Capitulo 2

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"Un nuevo comienzo..."

Desperté. Dormí 14 horas, lo cual es claramente poco normal, supongo que es a causa de mi cansancio. Me senté en la cama, que supongo será mía, digo, llegue primero, y la elegí primero. Hay dos camas, una cerca del baño, y la mía, cerca de la ventana, probablemente en invierno prefiera estar cerca del baño, pero aun quedan 4 meses para eso.

Aun no llega nadie al internado, obviamente, se supone que se entra hoy a las 3:00 pm, pero mamá tenia que ir a una importante reunión, y como es de esperarse, llamo a la directora para que llegara antes. Por lo cual no se que mierda tomare de desayuno.

Cuando ya estaba limpia y vestida, baje por los grandes pasillos admirando los cuadros de los años pasados, hay algunos de 1940, trote bajando las escaleras y cuando ya estaba en la primera planta note que ya había mas movimiento. Le sonreí a los trabajadores que barrían el piso.

-¿Necesitas algo?- dijo una aguda voz detrás mío.

-No, gracias por preguntar.- respondí lo mas rápido que pude sin demostrar mi interés de salir del colegio. La única forma de salir es con permiso de tus padres o tutor, odio este lugar.

Apenas gire por el pasillo, comencé a correr, sin saber a donde. Iba muy bien hasta que todo cambio de situación.

-¡Alto ahí!- grito una voz masculina.

Genial, me atraparon; pare y cerré fuertemente los ojos antes de dar la vuelta.

-Nombre.- dijo el chico de pelo castaño claro. -Guapo- pensé, pero no mi tipo.

-¿Ah?- me hice la tonta para seguir mi camino.

-Dime tu nombre.- afirmo el chico. Genial es un ñoño, es como si fuera el director o uno de esos secuaces, que tienen el nombre de inspectores.

-Maddi. Maddi Rosertt .- dije segura. ¿Cuanto tardara esto? Dios, me quiero ir.

-¿Maddi?- pregunto como si fuera un error.

-Si. Ese es mi nombre.- trate de ser lo mas seria posible.

-Bien...-

Tomo su bolígrafo y comenzó a escribir algo.

-Mañana tendrás que estar a las 6:00 pm en la sala 297.- estiro un papel.

Maldición, castigo.

-No.- dije quejándome.

-Tranquila no es castigo, pero como presidente de la preparatoria voy a tenderte una mano para que sigas el buen camino. - dijo sonriendo.

Tenia que ser, ahora en que te has metido Maddi.

-¿Y cual es ese?- rodé los ojos.

-Mañana lo sabrás.- subió y bajo las cejas rápidamente y comenzó a caminar.

-Nerd- respondió mi subconsciente.

Comencé a caminar por los pasillos hacia mi cuarto, total, ya no tengo hambre.

Siento un profundo pesar en mi pecho, me acuerdo de mi casa, mi familia, mi perro. Quiero llorar, pero no debo. Seguí subiendo las escaleras de piedra antigua, cada vez hay mas personas, no estoy nerviosa.

Al entrar al cuarto encontré a una rubia con rizos ordenando sus cosas. Esta se dio vuelta y sonrió de oreja a oreja.

-Hola, soy Kelsey.- dijo sin soltar la sonrisa.

-Yo soy Maddi.- sonreí de la misma forma.

Pasamos toda la tarde ordenando nuestro cuarto, quedo bastante lindo. Luego mientras Kelsey iba donde su novio yo tome un largo baño que me hizo sentir mejor. Mañana, por muy apresurado que suene, tenemos nuestras primeras clases. Así que luego de ponerme el pijama tuve que planchar el uniforme, mi otra escuela era publica, así que es algo nuevo esto del uniforme, pero no es tan feo; es una falda de color gris, camisa blanca y suéter burdeo, con calcetines grises también, digamos que hay uniformes peores.

Cuando Kelsey volvió hablamos un rato, luego caí en un profundo sueño.

Al día siguiente ya estaba lista para bajar a tomar desayuno. Al bajar notaron que era nueva pero no es que todos me hablaran o se preocuparán mucho de mi. Luego tuve un día normal de clases, unos cuantos nuevos amigos, pero debo aceptar que extraño mi casa; mi antigua vida.

5:49 pm, joder.

Busque la sala a la cual debía ir. Antes de entrar arregle mis calcetas y ate mi cabello color cafe en una cola de caballo.

Al entrar note que que solo habían 5 personas, conmigo 6.

-Hola.- dije alegremente caminando junto al grupo. Todos me saludaron de vuelta y me sonrieron.

Me senté en una de las sillas y cruce mis piernas para escuchar de que trata esto.

-Bien muchachos, como presidente de la preparatoria...-

-otra vez tu no, dios- me queje en mis adentros.

-Si bien, ustedes son nuevos, y tienen buenas calificaciones o no estarían sentados aquí -algunos rieron- hable con el director, y acepto mi idea de ayudar a los nuevos, tienen que reforzar algunas clases, aprender como funciona el colegio, sus reglas, horarios, actividades extras y todo eso, por lo cual he designado a los mejores de esas clases para ayudarlos. Cuando los nombre, párense y júntense con su tutor o alumno. Emily, vas con Kevin, reforzaras química. Matt, vas con Monica, reforzaras música y historia...-

No quiero mirar hacia arriba, ¿vergüenza? tal vez, así que solo juego con mis dedos.

-Y por ultimo, Maddi y Dave, reforzarás deporte y matemática. Puede que se pregunten "¿porque hombres con mujeres?" Bueno, creo que trabajan mejor con el sexo opuesto.-

Dirigí mi mirada a ese tal Dave, no esta mal, tiene pelo cafe y tes morena, realmente atractivo, pero apuesto a que es igual de ñoño que el presidente. Estaba perdida en mis pensamientos cuando note que Dave ser acercaba a mi. No pude ignorar sus facciones y su enorme torso. ¿Que hace el aquí?

-Maddi.- dijo esperando una respuesta al llamar mi atención.

-Dave.- dije en el mismo tono. El sonrió de la lado y bufo.

-No estoy aquí para hacer amigos, tengo que ayudar a gente que lo necesita, ese es mi trabajo, así que escucha atenta. Sábado 7:00 am en la cancha de carreras. Martes y Viernes a las 5:00 después de clases matemática, no tardes, tengo que estar a las 6:15 en fútbol americano. Mañana como es martes nos encontramos en mi cuarto ¿a que hora?-

¿Debería responder? Por la seriedad de sus ojos supongo que si.

-5:00.- dije despacio. Wow, este hombre tiene carácter.

-Bien.- se quedo mirándome por unos segundos, yo solo trataba en no hacer contacto visual, me incomoda.

-Ah, y no le digas a nadie.- recordó de golpe.

Ay, que le pasa a este tipo.

-¿Porque?.- fruncí el ceño confundida y ofendida a la vez.

-No quiero que se enteren que hago tutoría, seria humillante, pero esto me da recomendaciones para la universidad y me gusta ayudar a los necesitados.- sonrió con ego en cada palabra que salía de sus bien formados labios.

-¿Y que dirás cuando nos vean juntos?- dije aun confundida, y ofendida. No se por que su comentario me hizo sentir mal.

-Yo veré eso, tu solo sigue el juego ¿quedo claro?-

-Claro como el agua.- respondí fingiendo una sonrisa.

-Buena chica.- dijo acompañado de un guiño.

Vi como camino hacia los otros y se despidió, luego salió por la puerta.

Tome aire y lo deje salir en un fuerte suspiro.

- Ay dios, extraño mi antigua vida.- susurre.

El internadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora