Ha pasado un año, y todo parece tranquilo. Sin embargo, Subaru y los demás deben enfrentarse a un nuevo problema luego de que sean invitados a una fiesta en Priestella, la Ciudad de las Compuertas. Aparentemente el que traducia originalmente esto pa...
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Resultó que Liliana no recordaba las palabras que había querido cantar.
La línea de sangre de Liliana, desde el tiempo de su madre, la madre de su madre, e incluso de otras madres, era una línea de sangre que no se había establecido en un solo lugar, sino que había viajado por todo el mundo.
La profesión sin vida de un bardo, por supuesto, inspiraría irritación. No permaneciendo en un solo lugar, sino junto con los vientos, junto con los caprichos de los corazones, viajando continuamente con sólo dos pies.
Entre los bardos, parecía que muchos de ellos se reunirían, se unirían para actuar. Sin embargo, a Liliana no le gustaba mucho este tipo de unión. Aunque no le desagrada estar con otros, sus intereses eran diferentes. Había una diferencia palpable en el sentido de la música.
Al igual que su línea de madres, Liliana caminó sola hacia un viaje. Sin embargo, incluso entre este grupo de bardos con tanta varianza de personalidad, no se podía negar que esta independencia había aparecido bastante pronto con ella. Tenía trece años cuando dejó el nido de sus padres.
『 ¡Eh, mocosa! ¡Cómo pudiste tener esa idea! ¿No bastaría con que tus padres estuvieran de acuerdo contigo? 』
Aunque no se trataba de un asunto trivial, sino que huyó sin cuestionamientos como resultado de la discusión. A partir de sus diez años, Liliana siempre había querido vivir de forma independiente. Esas eran las opiniones demasiado descuidadas de una hija demasiado sumergida en la persecución de sueños, y sus padres y especialmente su madre la mantuvieron a la fuerza.
Alrededor de los diez años, los sentimientos de la joven Liliana ya eran un poco más maduros que los de otras niñas de su edad. Eso fue más o menos el resultado de las actuaciones de su padre, de los poemas de su madre y de la influencia íntima de sus familiares.
Para la joven Liliana, los personajes que aparecen en la música que cantaba su madre eran a toda velocidad. Siguiendo cómo sus aventuras, luchas, batallas, romances, intrigas interactuaban con ella, Liliana siempre fue incapaz de soportar que sus pies no pudieran hacer su camino hacia adelante.
— La gente que se había dado a conocer a través de sus propias canciones, podía claramente elegir libremente su forma de vida.
Para la niña de diez años Liliana, los héroes que habían aparecido en las canciones eran amigos. Caminando por el mismo camino, viendo los mismos lugares de interés, bajo el mismo cielo levantaron la cabeza para ver, ella también quería saborear el mismo sabor.
Aferrada a ese sentimiento, en esos tres años pudo soportarlo.
Liliana quemó la pasión y el sentido de compañía de una sola mente, desde su padre que le robó la habilidad de tocar con un lu-lyre, hasta su madre le robó el sonido de esa canción y varias canciones famosas.
