La llamada que SeungHyun había recibido era de YoungBae.
— Estoy en tu barrio, así que he pensado en pasarme por tu casa.
YoungBae colgó sin esperar una respuesta. En cinco minutos sonó el timbre de la puerta. Mientras abría la puerta, SeungHyun pensó en lo raro que era que YoungBae le visitara. Cuando entró, no tenía el mismo aspecto tontorrón de siempre, sino una expresión muy seria.
—Ey, ¿por qué no lo dejas ya? — dijo inmediatamente —. ¿Tienes idea de lo que estás haciendo?
—¿De qué hablas?
— ¡No te hagas el tonto! — YoungBae estaba que echaba humo —. ¿Has pensado en los sentimientos de Ji Yong alguna vez? ¡Es un simple juguete en tu juego de investigación!
— Ah, ¿lo sabías? —preguntó SeungHyun, relajándose.
Le preocupaba mucho más la conversación que acababa de tener con Ji Yong que YoungBae gritándole. No estaba seguro de por qué le había afectado tanto. ¿Era sólo por lo que había dicho YoungBae? ¿Era porque le acababan de quitar su juguete?
— No te quedes ahí, ¡di algo! — le gritó YoungBae.
— No te preocupes, no me acostaré con Ji Yong nunca más — contestó.
— ¿Eh? — preguntó YoungBae, estupefacto.
— Acabo de hablar con él por teléfono. Dijo que deberíamos dejarlo.
— ¿Ji Yong lo hizo? ¿Sacó él el tema?
No puedo creerlo, pensó YoungBae. No creía que Ji Yong fuera tan decidido. Además, sabía que sentía algo por SeungHyun. Sería imposible para Ji Yong dejar que la relación terminara.
— Sí — suspiró SeungHyun —, dijo que está saliendo con el presidente del club de arte, así que no quiere hacerlo más conmigo.
— ¿Qué? — YoungBae estaba en shock —. ¿Ji Yong dijo eso? ¿En serio? ¿Quieres decir DongWook? ¿Está saliendo con él? ¿Por qué?
— No tengo ni idea. Dijo que le ama desde hace tiempo. Me pregunto si pensaba en él mientras lo hacíamos...
Esto es ridículo, pensó YoungBae. SeungHyun era el que Ji Yong amaba. No le gustaba DongWook para nada. Le respetaba como su Hyung, pero eso era algo muy distinto de tener sentimientos románticos. ¿Quizás era una mentira que Ji Yong había usado como excusa para escapar de SeungHyun? Pero SeungHyun no era estúpido, y no se le engañaba fácilmente. De todos modos, Ji Yong no mentía muy bien. Pero, ¿cómo podía ser verdad que estuviera saliendo con DongWook?
— ¿DongWook le pidió salir? —preguntó asombrado.
Quizás DongWook le había confesado sus sentimientos a Ji Yong, y él pensó que debía decirle que sí.
— Dice que le dijo a DongWook cómo se sentía — contestó SeungHyun —, y entonces él le dijo que sentía lo mismo. Así que supongo que es un final feliz. Me pregunto si dos chicos pueden de verdad amarse el uno al otro.
— Por supuesto que pueden. También pueden tener sexo.
SeungHyun no respondió a la provocación de YoungBae. Todo lo que hacía era morderse el labio con frustración.
[...]
El día siguiente fue un sábado lluvioso. Cada dos semanas los estudiantes tenían clases los sábados por la mañana. Ji Yong fue al colegio sintiéndose tan triste como el tiempo. Se bajó del autobús y fue a abrir su paraguas cuando un gran paraguas negro se abrió sobre su cabeza. Ya no sentía las gotas de lluvia en sus mejillas así que miró hacia arriba.
— Oh...
— Buenos días — saludó DongWook con una sonrisa.
— Buenos días — contestó Ji Yong —, ¿sueles venir en autobús?
— No, suelo venir en bici, pero llovía tanto hoy, que cogí el autobús.
DongWook hablaba de forma casual, pero Ji Yong vio que los bajos de su pantalón estaban empapados. Se dio cuenta de que DongWook había estado esperándole desde hacía rato. ¿Estaba preocupado por lo que habían estado hablando el día anterior? ¿Se había arrepentido de sugerir que fingieran estar saliendo? ¿Era por eso por lo que estaba esperando a Ji Yong?
— Vamos.
Empezaron a andar hacia el colegio. La distancia era corta, y en la entrada los estudiantes de distintos cursos se separaban. Ambos entraron por la puerta que usaban los de último curso.
DongWook no dijo nada sobre lo que pensaba Ji Yong. Tampoco parecía preocupado.
— ¡Nos vemos! — dijo, despidiéndose, y empezó a marcharse.
— Ciao... — dijo Ji Yong sonando abatido.
DongWook estaba a punto de entrar cuando se dio media vuelta y regresó.
— Está torcida — dijo mientras le ajustaba la corbata a Ji Yong.
Le sacudió el pelo a Ji Yong, sonriendo, y se dio media vuelta. Ji Yong abrió al fin su paraguas y fue hacia la puerta que correspondía a su curso. DongWook se quedó donde estaba, mirando hacia el edificio. Había una leve sonrisa en su cara.
Ji Yong no se había dado cuenta, pero SeungHyun había estado mirándolos desde la ventana. SeungHyun no había pasado muy buena noche y se había levantado antes de lo normal. No sabía muy bien qué hacer, así que se había ido al colegio muy temprano. Había visto a Ji Yong y DongWook andando tan alegremente, que se dio cuenta de que tenía que ser cierto que habían empezado a salir. Pero cuanto más pensaba en lo que Ji Yong le había dicho por teléfono, más le costaba asimilarlo. Había aguantado la charla de YoungBae, y ahora sabía que no podía estar con Ji Yong nunca más. La única opción que le quedaba era volver a ser amigos. Aunque sabía que así era, no estaba contento.
Al ver el modo tan íntimo en el que DongWook y Ji Yong se habían despedido, SeungHyun sintió una sensación desagradable florecer en su interior. ¿Y era sólo su imaginación o DongWook le había mirado y sonreído? SeungHyun se preguntó si de verdad sus ojos y los de DongWook se había encontrado por un momento.
— No, eso no puede ser — SeungHyun se dijo a sí mismo, sacudiendo la cabeza—. Estoy dándole demasiadas vueltas.
Ji Yong llegaría pronto a clase, y decidió que hablaría con él como siempre. No quería hacerle más daño del que ya le había hecho.
