Capítulo 3: El pasado ha vuelto

123 10 3
                                    

Hola, buen día, tarde o noche, dependiendo la hora en la que lean esto. He tenido algunos inconvenientes que me dificultaron actualizar antes, pero aquí sigo, aunque tarde en actualizar no abandonaré la historia. Sin más que decir por el momento, los dejo con la lectura.

Capítulo 3: "El pasado ha vuelto".
.
.

Los recuerdos suelen ser los mayores tesoros de una persona, tesoros que no puedes ver, pero sabes que allí están y muchas veces llegan a valer mas que tesoros materiales.
Hiccup en particular tenía buenos recuerdos de su infancia, recordaba a su padre, un hombre fuerte, sabio, que lo instruyó y le mostró el camino para ser un buen jefe. Se prometió que no le fallaría, prometió que sería un buen jefe para honrar su memoria, por eso estaba haciendo lo que estaba haciendo. Después de esos buenos recuerdos estaban los recuerdos amargos, traumáticos, como el hecho de encontrar los cadáveres de sus padres, masacrados, asesinados de la forma más cruel e injusta. Eso era algo demasiado fuerte para un "niño", entre comillas pues Hiccup para ese entonces tenía casi 20 años de edad. Podía parecer muy extraño que alguien con esa edad tuviera el aspecto de un niño de unos seis o siete años, pero los dragonianos envejecían mucho mas lento que un humano, su ciclo de vida en general era distinto, podían llegar a vivir hasta tres veces más que una persona común.
No había vuelto a recordar ese día de la misma manera que lo estaba haciendo en ese momento, se sentía como si recién hubiera pasado, se sentía de nuevo como aquel niño asustadizo que era, se sentía como aquel mismo día, en el que los dragonianos sobrevivientes tuvieron que huir, entre ellos él. Recordó que lo único que pudo rescatar fue el cuchillo de su padre, que él mismo había fabricado, lo guardaba en el armario como una de sus más valiosas posesiones, y ahora la orgullosa princesa lo sostenía contra su muñeca y no hacia falta ser un genio para intuir lo que planeaba hacer.
Hiccup siguió paralizado unos segundos más, recordando, el pasado había vuelto, recordándole que quizá no estaba todo perdido, por un momento se sintió mal por la princesa, sintió que tal vez se estaba excediendo con ella. Pensó por un momento que tal vez debía controlarse, ser un poco menos brusco, pero rechazó esa idea cuando recordó que se prometió a sí mismo no mostrar sentimientos nunca más, porque para él, mostrar sentimientos era símbolo de debilidad.
Entonces todo lo que había pensado se esfumó, decidió ponerse de nuevo su máscara de resentimiento y venganza y detener lo que la rubia intentaba hacer. No le gustaba que su pasado hubiera vuelto a su mente por unos instantes, quería olvidar eso, pero como no podía, entonces se desquitaría con su prisionera.
Utilizando sus habilidades sobrehumanas corrió rápidamente frente a la rubia, algo que ella no pudo ver, pues fue muy rápido. Se agachó frente a ella y le arrebató el cuchillo de sus manos, todo en cuestión de segundos, luego le dio una fuerte bofetada en su mejilla izquierda, lo cual la hizo caer hacia el otro lado.

— ¿Qué crees que haces maldita estúpida? — le reclamó Hiccup, fingiendo un gran coraje que en realidad no sentía tanto — no creí que fueras capaz de hacer estas tonterías —.

— ¿Tú qué crees que hago?, no voy a permitir que me sigas humillando, prefiero matarme antes que permitirlo — le dijo ella entre lágrimas.

— Escúchame bien ramera — el castaño la sujetó del cuello, la alzó y la empujó contra la pared irregular de la cueva, ella trató de resistir el dolor que le provocaba uno de los bordes enterrándose en su espalda — la muerte es la salida más fácil, y por desgracia para tí yo no dejaré que tomes esa salida, vas a sufrir todo lo que yo quiera que sufras —.

Ella cerró los ojos y trató de parar de llorar, realmente repudiaba con toda su alma a ese ser, se preguntaba que clase de error cometería para merecer pasar por algo así, ella se jactaba de supuestamente ser una buena persona.

El secuestro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora