diez

35.9K 1.4K 375
                                    

3/3

»Objetos externos (lubricante)
»Desnudo femenino
»Desnudo masculino parcial
»Estimulación física
»Masturbación doble
»Orgasmo doble








Un suspiro escapó de mis labios cuando abandonó mi entrepierna y trepó hasta colocarse a mi altura. Yo no me demoré y lo tomé de la nuca para besarlo. Entreabrí los labios, permitiéndole acceso directo a mi boca, saboreando así el dulce gusto a fresa que permanecía en sus belfos después de haberse embadurnado con aquel lubricante.

Acuné su rostro entre mis manos durante aquel apasionado beso, dejando que masajeara sin impedimentos sin nalgas. Mierda ... Hasta en un sitio como ese sus masajes eran maravillosos ...

Me alejó de él, agonizando por la falta de aire, aunque no se mantuvo por mucho separado de mí, ya que aprisionó entre mis caderas entre sus piernas, quedando sobre mí. Se acercó para unir nuestros labios de nuevo, con deseos renovados y un creciente morbo que era contagioso.

Permití que lamiera toda mi barbilla, por lo que eché la cabeza hacia atrás, disfrutando de sus obscenidades como nunca.

—Perdóname por no ser pensar en ti, Hye ... —masculló, entretenido con mi piel—. Esas chicas me miraban y yo no vi que tú odiabas eso. Lo siento, nena ...

Sonreí, desechando todo recuerdo de aquellos celos sin sentido y dándome cuenta de que Jungkook siempre supo que yo estaba celosa de esos ojos ajenos.

—Disculpas aceptadas, Kookie ...

Restregué mis partes íntimas contra su pene, despertándolo con rapidez.

—Ah, bebé ... Sabes que soy sólo tuyo, ¿verdad? —suspiré al recibir sus hambrientos labios en la boca—. No importa que cientos de mujeres me miren así ... Solo te querré a ti al final del día ... Ah ... Mi linda hermana pequeña ... —enredó su lengua con la mía por unos segundos y separó nuestras comisuras en un lujurioso chasquido—. Pero me pone tanto saber que estabas celosa de tu amiguita ... Incluso de las señoras del supermercado ...

Me reí por su comentario, friccionando nuestros sexos con mayor énfasis.

Jungkook me mordió el labio inferior, excitado por la buena predisposición que mostraba a que me tocara.

—Ninguna puede tocarte —dije en su boca.

—Ninguna ... Ninguna podrá hacerlo a partir de ahora, bebé —mis dedos enredaban su cabello, descontrolados por sus palabras—. Ninguna, Hye ...

Satisfecha por aquello, lo besé hasta que nuestros labios estuvieron hinchados y mordisqueados por el contrario.

En una de esas ocasiones, mientras Kook besaba mi cuello, yo tanteé por cama y encontré el bote de lubricante. Lo observé, recordando que al entrar a mi cuarto puso el pestillo a la puerta y que podíamos jugar un poco más.

—Kookie ...

—Te escucho, hermanita ...

—¿Sigues teniendo hambre?

Esperé a que terminara de marcar mi clavícula y se incorporara, buscando mis ojos, oscuros por el deseo. Él entendió al instante, sonriendo, divertido por saberme así de atrevida. Yo le pasé el bote de lubricante y Kook lo destapó, volviendo a sentarse sobre mi cintura.

—¿Tienes algo más para oppa, cariño? —inquirió.

—Eso creo ... ¿Oppa quiere el postre? —contesté, sumisa.

aphrodisia » jungkook |+21|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora