A principios de Diciembre, Ji Yong estaba muy ocupado.
Después de los exámenes finales, cuando SeungHyun estaba a punto de irse al club, Ji Yong dijo de pronto "Eh, ¿vendrás al Centro Comunitario conmigo?". SeungHyun parecía sorprendido, así que Ji Yong añadió "Cuando hayas acabado con las actividades del club, por supuesto. Te esperaré.".
SeungHyun ladeó la cabeza.
— No, está bien — dijo con una sonrisa despreocupada —. Podemos ir ahora. En invierno lo único que hacemos en el club de natación es ir a un montón de reuniones. No importa que me pierda una.
Ji Yong sintió dolor recorriendo su pecho. SeungHyun había entendido todo mal. Se creía que era el malo, así que ahora trataba a Ji Yong de forma distinta. Incluso últimamente estaba poniendo a Ji Yong como prioridad, y ya no se le veía con Bom. Pero, sólo por hoy, dejaría que SeungHyun le mimara.
Los dos empezaron a andar hacia el centro comunitario. El cuadro de Ji Yong había ganado un premio, para su vergüenza. Se había enterado en la ceremonia de premios del club de arte.
Hasta ahora, nunca le había gustado enseñar sus cuadros a sus amigos. Le resultaba difícil pedirle a alguien que fuera hasta la exhibición con él sólo para ver su trabajo. Pero, esta vez quería mostrárselo a SeungHyun pasara lo pasase. Sabía que no había razón para agitar su relación confesándole sus sentimientos, pero sería muy cobarde si no le dijera la verdad a estas alturas.
A veces, SeungHyun aún le preguntaba "¿Qué tal van las cosas con DongWook?" con mirada de preocupación. Ji Yong no le había dicho que no había nada entre DongWook y él. Decidió que le contaría todo a SeungHyun. También se había preparado para separarse de él después de hacerlo. No podía seguir fingiendo que era la víctima.
Como era un día laborable, no había mucha gente en el centro, y el piso donde estaba la exposición de pintura estaba vacío. Como ya había estado antes con el club de arte, Ji Yong fue derecho hacia su cuadro. SeungHyun miraba a todas partes mientras le seguía.
— Es muy raro en ti enseñarme uno de tus cuadros — murmuraba —. Incluso en el festival del colegio siempre te enfadabas y me decías que no mirara.
— Normalmente no me gusta que nadie los vea, pero esta vez es diferente —admitió Ji Yong.
— ¿Mm? — SeungHyun parecía sospechar algo, pero no preguntó nada.
Ji Yong se detuvo ante la pintura azul. SeungHyun silbó.
—¿Es éste? Guau, es genial.
Probablemente no se había dado cuenta de que la espalda en el cuadro era la suya propia.
— Eres tú — susurró Ji Yong, mirando de reojo a SeungHyun.
— ¿Qué? ¿Eh? ¿Ese soy yo? — SeungHyun miraba a Ji Yong y al cuadro alternativamente con los ojos como platos. Entonces miró la placa del título que estaba debajo —. Desire.
— Es la imagen que tengo de ti... es... lo que siento por ti, SeungHyun — confesó al fin.
SeungHyun parecía nervioso.
— Pero... se llama "Desire" ¿Qué significa eso? —preguntó mirando a Ji Yong.
— Es mi deseo — contestó —. Yo... yo te quiero, SeungHyun. Te he querido desde hace mucho tiempo. Mis sentimientos fueron más allá de la amistad hace mucho, mucho tiempo.
La boca de SeungHyun no podía estar más abierta. Por su cara, parecía no tener ni idea de qué acababa de decir Ji Yong. Al ver esa expresión tan estupefacta, Ji Yong no pudo evitar reírse a carcajadas. Estaba esforzándose en confesarle a SeungHyun sus verdaderos sentimientos, pero ¡qué cara más ridícula estaba poniendo SeungHyun!
— Espera un segundo, creía que tú y DongWook...
— Eso era mentira — admitió Ji Yong —, no me gustaba tener sexo contigo así que fingimos estar saliendo.
La expresión de SeungHyun cambió. Parecía estar arrepentido de lo que había hecho, si a Ji Yong no le gustaba.
— Yo... — continuó Ji Yong —. Yo te quiero, así que tener sexo contigo era demasiado doloroso, sabiendo que tú no sentías lo mismo por mí. Estaba tan triste que sentía que me iba a morir.
— ¿Por qué no me lo dijiste entonces? — exigió SeungHyun al oír eso.
— Incluso si lo hubiera hecho, pensé que no lo entenderías — explicó —. Pensé que te daría asco y que no podríamos ser amigos más. Me daba miedo que dejara de gustarte.
SeungHyun se mordió el labio, frustrado. Parecía que el razonamiento de Ji Yong no estaba lejos de la verdad. Quizás SeungHyun no habría aceptado a Ji Yong si éste le hubiera dicho la verdad entonces.
— Pero no te volveré a mentir — dijo firmemente —. Sabía que tenía que decírtelo para dejarlo todo resuelto. No podemos estar siempre igual. Si no cortamos como es debido, no creo que fuera capaz de volver a enamorarme —intentó que el tono de su voz sonara alegre. Por supuesto, no estaba pensando en enamorarse de alguien aún —. Así que no te preocupes, SeungHyun. No pienses que me has hecho algo terrible. Esa época fue muy dolorosa para mí, pero ahora siento que pudo haber sido algo bueno. Incluso si lo hiciste por curiosidad, pude tener sexo con alguien a quien quiero y...
— No fue por curiosidad — SeungHyun le interrumpió en voz baja.
— ¿Qué?
— ¡He dicho que no fue por curiosidad! —dijo mirando el cuadro. Lentamente, miró a Ji Yong de nuevo —. Lo era al principio, no lo niego. Había imaginado cómo sería tu cara cuando te corrías y quería ver cómo era en la vida real. Y al ser mejor incluso de lo que había imaginado, no podía dejarte marchar. Te convertiste en algo mucho más valioso, mucho más importante para mí.
— ¿SeungHyun?
— No podía dejar de pensar en ti. También pienso en ti ahora. Me pregunto si seré feliz siendo solamente amigos, y he estado aguantándolo hasta ahora, pero... sigo pensando que, cuando tenga la oportunidad, te robaré del lado de DongWook. He estado pensando en modos de hacerlo.
Ante esta confesión tan increíble, era el turno de Ji Yong de ponerse nervioso.
— ¿Qué estás diciendo? Pero tú tienes novia.
— Rompí con ella hace mucho tiempo. Ya no estábamos juntos en aquel día lluvioso.
— ¿Qué?
A Ji Yong le temblaban los labios. No necesitaba preguntar a qué día lluvioso se refería. ¿No les había visto juntos porque habían roto? ¿Y él era la razón? ¿De qué hablaba SeungHyun? ¿Estaba diciendo que quería a Ji Yong? ¿Y no por curiosidad o porque fuera un juguete nuevo?
— Sólo se me pone dura contigo —susurró SeungHyun apasionadamente.
Ji Yong pestañeó. Las lágrimas caían por sus largas pestañas.
— Eres... un pervertido.
SeungHyun asintió y se rió.
— Sí, lo soy.
— Pensaba que el único pervertido era yo — dijo Ji Yong con voz temblorosa.
SeungHyun tiró de Ji Yong hacia sí, y lo sostuvo entre sus brazos.