Capítulo 10

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Vi al joven que antes había estado atrás e hiperventilada le expliqué la situación; me tranquilizó y junto a una rizada chica y un chico con un tatuaje en el brazo me apoyaron. Tuve que pasar mi paradero por temor a que se bajaran a perseguirme. Llamé a mi casa con un celular prestado y me recomendaron una estación fácil para devolverme.

Su hablado delicado me llevó a pensar que tal vez era gay, pero tenía más cosas en mente. Se bajó conmigo para protegerme; me contó un poco de su universidad, por donde vivía y que tampoco conocía a los otros, pero les había caído muy bien. Yo le dije de mi edad adolescente y mis horarios en el colegio. Mi ruta llegó después de la suya y cuando bajé me esperaba mi papá

Fueron tres horas pagando una hora con el chico que me gustaba. Lloré angustiada por el terror que me había causado, pero me calmé rápido. Abrí tu chat y te resumí en una frase lo que había pasado. Llamé a mi mamá y me pidió perdón por haberme mandado en transporte público, sin embargo, sentía que valía la pena estar contigo.

Dos buses y un cuento de Hitler.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora