SeungHyun y YoungBae charlaban como de costumbre. Ji Yong también fingía que no pasaba nada, aunque en realidad se sentía incómodo e inseguro. Cuando las clases acabaron y se preparaban para irse a casa, una chica le llamó.
— Kwon, ¡han venido a buscarte!
Ji Yong se dio la vuelta y vio a DongWook en la puerta. Sintió que YoungBae y SeungHyun también se habían dado la vuelta. Fue corriendo hacia la puerta.
—¿Q... qué hay?
—Pensé que sería más convincente de este modo —dijo en voz baja, sonriendo mientras miraba desafiante hacia la clase.
Ji Yong imaginó cuál era su intención y se puso como un tomate. Se sentía fatal porque él había arrastrado al detallista DongWook a esa situación desastrosa. Quería que se lo tragara la tierra.
— ¿Estás libre luego? —preguntó DongWook.
— Sí, ¿por?
— Entonces vayamos al planetario —sugirió DongWook —. Está lloviendo, así que, ¿no estaría bien cambiar de aires? Incluso aunque sean artificiales, uno se siente mejor cuando mira las estrellas, ¿no? En realidad no te apetece trabajar en tu proyecto de arte ahora, ¿verdad?
Ji Yong sintió que SeungHyun le miraba fijamente mientras hablaban. Si le decía que no a DongWook, SeungHyun sospecharía.
— Iré — contestó, y DongWook asintió y sonrió feliz.
Ji Yong fue a recoger sus cosas. Tan pronto como llegó a su pupitre, SeungHyun dijo "¿Una cita?" con un rostro carente de expresión. Ji Yong bajó la mirada.
—Sí —asintió, antes de marcharse.
Esto le convencerá aún más, pensó. Y ahora tendrá que darse por vencido al fin.
[...]
El planetario estaba bastante lleno por ser sábado. DongWook y Ji Yong se sentaron en la última fila de la zona Oeste del cielo. Se acomodaron en los mullidos asientos y empezaron a ver el programa. Acompañadas por la amable voz del narrador, las estrellas comenzaron a aparecer en el cielo.
A pesar de que DongWook le había invitado aquí para que no estuviera tan deprimido, Ji Yong no podía seguir lo que estaba viendo. Lo único que veía en el cielo estrellado era la cara de SeungHyun. Sabía que tenía que olvidarle, pero después de haber pasado por algo tan doloroso, Ji Yong se veía atormentado por recuerdos que ahora parecían dulces.
No estaba seguro de que pudiera seguir siendo amigo de SeungHyun y YoungBae después de todo lo que había pasado, y se preguntaba si ellos sentían lo mismo. Cuando pensó que podía perder a un preciado amigo y la persona que amaba, empezó a llorar.
Una mano cubrió sus ojos de repente.
— ¿Presi... dente? No puedo ver... —susurró.
Sintió el aliento de DongWook acercarse a sus labios. Una suave calidez le tocó. Ji Yong se puso tenso. Los labios de DongWook estuvieron sobre los suyos durante apenas un segundo, pero dejaron a Ji Yong helado y tembloroso. Creía que DongWook y él estaban saliendo de mentira, ¿para ayudarle? ¿Entonces por qué DongWook le había besado? ¿Lo hacía por curiosidad igual que SeungHyun? No, DongWook no era el tipo de persona que haría algo así.
Mientras se dejaba llevar por el pánico el programa acabó.
— Ahora, el cielo oriental se aclara. Ha comenzado una nueva mañana... —dijo el narrador mientras los espectadores se estiraban.