Era Lunes por la mañana pase a dejar a Anne al preescolar y me dirigí a mi pastelería. Me sentía cansada pero eso no podía contra mi.
Prepare tantos panecillos como pude y unas cuantas galletas al horno. Todo se vendio como pan caliente. Me gustaba volver a la rutina ver a los clientes satisfechos salir con su compra y a los universitarios comer pastelillos y café y terminar con una enorme sonrisa en sus rostros. Me gustaba mi trabajo, lo amaba.
Es por eso que debemos dedicarnos en eso que nos gusta. Para siempre estar llenos de vida y satisfacción por lo que hacemos.
Mande a los repartidores a surtir las panaderías a las que vendiamos panecillos y galletas.
Sara hacia su famoso pastel de lavanda y Nico atendía en el mostrador.
Nico entro con una sonrisa enorme y pidio más galletas de avena.
Nico tenia 30 años era muy carismático y divertido tenia la facilidad de hablar de cualquier cosa. Y claro pertenecía a la comunidad LGBT.
—Chulas hermosas necesito más de esas exquisitas galletas de avena -dijo un Nico animado tronando los dedos.
—A la orden Nico -sara le tendio una charolilla con más galletas de avena y este agarro una y se la iba comiendo mientras volvía al mostrador.
Ya casi debía ir a recoger a Anne.
Sono la campanilla indicando que alguien había entrado al local. Mostrándome a una Céline un poco sudada y apurada, entro rápidamente a la cocina.
—Listo llegué se me ha hecho un poco tarde la maestra extendio su clase.
—No te preocupes Céline mientras no sea un chico el que te restrase -le dije guiñandole un ojo.
Escuche una risilla por parte de Sara quien se encontraba a nuestras espaldas.
Céline se fue arreglar al vestidor y salio con el uniforme. Para ponerse manos a la obra.
—Bueno yo me retiro debo ir por mi pequeña traviesa - dije guardando los utensilios que había ocupado.
Conducia de camino al preescolar con una ropa más cómoda. Llevaba unas galletas de avena para los niños ya que Nina no podría recoger a Richard. Me había pedido que lo recogiera por ella. Iria a mi casa en la tarde por Richard. Al parecer tenia mucho trabajo en la floristería.
Estaba afuera del preescolar esperando a los niños. De repente sentí una fragancia varonil inundar mis fosas nasales, olía tan riquísimo.
Mire hacia mi lado, junto a mi se encontraba el tipo que había recogido a los gemelos la semana pasada.Aparte mi mirada a otra parte cuando este volteo a verme.
—Disculpa -me sonrió mostrándome sus perfectos dientes blancos —, ¿podrías darme tu hora?
Me quedé embobada por unos instantes hasta que volví a la realidad —Oh claro es la 1:59 pm.
—Muchas gracias señorita.
¿Señorita? Vaya que privilegio me gustaría serlo sé que no estoy tan grande pero a esta edad no puedo hacer lo mismo que antes podía.
—De nada mmm... - toque mi mentón en forma de duda.
—Que mal educado soy -me tendió su mano y estrechamos juntos nuestras manos — Me llamo Lucas y ud señorita ¿cuál es su nombre?
En ese instante oímos la campana sonar indicando la salida de los niños.
—No soy tan señorita ya tengo mis años pero me halaga saber que lo piense así. Y contestando a su pregunta me llamo Lucette.
—Lindo nombre -dijo en forma dulce.
—No es normal -respondí.
Estaban empezando a entregar a los niños de primer grado.
—La normalidad en estos días no necesariamente es buena -me guiño un ojo.
Que hermoso se veía, su mirada me atrapaba por completo. Esos ojos azul grisáceo estaban para morirse. Y del resto de su cuerpo mejor no hablo.
Nos acercamos al oír que entregarían a los niños de segundo grado.
—Disculpa el atrevimiento pero antes no te había visto por aquí -le dije algo nerviosa.
—Vengo a por mis sobrinos -dijo y me sentí aliviada ¿pero porqué? —, ¿y tu vienes por alguien especial?
~Omg me tuteo~ pensé.
—Si, vengo por mi hija -, me dedico una mirada ¿triste? —,va en el mismo salón que tus sobrinos de hecho.
La maestra mencionó el nombre de Alec y Axel, los tomo a ambos de las manos y se despidió
—Bueno un gusto hablar contigo Lucette. Nos veremos después -ondeo su mano en forma de despedida. Ni siquiera me dio tiempo de despedirme. Puesto que la maestra había mencionado a Richard y Anne y desapareció de mi vista.
—¿Quién era él mami? -pregunto Anne.
—Un amigo solamente cariño.
—¿Hoy no vendra mi mamá? -pregunto Richard.
—Te recogerá más tarde. Te llevare con Anne y conmigo -le informe.
—¡Fantástico! -dijeron los dos al unísono.
Nos encaminamos al automóvil y esa tarde estuvimos haciendo tarea, comimos las galletas de avena, jugamos.
Leí la invitación que habían mandado las maestras del evento en el preescolar que seria el viernes.
~No me lo pierdo por nada~ pensé.
Y claro que asistiría estaría en primera fila para ver a mi hermosa niña bailar o lo que sea que fuera hacer.
ESTÁS LEYENDO
Un Dulce Amor.[En proceso de Final]
RomanceLucette es una joven dulce y agradable que busca dejar felicidad, amor y un toque de dulzura en cada una de las personas que la rodean. Es una excelente pastelera y su vida la conforman personas maravillosas. Lucas es un joven hombre valiente y cari...