aphrodisia » jungkook |+21|

veinticuatro

»Cita
»Excitación
»Cine 😏
»Sexo 🔞
»Orgasmo femenino
»Orgasmo masculino

—Empezaron a pelearse hace poco —dije, esperando que aquello dejara de preocupar a Jungkook—. No fue para tanto, en realidad.

—Deja de justificarlos, Hye —paró en seco, volviéndose hacia mí, enfadado por no haberlo llamado cuando la discusión entre nuestros padres comenzó—. Me da igual que peleen, es su vida, pero mamá no debería meterte como si tuvieras algo que decir. Es su jodido problema. Que papa se esté follando a otra no tiene que ver contigo, joder.

Soltó mi mano, alejándose un par de pasos por la acera y golpeando una piedra que quedaba en el suelo, frustrado por no haber impedido que me viera involucrado en una pelea así. No quería posicionarme del lado de ninguno de los dos porque era un asunto que debían solucionar entre ellos, sin apoyos por mi parte o parte de Kook.

Además, ver a papá así de furioso me hizo darme cuenta de lo mal que hice al intentar comparar a mi hermano con él. Jungkook nunca se salía de sus casillas, nunca se excedía, sino que su temperamento se calmaba antes de pasar la raya. Nunca me levantó la voz del modo en que lo hizo papá a mamá, ni una sola vez, y en algún recóndito lugar de mí, tenía miedo de que mamá acabara con un golpe. No reconocía al hombre que había dejado en casa, gritando como un energúmeno y acusando a su mujer por tratar de pagar a un detective que lo siguiera día y noche.

Buscando hacer las paces, me acerqué a él, tocando su hombro con cariño.

—Tampoco he podido decir mucho gracias a sus voces. No hace falta que te pongas así, Kookie —sentí cómo respiraba hondo, dejando ir el cabreo lentamente—. Mamá estaba desesperada y yo estaba en casa ... Ponte en su lugar.

—Que se ponga ella en el tuyo —bufó, irritado.

—Está presenciando cómo su marido la engaña y no puede hacer más que escuchar cómo todas las señoronas de su círculo de amigas aseguran que papá se ve con una cualquiera. Está pasándolo mal.

Jungkook se dio la vuelta, con el gesto todavía un poco ennegrecido a causo del odio hacia nuestro padre, pero la suavidad con la que me tomó de la mejilla fue un claro indicio de que el berrinche se le había ido.

Hacía ya casi una semana desde que nos enteramos del adulterio que se estaba produciendo en el seno de nuestra familia. Una semana de aguantar insultos entre nuestros padres, discusiones estúpidas a todas horas y chillidos continuos sobre un divorcio que ni siquiera estaba segura de que fuera a llegar.
Jungkook y yo estábamos cansados de esa situación diaria. Nos consumía a ambos presenciar las diferencias entre nuestros progenitores y no poder evitar que quisieran matarse. Por eso mismo tampoco culpaba a Kookie por enojarse de esa manera aquella noche.

—¿Estás bien? Papá no te ha dicho nada malo, ¿verdad? —lanzó ambas preguntas, impaciente por confirmar que no me había costado presenciar una de sus odiosas trifulcas.

—Estoy bien —forcé una sonrisa para él.

—Siento no haber estado cuando empezó, pequeña —Jungkook sabía que me había afectado, por poco que fuera. Rodeó mi cintura, pegándome a su cuerpo—. Debí haber vuelto antes.

—No lo lamentes, Kookie. Era algo que iba a pasar antes o después y que seguramente volverá a ocurrir —me encogí de hombros—. No es el mejor momento para estar en casa.

—No volvamos por un rato, ¿vale? —asentí ante su propuesta.

Tomó mi nuca, plantando un beso en mi boca. Con los ojos bien abiertos, hice de palanca contra su pecho y lo alejé de mí, llena de urgencia. Vio mi rostro y las intenciones de recordarle que estábamos en la calle, donde cualquiera podría vernos.