillo del hospital y Silvia parece haberse dado cuenta de que su hija está allí, sus ojos brillan de emoción, yo aún preocupado pero feliz de poder salir de allí. Frank y Vincent vienen acompañando a la pequeña. La puerta se abre y Ángela salta a los brazos de su madre que llora de alegría al ver a su pequeña con ella.

- Mamá, estoy muy contenta de que hayas despertado. Parecías una princesa del cuento.

- Te....qui..e..ro.. Mi.. Ni.. Ña.

- Vamos, preciosa nos espera un viaje y después a descansar.

Ella me mira y sonríe agradecida por la interrupción. Pues se agobia con las palabras. Cojo a Angela y la miro de frente.

- Princesa, mamá no puede hablar mucho ahora mismo. Pero entre tu y yo la vamos a ayudar,¿ vale?.

- Vale.

Me dice susurrando a mi me oído. Salimos por las puertas del hospital, me doy cuenta de que hay fotógrafos haciendo fotos y nos metemos en el coche rápido. Nos siguen por las calles de Nueva York, nos deshacemos de ellos. Mi madre llama al móvil pero hago caso omiso de sus llamadas. Llegamos al aeropuerto y nos dejan entrar de momento hasta el hangar. Salimos y nos metemos en el jet de mi propiedad y los chicos entran el equipaje, Vincent y Frank vienen con nosotros, he dejado al cargo de todo a Jhon y a mi primo Albert. Son muy buenos y se han portado genial con Silvia.

- Mamá, ¿que es lo que quieres?

- Necesito que vengas a la empresa.

- No me llamas en semanas y ahora quieres que te saque de tus embrollos. Olvídate mamá, estoy de viaje y no volveré hasta dentro de dos semanas.

- ¿Como?, Ya te está sacando dinero y ni siquiera estás comprometido con ella.

- No fue culpa suya, si no de tu querida amiga. La que ahora se encuentra en la cárcel.

- Si ella no se hubiera metido entre vosotros no habría pasado nada.

- Mete a tu amiga en un psiquiátrico. Adiós mamá, nos vemos a la vuelta. Si quieres algo habla con Albert.

Llegamos a Miami Beach, ya Estamos alojado en un hotel con vistas al mar. Ángela está dando botes de alegría y Silvia aún no se lo cree.

Frank se lleva a la niña a la piscina del hotel y nos quedamos solos en nuestra habitación.

HOLAA, ya está aquí el siguiente capítulo, y espero que les esté gustando tanto como a mi. Besos tiernos

Inalcanzable Y BelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora