XVI

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Natalia's POV

Diciembre llega con Shawn pasando el mes en Monterrey junto a mi familia, se cumple un año desde que nos conocimos, su compañía diaria me hace despertar sentimientos y emociones que hacía tiempo no aparecían en mi, la mayor parte del día estamos juntos, son contados los días que él decide quedarse en su hotel y no salir.

—¿Qué te parece rentar bicicletas en Parque Fundidora?

—Genial. —Contestó obsequiándome una sonrisa.

Ambos llegamos al estacionamiento de Cintermex y subimos las escaleras del centro de negocios para salir de él y comenzar a caminar hacia la entrada del Parque. El día de hoy estaba raro, había algo que lo molestaba, disfrazaba sus respuestas cortas con un ánimo decaído. Su miraba estaba fija en el celular. Jamás lo había visto así.

Llevábamos medio recorrido del parque en bicicleta, habíamos decidido tomar un descanso frente al auditorio Citibanamex, donde había sido su concierto, donde nos habíamos conocido.

Ambos estábamos comiendo un churro relleno de cajeta, le estaba contando una anécdota del viaje en crucero que hice en noviembre. Su pulgar viajó hasta la comisura de mi labio limpiando azúcar que había quedado ahí pegada, fue un acto involuntario el que después de limpiar se llevara su pulgar a la boca, eso hizo que mi corazón latiera a mil por hora, quería besarlo, era la primera vez que lo pensaba, ¿a qué sabrían sus labios?, me quedo observando sus labios, hinchados por el frío que hace en la ciudad, me dedican una sonrisa.

De un momento a otro mis palabras cesaron y nuestras miradas se encontraron, había algo diferente en ella, la mía gritaba 'besalo', él escondía... ¿temor?

Mis manos tomaron su cabeza atrayéndolo hacia mi, nuestras frentes chocaban y no estaba segura de hacer el siguiente movimiento, mi cabeza pensaba 'a la mierda todo, solo bésalo', mi corazón me decía 'no lo arruines'.

Shawn's POV

Un sentimiento de cobardía y decepción por mi lado me consumían la mayor parte de los días, mis sentimientos por Natalia eran reales, los había sentido ya por un año, jamás había experimentado estas emociones, estaba completamente enamorado y aterrado, su forma de ser y personalidad me habían cautivado poco a poco, seis meses meses me bastaron para saber que quería tenerla, me aterraba el hecho de demostrarle mis sentimientos y no fueran recíprocos... pero en la noche de su graduación me di cuenta que había una posibilidad de sentir lo mismo.

Fue un roce casi nulo, sus labios chocaron con el comienzo de la comisura de mis labios y parte de mi mejilla, me quedé parado como idiota analizando lo sucedido perdiendo mi oportunidad de besarla tal y como quería desde hacía ya seis meses. Mi viaje de regreso a Canadá fue pesado, me arrepentía de no haber hecho nada, yo sabía lo que quería, besarla de una maldita vez.

Nuestra comunicación se basaba en mensajes de texto y audios de voz seguidos, nunca tocamos el tema, tampoco era algo que quería hacer por mensaje o llamada, estaba esperando de nuevo encontrarme con ella físicamente.

Diciembre era el momento perfecto para hacerlo, sus padres me había invitado a pasar las vacaciones con ellos en Monterrey, aún que ahora estuvieran divorciados su relación continuaba siendo buena para sus hijas, Natalia y Kate ahora vivían en Monterrey con su tía y madre, su padre vivía en la Ciudad de México y viajaba seguido a verlas, las festividades las pasarían juntos, fue algo que Natalia les agradecía, el proceso fue duro tanto  para Kate como para ella, pero ahora estaba bien con eso.

Nuestros día se basaban en salir a cualquier lugar a conocer, pasar tiempo con su familia, hacer maratones de películas, pasar tiempo solo en mi hotel componiendo o teniendo reuniones con mi equipo.

Desde que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora