Ha pasado un año, y todo parece tranquilo. Sin embargo, Subaru y los demás deben enfrentarse a un nuevo problema luego de que sean invitados a una fiesta en Priestella, la Ciudad de las Compuertas. Aparentemente el que traducia originalmente esto pa...
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『――Entonces, voy a empezar 』
Con una cara ligeramente tensa, Emilia hace resonar su hermosa y clara voz en la habitación.
Con esa voz de campanas de plata, le habló a todos los que estaban en la habitación――o tal vez lo dijo para persuadirse a sí misma, y levantó sus delgados brazos.
『 ―――― 』
Emilia cierra los ojos y empieza a enfocar el mana en sus brazos levantados.
El enorme poder mágico que se arremolina y la máxima concentración para manipularlo con precisión. Si faltara alguno no podría lograr su propósito, es un juicio que solo ella puede hacer.
『―――― 』
Muchas miradas se dirigen a Emilia, que enfrenta la gran magia con una expresión seria. Son las mujeres y los niños que se consuelan entre sí mientras contienen la respiración y observan su comportamiento.
Algunos se toman de las manos, otros cierran los ojos como si rezaran o desearan, solo comparten la ansiedad y la esperanza entre sí mientras tiemblan.
『Subaru: ......Debe ser duro. 』
Y al final del mismo espacio, Subaru está observando silenciosamente a Emilia, que está expuesta a muchas emociones complejas.
El lugar es un rincón de las instalaciones subterráneas de la ciudad Priestella.
Originalmente, era un almacén para guardar provisiones en casos de emergencias, el aspecto actual libre de su contenido es ideal para su propósito original. No hay nada puesto en el sótano de piedra, y su amplitud enfatiza su oscuridad y frialdad.
Pero, debido a que es esa clase de lugar, es adecuado para el propósito actual.
『Subaru: Aunque no diré que es algo bueno. 』
『Beatrice: Deja de murmurar cosas sentimentales, de hecho. No sería bueno que alguien te escuchara, además perturbarás la concentración de Emilia. 』
Ante el murmullo involuntario de Subaru, Beatrice, que estaba parada a su lado, le dio un consejo.
La chica, que sostenía la mano izquierda de Subaru con una mano y jugaba con sus coletas enrolladas con su mano libre, miraba fijamente el ritual blanco que se llevaba a cabo frente a sus ojos.
Esos ojos azul pálido, parecían de alguna forma dolorosos para Subaru,
『Subaru: Si es Emilia estará bien. No te preocupes tanto. 』
『Beatrice: ......No te confundas, de hecho. Betty no está preocupada por Emilia sino por Subaru. Es un mal hábito empatizar con las emociones de quién sea, de hecho. 』
『Subaru: Es un talento. 』
El poder de la mano que lo sostenía se hizo más fuerte, y Subaru curvó sus labios ante la consideración de la chica.
