-Debiste ver tu cara cuando dije eso-.dijo Elizabeth riendo.
-¿Entonces no me estás enviando directo a la brotherzone?
-No lo se, tal vez sí, tal vez no.
-¿Entonces podría besarte?
-Hmm, no.
-¿Por qué no?
-Porque no.
-Esa respuesta no tiene argumentos.
-Tú no tienes argumentos.
-¿Por qué dices que no tengo argumentos?
-Pues quieres besarme, eso quiere decir que te has quedado sin tema de conversación y quieres deshacerte del incomodo silencio.
-No puedo argumentar nada ante esa lógica.
-Lo ves, sin argumentos.
-Está bien, tú ganas.
-Gracias. Ahora, deberías irte a casa, yo tomaré una ducha.
-¿Estás corriendome?
-No te estoy corriendo solo estoy pidiendote que te vayas.
-Es tecnicamente lo mismo.
-Sí, pero la forma de decirlo cambia las cosas.
-Está bien, me voy.
-Adiós, Chars.
"Chars" esa palabra sonaba de lo más lindo en los labios de Elizabeth, en realidad cualquier cosa que ella dijera sonaba de lo más lindo, incluso podía decirme que soy un idiota y aún así sonaría de lo más lindo que no podría enojarme con ella.
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Elizabeth:
Me dolía cada parte de mi cabeza, tenía asco, hambre, me sentía más cansada que nunca, estoy segura de que NO VOLVERÉ A TOMAR NUNCA EN MI VIDA.
Aunque no estaba segura de poder confiar en mis propias afirmaciones.Me metí a la ducha, no había nada que una buena ducha no pudiera solucionar.
Después de la ducha decidí desayunar algo, moría de hambre, parece que el alcohol solo te hace ponerte estúpido, pero no logra calmar tu hambre, ni siquiera la sed, de hecho ahora mismo sentía mis labios más secos de lo normal.
Cuando llegué a la cocina escuché ruidos en la sala, pero era lo más extraño, yo vivía sola y nadie más podía entrar a mi casa, a menos que fuera David, o ¿Ian?, no lo se, debería sacar esas ideas estúpidas de mi cabeza, probablemente solo era el viento o algo así.
Caminé hacia la sala esperando no salir corriendo de ahí, ya que soy bastante miedosa, pero era la única en la casa y si alguien estaba espiandome debía descubrirlo antes de que ese alguien me encontrara a mí.
Cuando llegué me encontré a Christian sentado ahí tranquilamente, cuando me vió saltó del susto, y yo lo hice de la misma forma al escuchar su grito.
-¡Estúpido! ¡Me asustaste!-.dije.
-¿A caso no me esperabas aquí primita?
-Christian, te olvidaste completamente de mí en cuanto comenzaste a salir con Megan, te mudaste a un departamento teniendo aquí una casa, me dejaste sola. ¿Y aún así piensas que estaba esperandote?
-Lo siento primita. Pero ahora vengo para quedarme.
-Eres un descarado.-.bufé.-¿A caso te dejó Megan?
-Estás equi...ciertamente en lo correcto-.dijó bajando un poco la voz.
-¿Y me utilizas como último recurso?
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Earmark
Teen FictionElizabeth es una chica de 15 años que vive bajo las reglas de sus padres con una vida llena de castigos. Ella solo es feliz cuando está al lado de su mejor amigo Mike, pero termina perdiendolo, pero aún así ella logra recuperarse y entiende que ell...