Final

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Me encontraba recogiendo todas mis cosas, ya había terminado de hacer mis maletas. Mi padre estaba en la puerta esperandome, suspiré. Todo esto iba a acabar, aun siendo consciente de eso, tenía un amargo sabor de boca.

Todos mis problemas estaban agrupados dentro de mi cabeza, esperaba volver a Imjado y que todos estos se esfumasen. Cerré los ojos recordando cuando Mino vino a visitarme. Me propuso escaparme con él, y yo le negué. Es no tendría sentido.

Somos niños aún, ¿a dónde iríamos? ¿cómo sobreviviriamos? Y aunque Mino se molestó por mi respuesta, sabía en el fondo que yo llevaba razón, aunque no lo quiso admitir.

-¡Vamos Jinwoo! -gruñó mi padre.

-¡Ya voy! -chillé.

Me despedí de Mino aquel día, y de los demás el día siguiente. Jinhwan fue el que más lloró, seguido Nam. Los echaré tanto de menos. Yoon intentó hacerse el fuerte, pero alguna que otra lágrima soltó, mientras que Hoon me dio palmaditas en el hombro dedicandome una sonrisa triste.

Elegí lo correcto, elegí lo correcto, elegí lo correcto...

-¡Venga! -volvió a quejarse mi padre.

Me colgué la mochila y salí de mi cuarto. Todas las maletas ya las había cargado mi padre en el coche.

-¿Y ese colgante?

-Fue un regalo.

-Pero le falta la mitad.

-Se supone que debe ser así.

-¿Es un zorro?

-Es un panda.

-Bueno, ¡cómo sea! Vámonos ya -cerró la puerta detrás de mi.

Fuimos a la entrada, mi padre aparcó el coche en la misma puerta, a pesar de estar prohibido. Mi padre se subió en el asiento del conductor, yo abrí la puerta de atrás. Antes de entrar eché un ojo a mi alrededor, por algún momento esperé ver que Mino venía a despedirse de mi, pero era una tontería, se había enfadado conmigo.

Subí al coche y mi padre condujo hacia el aeropuerto, un trayecto muy cansado. En mi mente solo estaba el pelinegro, por lo cual no pude prestar atención a las palabras de mi padre. ¿Habia hecho bien en aceptar?

Puse mi cabeza en la ventanilla, estaba agotado, anoche, como de costumbre, no dormí bien y ahora me tocaba pagar las consecuencias. Mis ojos se iban cerrando lentamente.

-Jinwoo, no te duermas que estamos llegando.

Hice un amago por mantenerlos abiertos, apesar de que fue difícil, pude conseguirlo.

***

Estábamos dentro del avión, en nuestros respectivos asientos. Le había pedido a mi padre que me cambiara su sitio en la ventana, era muy entretenido ver todo desde arriba.

Las azafatas empezaron a realizar lo que deberíamos hacer si el avión sufre algún accidente, nunca me gustaba pensar en eso, pero aún así prestaba mucha atención. Luego se pasaron una vuelta rápida para comprobar que todos tuvieran puesto sus cinturones.

-Papá, abrochatelo.

-No, es una tontería eso.

-Es por seguridad.

-Jinwoo, déjalo, no me lo voy a poner, así que no me des la brasa en el viaje con el estúpido cinturón.

Yo asenti, no sabía cómo mi madre se fijó en alguien tan gruñón como él. Aun le daba vueltas a la nota de mi madre, ¿qué había hecho mi padre? No saberlo me ponía nervioso. Mi relación con él ha ido yendo a peor, siempre discutimos y yo le hecho en cara lo de mamá para ganar la pelea. Me preguntó qué es lo que hizo.

El avión se empezó a mover y minutos después a elevar. Mi vista no se apartaba de la ventanilla, ver como todo Seúl se iba haciendo cada vez más pequeñoe trajo recuerdos de cuando vinimos aquí por primera vez.

Estaba tan nervioso por lo que pasaría de aquí en adelante, me acuerdo que me agarraba fuertemente a la manga de mi madre y ella me respondía con un "no te preocupes, todo va a ir bien". Y mira como hemos acabado.

Pasé los mejores años de mi vida aquí, con Yoon, Hoon, Nam, Jinhwan también, y por supuesto, Mino.

Todos los buenos momentos con ellos golpean mi cabeza, y las ganas de llorar me asfixia. Adiós chicos.

Adiós Mino.

Novios por un contrato [SongKim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora