Capítulo 2

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No hablámos todos los días; prefería sostener una conversación con Jueves, puesto que en ese momento todavía tenía sentimientos por él. También preferías hablar con la chica de once y además yo apenas llegaba.

Rescatando algo de qué charlar, comentaste una tarea de producción textual. Tenías una buena idea de historia: los Nazis lograban invadir Rusia, consistía de como iba todo dos generaciones después. Sin querer, amé el brillo de tus ojos al hablar sobre la trama y como pensabas solucionar todo.

Azul me robó la idea de tener una pausa. Irnos a vivir juntos siendo adolescentes era una completa locura, tal vez descansar antes de todo lo que se venía era una buena idea. No te miento al decir, que lo primero que deseé al establecer reglas fue robarle un beso a Jueves. No podía contener una sonrisa mientras iba al paradero.

Era un martes a las 2:10pm, no pude hacerlo aunque moría por dentro. Era estúpido, y me arrepentí mil veces al bajar. El miércoles ambos faltaron y mi mente no dejaba de maquinar una manera de escupir todos aquellos sentimientos.

El viernes, después de tres paradas, me recosté en su hombro e instintivamente dio un golpe a sus labios con los míos. No dijo nada. Al despedirme me evitó.

Dos buses y un cuento de Hitler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora