El internado

Capitulo 24

Cogí mi teléfono y llame a Chris.

-Hey, hombre.-

-Dave no me hables así. Nos cagaste la fiesta.

-Alto tío, tengo un secreto que contarte, pero debes obedecer.

-Mmh...bueno.

Trague fuerte. Y comencé a hablar.

-Anda a mi cuarto, en mi armario busca el perfume Versace; abre la caja y saca la llave. Luego dirígete al bosque y tu sabes la cabaña. Sólo saca 4 bolsas de coca, 7 de marihuana. Luego me lo pagas.

No espere respuests sólo colge. Saque mi pijama y me metí en la cama en dos minutos ya había caído en los brazos de Morfeo.

23 de diciembre.

Sentí la puerta ser tocada por alguien. Abrí lentamente los ojos sin entender que sucedía.

-¿Diga?- pregunte confunso aún no completamente despierto.

Sentí el suspiro de alguien, vi la hora 7:04 am. Que coño tienen las chicas en la cabeza.

-¿Podemos hablar?

Recordé la gran mentira. Eleve un ceja con enfado.

-Yo creo que has dejado todo en claro. - Dije firme.

-Porfavor.- suplicó.

Me levante en pijama y abrí la puerta listo para perdonar todo lo anterior. Pero las cosas no siempre pasan como uno quiere.

-Te perd...

-Creo que lo mejor es terminar.

Sus palabras eran bastantes sinceras para una broma. Quede sin poder creer las fraces que acaban de penetrar mis oídos.

-No lo dices enserio.

Ella desvió la mirada y comenzó a acercarse.

-Dave. Si lo hago.

Sentí como de un momento a otro mi cuerpo pesaba el doble. Una gran pelota se formó en mi garganta. Quería gritar. Quería llorar. Quería escapar. Pegarle a alguien o algo.

Pero Madison no puede ver que me importa.

Reí irónico.

-¿Por qué?

-Vamos, sabes que tu perteneces a un mundo de drogas y cosas así, no quieres estudiar, claro, tu padre te paga todo. -Bufe- y yo no tengo esa bendición, o maldición, como quieras decirle. Yo necesito un hombre; no un intento de hombre.

Sus palabras fue como si todas las cosas que me dijo antes se desicieran de un momento a otro. La irá corría por cada centímetro de mi cuerpo. Le di todo a esta perra y ella lo bota al tarro del reciclaje ¿por que? Para hacer un nuevo novio de Yale para que cada vez que folle el se encante aún más y le pueda pagar lo que ella necesite. Irónico yo podría darle una vida de lujos.

Conteniendo mi enojo y decepción saque mi maleta y metí todo lo que era mío. Me vestí enfrente de ella sin ducharme, bueno me había duchado en la noche, no era tan importante. Me perfume. Ella seguía apoyaba en el marco de la puerta con la mirada perdida. Cuando ya estaba listo para marcharme la mire y le sonreí de lado.

-Siempre seré el mejor sexo de tu vida.

Guiñe un ojo y con la dignidad bien puesta salí como si no me  importará dejar al amor de mi vida.

Baje las escaleras y me topé con los padres de la puta que rompió mis sentimientos. Joder, las mujeres sólo sirven para coger.

-¿Te vas Dave?- pregunto la madre de Madison con una sonrisa irónica como si todo fuera su plan. Quizás lo fue.

-Hasta nunca ex suegritos.

Me miraron confundidos. Sonreí al ver a Maddi en una esquina de la cocina observando el expectaculo y abrí mi boca en venganza.

-Su hija es buena en la cama. Tiene un culo pero es que...

-DAVE.- gritó Madison con lágrimas en los ojos luego de una largo silencio, hablo en susurro. - Quiero que sepas que siempre te amaré.

Negué sintiendo como mis ojos se humedecian.

-Eres una puta.- dije en frente de todos. El padre de Madison se acercó a golpearme pero antes que tocará mi chaqueta de cuero, quizás más cara que toda la ropa de ese desgraciado que consivio a la que arruinó mi vida, le tire un golpe en la nariz dejándolo en el suelo. Madison gritó y me insulto. Tomé mis cosas y me marche. Era una día nevado. Un lindo día pero un mal día al mismo tiempo. Joder.

Por eso nunca tenía relaciones sería. No sirven. Extraño al antiguo Dave. El gran Dave. Pero hoy mismo volverá más vivo que nunca.

-¡Dave esta denuelta cabrones!- grité los fuerte que pude.