aphrodisia » jungkook |+21|

idus de marzo

Antes de nada, exigir que actualice tiene el efecto contrario. Gracias : )

»sin avisos

Hye

—No entiendo por qué te comportas de esta forma. Llevas semanas evitando hablar conmigo. ¿Se puede saber qué narices te ...?

Pero él pasó de largo, ignorando el motivo de mi enfado.

—No tengo tiempo para este tipo de discusiones, Hye —escupió, tomando su chaqueta del perchero.

—Que no tengas tiempo no significa que puedas hablarme así, Jungkook —le eché en cara, muy molesta.

Él pareció dudar por un momento. Su conciencia quiso retirar la rudeza con la que se había dirigido a mí, pero lo pensó un poco más y acabó abriendo la puerta de casa.

Salió, sin despedirse de mí.

Ese no era el chico del que me enamoré y por eso me lastimaba más que nada que hiciera y deshiciera a su maldito antojo. Sin contar conmigo. Sin hablarme. Sin demostrar la confianza que siempre tuvimos.

・・・

Esa extraña discusión fue lo único que nos dijimos ayer. Desde entonces, Jungkook se había ocupado de no cruzar su camino conmigo.

Desaparecía.

Jungkook se esfumaba a diario.

Él decía que papá le llamaba continuamente a la sede de la empresa. Esto se debía a que su período de prácticas, evidentemente, sería allí.

Yo le creía.

¿Por qué no hacerlo?

No había maldad en sus ojos cuando me comunicaba aquellas excusas. Solo cansancio.

Últimamente ese cansancio nos había distanciado. Yo ... Bueno, no lo veía como algo realmente malo. En cierto modo, nuestra relación había sido tan intensa desde el principio que ambos agradecíamos ese descanso.

Ya había pasado más de un mes desde que la señora Kim despertó y, por desgracia, todavía no había encontrado el momento de hablar con ella. Jungkook era quien solía ir al hospital a visitarla. Él me decía cómo marchaba su recuperación y también insistía en que no debía descuidar mis estudios, por lo que aún no había fijado una fecha concreta para ir a verla.

Tampoco pretendía ser una molestia y me daba la sensación de que eso ocurriría si andaba incordiando por el hospital.

—Entonces ... ¿Te ha dejado?

Suspiré.

—Te digo que no —le repetí—. Nos es como si nos hubiésemos separado. Es solo que ... Él está bastante ocupado.

—Aunque esté ocupado, puede sacar tiempo para ti si de verdad quiere. Hazme caso —colocó el libro en la estantería y revisó el tomo que aún tenía en su mano izquierda.

Por mucho que no quisiera dar mi brazo a torcer, sabía que tenía razón.

Los estudios nunca habían sido un impedimento para nosotros. Hasta hacía pocas semanas habíamos podido organizar nuestros horarios de forma que vernos no fuera un gran problema. Y ahora esa era la excusa en la que nos escudamos para no pasar tiempo juntos.

Bajé la mirada y Soo se percató de mi repentino decaimiento.

—Puede que sea mejor así. Una relación necesita respirar también, Hye —me comentó, mucho más consciente de todo lo que implicaba tener pareja—. No es como si hubiera dejado de quererte. Por todo lo que me has dicho estos meses ... Dudo mucho que ese chico simplemente se haya cansado de ti —llegó a la conclusión—. Y si lo ha hecho, entonces no merecía la pena.