BackTime (Capítulo extra #2).

40 3 2
                                    

Elizabeth:
Los días en la nueva escuela iban de maravilla, nuevas clases, nuevas personas, nueva casa, todo era totalmente distinto.

I really like think that is a better place.

Sin embargo, me torturaba bastante el hecho de estar tan lejos de Ian, el hecho de que él sufriera por no poder tenerme cerca de él.

Ian:
Eli, te amo y te extraño demasiado.

Para Ian:
Lo siento Ian, pero yo ya no siento lo mismo.

Ian:
Pero no es posible, tus setimientos no pueden desaparecer de un momento a otro.

Para Ian:
Sí pueden. Lo siento.

Ian:
Elizabeth no.

Ian:
Yo sé que aún sientes lo mismo que yo.

Ian:
¿Piensas que voy a olvidarte por no poder estar cerca de ti?

Ian:
Elizabeth, el amor es más fuerte.

Ian:
Solo tienes que luchar conmigo.

En realidad, quería demasiado a Ian, más que nunca, pero ésta distancia que había entre nosotros estaba matandome, yo podía resistir más, pero tenía miedo por él, tan solo pensar que puede haber alguien mejor que yo y él simplemente me está esperando a mí, alguien que no sabe cuando va a regresar, cuando va a volver a ver, y me lastimaba el hecho de que él sufriera por mí, solo quería que fuera feliz aunque no pudiera ser yo quien está a su lado, y la única forma de conseguirlo era alejarme de él, evitar que él continúe enamorado de mí, lo mejor es que se olvide de mí, para siempre, que haga su vida sin importar lo que suceda con la mía.

------------

Ian:
Estos días los había pasado de lo peor, Elizabeth, mi princesa, se había alejado de mí completamente, perdí la comunicación con ella, al principio era simplemente porque ella no me respondía mis mensajes, pero, con el paso de las semanas ella cambió de número, o algo por el estilo, dejaron de llegarle mis mensajes, dejé de poder contemplar sus fotografías, la perdí por completo.

No sabía el motivo por el cual ella se había alejado de mí, no sabía que había hecho mal para perderla, no comprendía nada en lo absoluto, y es que yo dejé mi corazón en sus manos, y ella lo único que hizo fue arrojarlo al primer basurero que encontró, dejandolo solo e indefenso, en medio de la mierda.

De alguna forma lo único que creía era que ella había encontrado a alguien mejor que yo, alguien que podía estar cerca de ella, alguien que la acompañara durante el día y la noche.

Era momento de olvidarla, aunque era de lo más complicado, olvidar sus besos, la ternura con la que sus labios se unían con los míos a pesar de que de un momento a otro ella mordía mi labio inferior y después me sonreía de una forma coqueta; olvidar sus abrazos, la forma en que sus brazos se aferraban a mi cuerpo como si fuera el maldito oxígeno que ella necesitaba; pero sobre todo, olvidar sus palabras, su hermosa voz, su tierna mirada directamente a mis ojos mientras me decía lo mucho que me quería.

De alguna forma todo eso ahora solamente era un recuerdo, un puto recuerdo que quedará por siempre dentro de mi cabeza.

Pero aún así me jodía el hecho de que alguien pudiera reemplazarme, tan solo imaginarla besando a alguien más, aferrandose a alguien más, queriendo a alguien más me destrozaba por completo, no puedo creer que ella haya olvidado que las cosas que se cuidan no podían tirarse de repente.

Pero sé que llegará alguien más a mi lado, alguien más que me ayudará a olvidarla.

Pero aunque llegue alguien más, para mí ella siempre será mi princesa.

Pasaron los meses y conocí a una chica, al parecer ya la conocía antes, solo que hasta a penas la había notado.

Era una chica de mi universidad, no me había percatado de que durante todas las clases me observaba, sabía con exactitud cada uno de mis movimientos, me miraba mientras yo estaba distraído, aunque cuando lo noté solo fingía que estaba distraído solo para ver como su dulce mirada se posaba sobre mí, sabía que ella no se acercaría a mí, era la chica timida de la clase, una chica que a penas y hablaba, así que decidí hablarle.

-Hola eres Sarah ¿Cierto?.-dijé sonriendole.

-Sí...¿Cómo sabes mi nombre?.-respondió timidamente.

-No lo sé, tengo que saber el nombre de mi admiradora.

-¿Admiradora?.-dijó sonrojandose.

-¡Claro! ¿Piensas que no he notado que me observas cada vez que estoy distraído?

-Pe..ro ¿Có...como sabes éso? Sí se..se supone que estabas dis...distraído.-dijó temblorosa.

-Ah eso, solo fingía estar distraído porque disfrutaba tener tu linda mirada sobre mí.

-¿Tú...tú crees que mi mirada es linda?

-Yo pienso que es hermosa.-provoqué que se sonrojara completamente.

-Eh...eh...tengo que ir...irme.-dijó intentando recoger sus cosas.

-Hey ¿A dónde crees que vas? Aún no hemos terminado.-dijé tomandola del brazo.

La jalé un poco intendo evitar que se fuera e intentando no lastimarla, pero al parecer ella no estaba muy bien parada, porque calló sobre mí, en ése instante me comenzaron a temblar las piernas, quedó a unos solos centímetros de mí, su respiración cada vez más acelerada, su mirada fijada en la mía, intenté tomar su mano para ayudarla a levantarse y sentí como temblaba, sus manos estaban completamente heladas.

La ayudé a levantarse.

-Lo siento.-dijé.

-No te preocupes.

Ella intentó evitar mi mirada, entonces tomé sus mejillas e hice que ella no retirara su mirada de la mía, podía ver que ella intentaba resistirse a mirarme, ya que evitaba sonrojarse, entonces me acerqué lentamente a ella, hasta rozar mis labios con los suyos, sus labios estaban fríos, pero éso no le quitó lo tierno al corto beso.

Desde ése día ella y yo nos volvimos inseparables, era maravillosa, me apoyó en todos mis problemas, estuvo en todos los momentos, sin impotar fueran felices o no. Incluso casi logra hacerme olvidar a Elizabeth, pero el conocer nuevas personas me hizo darme cuenta que nadie se compara con ella.





Earmark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora